La medicina de la política

 

La política como ciencia y arte, busca el bienestar de los ciudadanos de un determinado país, y con la Globalización debe buscar armonizar con los demás países. El mundo ha dado un giro de  ciento ochenta grados, después de la caída de la «Unión de Repúblicas Socialistas,» el cual ha conllevado a nuevo re-ordenamiento mundial de la geopolítica de las grandes naciones. Nuestra amada América Latina, está viviendo la peor situación, por los cambios que se han presentado en este último lustro  de la historia. Hacía donde se dirige nuestra región, hacía el cáos, o hacía una nueva dimensión política.

Gobernar en estos tiempos debe ser tan difícil, como ser cabeza de familia. La familia está en crisis, sin que se vea posibles soluciones; de igual manera, se observa a los gobiernos mundiales. Entretener a los pueblos es diferente a desarrollar a los pueblos. Alguien dijo: «La política es el arte de saberse mantener en el poder.» La «Primavera Arabe,» demostró el poco uso de la política, puesto que algunos gobernantes perdieron hasta su vida. Gobernar es de sabios, puesto que hay que aprender a dirimir las circunstancias negativas desde un enfoque que no perjudique al gobernante, tanto en el presente como el futuro.

El político no puede gobernar con el corazón, con las emociones propias del poder; debe gobernar con el razocinio, la conciencia y la lealtad al deber a cumplir. El corazón es peligroso, Jehová Dios, dijo a través del profeta Jeremías: «Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para  dar a cada uno  según su camino, según el fruto de sus obras» Jr. 17:9,10.

 

La medicina de la política está basada en los valores del político, en el conocimiento y en la actitud de servicio al prójimo. No se puede ser político realmente, si no se tiene en consideración que esta ciencia y arte busca la felicidad de los gobernantes, y de los gobernados. La política como ciencia es poca usada, puesto que los políticos, generalmente, ven las circunstancias y momentos políticos conforme a sus conveniencias personales y no generales. De ahí que, los males sociales son imposibles de erradicarse. Por ejemplo, en cierta ocasión, un amigo y yo, fuimos a solicitar la posible solución de un problema que afectaba a nuestra comunidad, y la respuesta del funcionario fue de un mal político «miren, eso hace perder muchos votos, por lo que no puedo complacer su solicitud.»

La política tiene algunos ingredientes  que son duros, es que debe responder sabiamente a circunstancias que afectan a la sociedad. Hay que conocer las dificultades de las personas y buscarle solución junto a ellas; el político es el guía social del pueblo. La famosa frase «poner el oído en el corazón del pueblo,» es de sabio, siempre y cuando el pueblo no se haya manipulado. Generalmente, los pueblos no piensan por sí mismo, sino que son conducidos a pensar de una manera. Ellos heredan culturas generacionales, que les impide ver realidades presentes. El político debe ser un educador, que sea capaz de explicar a los pueblos las realidades que no conocen, o que no entienden.

Los pueblos «tienen a los gobernantes que merecen» ese decir, no es correcto, más bien los pueblos tienen a los gobernantes que escogen. El pueblo de Israel tenía a Dios como su Rey, pero el pueblo decidió que quería rey, como las otras naciones. El escogió su rey, como consecuencia de esa mala decisión, el pueblo tuvo a Saúl, a David, y a Salomón, y luego se dividió el pueblo de Israel en Judea, cuya captal fue Jerusalén, en la parte sur; mientras, que en la parte norte surgió Israel, cuya capital era Samaria. En los tiempos de Cristo, cuando Dios decide tomar el reinado y entronar a Jesucristo como Rey de su pueblo, aún persistían estas divisiones.

La medicina de la política está en gobernar bajo las leyes de su país, pero a la vez bajo la dirección de Dios. Dios debe ser el Gobierno de los gobiernos; como  Cristo es Rey de reyes. Pero, hay que entender que para eso los gobernantes deben ser creyentes en Dios y practicantes de sus enseñanzas. El mundo está carente de este tipo de gobernantes, y no se vislumbra que habrá en el futuro mediato e inmediato que esto se haga. Por tal motivo, exhorto a que cada persona gobernantes y gobernados pongan a Jesucristo a  gobernar sus vidas y roguemos a él que nos guíe por buen sendero. La mejor medicina es Jesucristo y sus enseñanzas, puesto que esto incluye la voluntad de Dios.

El 15 de mayo, habrá elecciones en la Rep. Dominicana, no pida a Dios que ponga el gobernante, pues no lo va hacer; si él lo hiciera fuera culpable de lo malo que haga y recibiría la gloria de lo bueno que haga. Esa no es la función de Dios. Dios quita y pone en su Iglesia. En el mundo dominicano, lo elige usted y yo que votamos. Cuando llegue el momento de emitir su voto sea consciente  y vote por ellos, o ellas quienes son los candidatos que usted crea mejores; usted y todos los demás votantes pondremos a quienes nos gobernarán para el período 2016_ 2020. Todos los que están buscando el poder, son dominicanos y por ende buenos candidatos, usted elija por quienes votar. Dios le bendiga.

jpm

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