La imprescindible higiene de nuestras ciudades
Para evitar enfermedades colectivas, es fundamental que las ciudades cuenten con eficientes servicios públicos, principalmente los relacionados con la higiene. Esto quiere decir, que los gobiernos deben a toda costa, procurar ofrecer a la ciudadanía suficientes servicios de recogida de basura, de agua potable, electricidad y salud publica 100% de calidad. De lo contrario estaremos continuamente en presencia de los innumerables brotes epidémicos que padecemos año tras año. Una ciudad con servicios públicos altamente deficientes y sucia es una muestra de escaso desarrollo humano, por lo que debemos urgentemente aumentar su eficiencia para así prevenir las epidemias y limpiarle el rostro a todas nuestras ciudades, incluyendo naturalmente a la llamada, con toda razón, Ciudad Primada de América. La capital dominicana hace mucho tiempo que no luce limpia como debe ser. Desde hace décadas el problema de la recogida de la basura ha sido un desastre. Diferentes gobiernos nacionales y municipales han pasado con mas penas que gloria por el Palacio Nacional y por los diferentes ayuntamientos de toda la nación y el Distrito Nacional y por los de las otras nuevas demarcaciones o ciudades de la nueva Provincia Santo Domingo. Notaran que incluyo en el párrafo anterior al gobierno central. Lo hago porque siempre he considerado como una responsabilidad del Estado en todo su conjunto, el aseo, la salubridad y la imagen de una nación. Se que los alcaldes y demás autoridades edilicias tienen la mayor responsabilidad en esos asuntos municipales. Sin embargo el gobierno central no debe permanecer, como históricamente lo ha hecho, inerte, ante una situación que afecta el bienestar de todos y nos coloca ante los ojos de los que nos visitan, como un pueblo vergonzosamente poco higiénico e incivilizado. En este caso los gobiernos municipales deben ser forzados de alguna manera para que cumplan su cometido, o de lo contrario institucionalizar su destitución por incumplimiento de sus obligaciones. Recientemente estuve de visita en mi país y al recorrer zonas de la parte alta de la ciudad y otros lugares citadinos, pude notar el inmenso basurero en que se han convertido muchas calles de la capital mas vieja del continente. Es altamente vergonzoso ese estado de descuido en que ha caído nuestra ciudad capital y otras ciudades importantes como Santiago, por ejemplo. Y uno se pregunta, ¿es que estos alcaldes de la provincia Santo Domingo y de otras ciudades igual de sucias, no tienen vergüenza? ¿será que así viven en sus casas, sin prestar atención a la higiene, como lo hacen con la principal ciudad del país y otras del interior? Al parecer estos señores solo piensan en sus intereses personales y les da tres pitos como luzcan sus ciudades, a las que tienen la obligación de bien gobernar y mantener limpias y cuidadas. Pude notar también, el estado de deterioro en que se encuentran las aceras de muchos sectores de la ciudad. Pero lo que mas me llamó la atención fue ver como alrededor de la Liga Municipal Dominicana, toda la acera que la rodea está seriamente deteriorada, no obstante ser esta dizque la “casa de los ayuntamientos”. ¿Sera que el Secretario General de la liga llega y sale de esta sede en helicóptero, que no nota el deterioro de su entorno? En Republica Dominicana se debe poner fin a las históricas deficiencias en los diferentes servicios públicos. Cuando resolvamos el enojoso problema de los molestosos apagones. Cuando logremos proveer agua suficiente, de manera continua y de calidad a la capital y todas las ciudades grandes y pequeñas de todo el país, y seamos 100% higiénicos limpiando cotidianamente nuestras ciudades, entonces podremos hablar de un verdadero avance cuantitativo y cualitativo. Mientras eso no ocurra, por favor no hablemos de ningún avance ni del supuesto desarrollo, porque esa irresponsabilidad histórica de nunca haber resuelto tan elementales y acuciantes problemas, demuestra muy poca voluntad, cero amor por nuestra patria y que lamentablemente estamos muy atrasados, pero por muchas millas, sumidos en el más desastroso subdesarrollo. Joseflandez@hotmail.com