La realidad de Jesucristo

 

La presencia de un personaje importante, siempre ha de llevar grandes retos, en la ejecución de sus proyectos. Las diferentes reacciones que genera, no siempre van a ser a su favor. De ahí que, Jesucristo ha sido visto de diferentes formas, no solamente durante su ministerio, sino también después de su muerte y resurrección.

Cuando sepultaron a Cristo, fueron los principales sacerdotes y los fariseos ante Poncio Pilato, para pedirle que había que asegurar el sepulcro, diciendo: «Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aun: Después de tres días resucitaré. Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero» Mt. 27:62- 66.

En efecto, Jesucristo  al tercer día de su muerte resucitó y entonces tuvieron que pagar para tratar de ocultar dicho evento. Fueron los mismos guardias quienes protegían el sepulcro que anunciaron la muerte de Jesucristo ante los principales sacerdotes. El error de ellos  fue  poner testigos ante el sepulcro, y el segundo mayor error que «dieron mucho dinero a los soldados, diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos» Mt. 28:11-15.

No es posible callar verdades y realidades contundentes como fue la presencia de Jesucristo y su acto redentor a través de su muerte. La luz siempre ha de brillar ante la oscuridad, de la misma forma que la verdad siempre descubre la mentira. Jesucristo ha tenido que enfrentar las fuerzas del mal, las cuales batallan contra su plan de salvación para la humanidad.

Pero, ésta realidad de Jesucristo, esa batalla, le da mayor sentido a su propósito de redimir al ser humano. Verdaderamente, el que él viniera al mundo era y es una necesidad, pues los hombres no podríamos luchar contra las tinieblas, sin la ayuda de él.

Losa ataques que Jesucristo ha recibido durante estos últimos dos milenios, son evidencias de que ésto va en serio. La fe del cristiano se alimenta y se fortalece en la medida en que esos ataques se incrementan. Los judíos, en defensa del judaísmo, fueron enemigos del cristianismo; el Imperio Romano, durante sus tres primeros siglos, también fueron cruel contra los seguidores de Jesucristo. Los ataques, se han realizado, primero contra la persona de Jesucristo, luego contra sus enseñanzas y sus seguidores.

La realidad de Jesucristo, es que él es la verdad que todo ser humano debe creer y practicar. Permanecer tanto tiempos,  incidiendo en la vida de la humanidad, es evidencia de que el poder de Dios ha bendecido toda la obra de Cristo Jesús. El apóstol Pablo escribió: «mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios» I Co. 1:24.

Además escribió: «para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios» I Co. 2:5. También,: «Porque no me averguenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente y también al griego» Rom. 1:16.

La realidad de Jesucristo es evidenciada por los millones de hombres y mujeres que profesan su fe, que manifiestan la obra de él y que en todo le glorifican. El hecho de que, principalmente el mundo occidental y otras naciones celebren una semana santa, constituye una prueba ineludible del éxito de él. Por eso, los que creen saben de donde vino, donde estuvo, donde está, y de donde vendrá.

Reconocen que él nació, murió, y resucitó de entre los muertos y que está sentado a la derecha del Padre en su trono celestial. Además, cuentan su historia, la cual a parte de la Biblia, se encuentra mencionada en la historia del pueblo de Israel, de Italia y de otras naciones.

Los dominicanos, con sabiduría han enarbolado la palabra de Dios en nuestro Escudo nacional, con la Biblia abierta en el pasaje que dice: «y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» Jn. 8:32. Pero además en su lema, Dios está primero, pues dice: «Dios, Patria y libertad.» Nuestro Dios creador del universo y todo lo  que en el existe, no necesita defensores, pues él se defiende sólo. Por eso, por amor envió a su Hijo para salvar a los que crean. La realidad de Jesucristo es como el apóstol Pedro dijo: «Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores,la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos» Hc. 4:11, 12. Dios le bendiga.

jpm

 

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