La conducta criminal 

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EL AUTOR es abogado y político. Reside en Panamá.

La muerte del general Pérez y Pérez ha desenterrado una variedad de episodios crueles de torturas y asesinatos con los cuales supuestamente estuvo relacionado en sus funciones como jefe de la Policía Nacional, del Ejército y ministro de las Fuerzas Armadas.

El Ministerio de Defensa ha calificado de exitosa su carrera militar. Por el contrario, para la sociedad su conducta fue criminal, manchada por persecuciones, torturas y asesinatos de personas, que se manifestaban contra el régimen. 

Son dos posiciones irreconciliables, que merecen un profundo análisis.

Actualmente, vemos como las redes sociales muestran escenas escalofriantes de policías golpeando a ciudadanos indefensos, en el marco del toque de queda impuesto por el gobierno, a raíz de la pandemia. Mientras que, no se ha informado sobre sanciones en contra de esta conducta antisocial.

 Siguiendo con la costumbre de las instituciones militares y policiales de premiar a los verdugos, que masacran a la población. Pues, son considerados los hombres “duros” que se deben preservar. Una actitud, que forma parte de las enseñanzas aprendida en la Escuela de la Américas, fundada en Panamá en el año 1949 por el Pentágono de los Estados Unidos y cerrada en 1984, al descubrirse sus verdaderas intenciones.

 En sus aulas recibieron entrenamientos los principales dictadores de Latinoamérica, entre ellos: Galtieri, Videla, Hugo Banzer, Pinochet, Montesinos, D’Aubuisson, Ríos Montt, Manuel Noriega, Juan Melgar Castro, Raúl Cedras, y Luis Posada Carriles, como agente de la CIA. 

 En 1997, se desclasificaron algunos manuales de instrucción de la CIA, entre los cuales existía uno que se llamaba «Estudio del asesinato», en el cual se detallaba el cómo asesinar con distintos elementos contundentes y filosos, armas de fuego, explosivos, accidentes de autos planificados, etc.. Asimismo, existió otro manual llamado «Kubarck», interrogación de contrainteligencia, que incluía choques eléctricos. Estos conocimientos pasaron a ser el eje de la instrucción militar en cada país.

La Criminología ha tratado de explicar muchos de los factores que intervienen para que un individuo desarrolle una conducta criminal. Cesar Lombroso, expuso la teoría de que el hombre nace siendo criminal. Las nuevas escuelas criminológicas que vinieron a continuación introdujeron nuevos conceptos como lo social en la conducta de un sujeto criminal, sin desechar los factores biológicos.

Mediante nuevos estudios sociales se ha demostrado, que la delincuencia juvenil y la criminalidad, están influenciadas por el medio en el que se desarrolla el joven. Por ejemplo, para aprender a robar un automóvil sin usar la llave. Es necesario que alguien lo enseñe y, además, que se genere en él la necesidad de cometer el acto. Bien por presión social, bien por necesidad real. Esto llevó la delincuencia a otro plano y la concepción del delincuente cambio por completo.

En 2005 el científico James Fallon comparaba unas tomografías de asesinos con muestras de su familia. Incluido él. Todo fue normal ya que ninguna coincidía con la de los asesinos, hasta que la suya sí lo hizo. Horrorizado, no podía creer lo que estaba mirando y la revisó varias veces. Preocupado por eso, el propio James se hizo análisis para comprobar si cumplía con las características biológicas de un criminal y el resultado fue positivo. 

Es decir. Cumplía todos los requisitos para ser un asesino violento según estas hipótesis. Pero él no lo era. Por el contrario, se había destacado por ser un hombre dedicado al servicio de sus semejantes. Una vez más se demostró que una persona puede tener tendencia a cometer crimines, pero si no encuentra el ambiente apropiado para desarrollarla, no se convierte en criminal y se comporta como cualquier persona normal.

El propio Fallon llegó a esa conclusión. Ya que poseía todos los factores, ¿qué había fallado para no acabar convirtiéndose en lo que, supuestamente, estaba predestinado? La respuesta era simple: Se había criado en un entorno desfavorable para cultivar sus tendencias. Mientras que, el general Pérez y Pérez se encontró con un terreno fértil para lo desarrollar la suya.

JPM

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Wrecking ball
Wrecking ball
3 Años hace

Se ha expuesto,que el bien ,el mal, además de la justicia,no son más que inventos humanos.
Está fuerte eso,pero se argumenta,que entre los primeros humanos,esos conceptos no existían,aparecieron luego.
Algo semejante leí en el libro Humane Nature/ Naturaleza Humana de Robert Green,quien aporta interesantes descripciones.

José Torres
José Torres
3 Años hace

Cada ser humano, tiene dentro la fuerza del bien (Dios) y la fuerza del mal (Satanas) el medio ambiente, es determinante para que se desarrolle una, o la otra

Mary barinas
Mary barinas
Responder a  José Torres
3 Años hace

Estamos hablando de ciencia. Por favor!