La cara oculta de un gobierno

 El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ha dirigido los destinos de la República Dominicana por casi dieciséis años, doce de los cuales ininterrumpidos sin que la población haya experimentado algún cambio significativo en cuanto a su desarrollo humano, ya que en salud, educación, vivienda, servicios publicos, entre otros, ha sido muy poco lo que se ha avanzado.

Dieciséis años es un tiempo suficiente y razonable para que un país pueda exhibir cambios relevantes en los aspectos anteriormente señalados en cambio la nación dominicana se ha llevado por un sendero equivocado.

Años donde han primado las obras de relumbrón, clientelismo político, crecimiento del gasto corriente superfluos: sueldos pagados sin justificación o nóminas parasitarias, pago de celulares, compra de vehículos costosos y de altos consumo de combustible, publicidad, dietas, viajes, gastos financieros, entre otros.

Gastos exorbitantes sin calidad que han sumido las finanzas públicas dominicanas en altos déficits fiscales ya que estos gastos han superado con creces los ingresos recibidos por impuestos, gravámenes, de capital donaciones y préstamos.

Déficits fiscales que se ha traducidos al final en más y variados impuestos a costa del bienestar de la población más desprotegida la que cada día debe pagar impuestos para honrar el creciente endeudamiento público para financiar los presupuestos generales del Estado de cada año.

Endeudamiento que cada día se incrementa de forma sigilosa e irracional comprometiendo el futuro de los dominicanos del mañana pues cada año se formulan presupuestos desequilibrados y poco planificados donde brilla por su ausencia el bienestar de la población.

Es triste e inhumano pensar que gran parte de los presupuestos formulados en los últimos años han sido elaborados para satisfacer el clientelismo político a través de nombramiento de personal innecesario y para cubrir costo de capital poco rentable.

Presupuestos formulados y ejecutados alejados de una gestión financiera eficiente que coadyuve al desarrollo económico y social de los dominicanos.

La administración del Estado Dominicano del cuatrienio 2012-2016 se presenta en los medios de comunicación como diferente a las anteriores del mismo Partido de la Liberación Dominicana en gobierno pero en el fondo ha sido más de los mismo.

Lapso como los anteriores caracterizados por un modelo de altos déficits fiscales, endeudamiento público, corrupción, impunidad, tráfico de influencia y exclusión social producto del endiosamiento de las autoridades beneficiarias del favor de la población más necesitada que sorprendida en su buena fe le han dado un caramelo para que se entretenga en lo que los incumbentes de los principales cargos de la administración pública se sirven con la cuchara grande.

Hoy, no obstante las autoridades correspondientes han flexibilizado las tasas de intereses a los fines de que el dinero fluya con mayor facilidad a los sectores más necesitados esto no ha sido así por las tantas trabas que adornan los créditos bancarios  y el temor de que en cualquier momento cambien la política crediticia y de buenas a primeras aumenten los cargos financieros.

Pese a que se habla de controlar y eficientizar el gasto corriente siempre prima el dispendio continuo sin pensar en que el dominicano más vulnerable se está cayendo a pedazo pues sus necesidades básicas se encuentran insatisfechas.

Son más las personas que trabajan de manera formal e informal que perciben un salario de hambre y la labor que realizan es humillante ya que en muchos de los casos sus empleadores solicitan de estos hasta que les limpien las oficinas, les sirvan de muchachos de mandados y les bañen el perro sin haber sido contratados para realizar tal o cual labor, de lo contrario son despedidos.

Hoy el partido de gobierno se desgarra producto de las ambiciones políticas  e intereses económicos donde ya no existe la mística  ideológica y mucho de gobernar o hacer política dando lugar a que se utilicen o desvíen los fondos del erario en sus apetencias personales al margen del bien común.   

La situación del país es desesperante, la población no resiste más el mismo  modelo de gobierno que deja a un lado el aspecto humano, imponiéndose de forma rauda y veloz que el próximo año 2016 el pueblo dominicano cambie de gobernantes y partido en el poder que imprima un nuevo estilo en la conducción del Estado, con menos corrupción, menos clientelismo, menos gastos vanidosos, menos demagogia, menos humillación, más efectividad en salud, educación, vivienda y agua.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

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