La Era de los clústers

Sin dilación, tenemos que “sembrar” el territorio nacional de clústers, pues es un hecho que ya estamos en la era de la asociatividad empresarial, de los encadenamientos productivos, donde –indefectiblemente- todos los sectores empresariales que deseen bajar costos, mejorar e incrementar la producción y servicios, y conquistar mercados locales e internacionales de manera ventajosas tienen que ponerse a tono con la misma. En efecto, a los fines de incrementar la competitividad de los sectores productivos nacionales, mejorar sustancialmente los niveles de vida de la población y reducir el alto índice de desempleo, la República Dominicana en su conjunto, debe volcarse y enfocarse cuanto antes a fomentar una activa política de asociatividad empresarial, mediante la conformación, en todo el ámbito nacional, de clústeres, grupos de eficiencias colectivas, cooperativas y encadenamientos entre sectores y centros de manufactura y servicios de una misma actividad. Los clústeres garantizan la internalización de las empresas, el acceso de los productos y servicios a nuevos mercados, la reducción de costos, la comercialización en general y el incremento sustancial de las exportaciones. Aunque muchísimas naciones del mundo, empresas manufactureras, comerciales y de servicios de diversas índoles hace tiempo que vienen practicando e impulsando, con evidentes éxitos, el asociacionismo, hoy más que nunca este mecanismo constituye una extraordinaria estrategia, una oportunidad, para fomentar y asegurar la competitividad de los negocios y el desarrollo sostenido de los pueblos. Ineludiblemente, además de la globalización, la tecnología y el conocimiento, también estamos en la era de la asociatividad empresarial, por lo tanto, es inocultable que hoy en día –en el período de las economías abiertas- fomentar los encadenamientos productivos se ha convertido en una gran necesidad, que debemos asimilar y poner en práctica para avanzar. Todos sabemos que la humanidad está inmersa en la promoción al máximo de iniciativas empresariales novedosas y que la República Dominicana se afana por implementar una política de competitividad sistémica, con un enfoque meso económico, que fomente el desarrollo de clústeres en todo el país, la creación de un modelo organizacional para impulsar los centros empresariales de articulación productiva y el diseño de un programa nacional de proveedores industriales. En efecto, se impone como reto, la implementación de un programa masivo de clusterización a nivel nacional, en especial de la creación de los centros de acopio y las primeras redes de proveedores. Para ello, los ministerios de Economía, Planificación y Desarrollo, Industria y Comercio y el de Agricultura, junto al sector privado e instituciones como ProIndustria, Promipyme y el CNC deben crear ya un Banco de Consultores Especializados en el tema de la asociatividad a los fines de “sembrar” de grupos asociativos el territorio nacional. Dentro de esa corriente están el gobierno, el sector privado, y las academias, y es un mandato ineludible del Plan Nacional de Competitividad Sistémica (PNCS) 2007, de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) 2012 y del 2do Congreso de la Industria dominicana 2012. Como podemos ver ante el arduo proceso de apertura de mercado y la firma de varios acuerdos comerciales impulsados por la nación desde finales de la década de los noventa- el país debe abocarse ahora, sin ninguna dilación, a replicar exitosos modelos internacionales de Articulación y Encadenamientos Productivos, clústeres, Distritos y Parques Industriales, como los que existen, por ejemplo, en Italia, especialmente en los sectores muebles, calzado, vinícola, joyería, autos y metalmecánica. En Tiruppur, la India, donde las Micro, pequeñas y Medianas Empresas (MIPYMES) aglutinadas en clúster y en Distritos y Parques Industriales producen el 95% de las medias del país, el 85% de las maquinas de coser y el 60% de las bicicletas. Así mismo, el Grupo de Agra, también en la India, que concentra en un Distrito Industrial 500 MIPYMES del sector calzado y pieles. En Pakistán, donde las MIPYMES conglomeradas en Clústeres y Parques Industriales manufacturan el 50% de los artículos deportivos que exporta el país y una gran cantidad de maquinas agrícolas y productos de acero inoxidable. En Guadalajara México, donde existe un clúster de PYME de calzado en capacidad de fabricar hasta dos tercios de la producción nacional de calzado. En Ciudad Trujillo, Perú, donde opera un Parque Industrial del sector calzado con altísimos niveles de productividad y calidad. En el Valle de Sinus, en Brasil, donde en un Distrito Industrial convergen unas 398 MIPYMES del área del calzado que fabrican una impresionante cantidad de zapatos para el mercado local y de Estados Unidos. Otro caso excelente o ejemplo a seguir en materia de clusterización lo tenemos en el país Vasco, en España, donde los sectores público y privado han fomentado una política de clúster que ha redundado en un evidente crecimiento y desarrollo económico, hasta el punto de que el mismo ha pasado en los últimos 6 años del puesto octavo al tercero en el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita en comparación con los 27 países de Europa. Allí es famoso el proyecto Hiriko, el cual consiste en la innovadora producción y distribución para todo el mundo de un vehículo eléctrico desarrollado por un consorcio de empresas vascas que participan como co-fabricantes.

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
guest
0 Comments
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios