La capilla de Cedimat

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En las últimas dos semanas he tenido que frecuentar el Centro de Diagnóstico, Medicina Avanzada, Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), de la Plaza de la Salud, por razones de quebrantos de mi esposa. Estando allí me llamó la atención un letrero fijo a la pared en varios lugares, que dice: “Capilla Nuestra Señora de la Altagracia. Horario de misas: Domingo: 12:30 pm. Miércoles: 5:00 pm.

La lectura del anuncio me hizo recordar de inmediato, que desde la inauguración de dicho centro de salud fue asignado como Presidente del patronato el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez. Y conociendo su forma de ser y de pensar no es de extrañar que adoptara esa disposición.

Todavía hay muchas personas que entienden que aun en la actualidad debe respetarse al pie de la letra el Concordato firmado por Trujillo con la Iglesia Católica en 1954. En el mismo, el tirano concede todos los privilegios imaginables a la Iglesia Católica, a cambio de obtener de la misma un apoyo incondicional a su régimen tiránico y asesino.

EL AUTOR es médico y abogado. Reside en Santo Domingo

Han transcurrido más de 65 años de dicho acuerdo y la Iglesia Católica sigue exigiendo el otorgamiento de privilegios, y los gobernantes complaciéndola, no ya por apoyo a sus gobiernos, aunque sí porque no le hagan oposición. En cada lugar donde se inaugura un complejo habitacional del Estado no pueden faltar una Iglesia Católica con su casa curial y un colegio que se entregue para su manejo a dicha iglesia.

Todo esto, claro está, a más de entregarle como aporte del Estado más de 600 millones de pesos anualmente, exonerarle todos los vehículos que se le antoje traer al país, liberarla del pago de impuestos y de servicios públicos y poner en sus manos casas para los sacerdotes, seminarios para los aspirantes a curas y responder de antemano con un sí a todo pedido que le haga.

No se piense que considero inadecuada la disposición de que en un centro de salud se disponga de un lugar como capilla religiosa. Esa es una disposición correcta. Lo incorrecto es que siendo una institución estatal, esto es, de carácter público, se establezca una capilla destinada exclusivamente a celebrar una misa en domingo y otra el miércoles, como si los pacientes ingresados allí fueran todos católicos.

La medida sería admisible si se tratara de una institución de carácter privado, perteneciente a la Iglesia Católica, pero no es así. Esos hospitales se crearon con dinero de todos los dominicanos, independientemente de su fe religiosa. Lo desacertado, inicialmente, fue nombrar como presidente del patronato al líder local de una iglesia en particular y, sobre todo, siendo una persona tan obcecada, fanática y radical.

No me hubiera extrañado que hubiera dispuesto que para recibir atenciones médicas o ser ingresado allí se requiriera un carnet de membrecía de la Iglesia Católica, que se exigiera como se exigía en tiempos de Trujillo el carnet del Partido Dominicano, llamado “la palmita”, para andar libremente por la calle, tener derecho a un trabajo y casi hasta para respirar.

PROPUESTA

Tengo una propuesta razonable. Lo primero es que el nombre del lugar sea, simplemente, Capilla Religiosa. Lo de “Capilla Nuestra Señora de la Altagracia” la define como propiedad de la Iglesia Católica, y si se le permite apoderarse de una capilla, seguramente, en poco tiempo terminará por apoderarse de todo el hospital y después de toda la Plaza de la Salud.

Una semana tiene 7 días. Si la Iglesia Católica celebra misa los domingos y miércoles, los sábados la puede utilizar la Iglesia Adventista del Séptimo Día, y los demás días, distribuir su uso entre las otras instituciones religiosas cristianas, incluyendo los domingos y miércoles en horas diferentes a las de las misas.

Si en Cedimat hay designado un capellán de la Iglesia Católica, también lo puede haber de cada iglesia cristiana que lo desee. A fin de cuentas, lo que se busca es llevar consuelo, paz y fe a los pacientes hospitalizados y sus familiares.

Dejo la propuesta en las manos de los integrantes sensatos del patronato de Cedimat. Nuestra Constitución establece el derecho a la autonomía y la libertad religiosa. Si antes tenían miedo al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y su radicalismo, ya no se justifica ese temor.

JPM/of-am

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Ana
Ana
4 Años hace

Lo ideal sería una capilla para sentarse a reflexionar con Dios. Sin cultos, si con algún representante de x iglesia, que esté presente en caso de necesidad.

Johnny McCoy
Johnny McCoy
4 Años hace

No estoy de acuerdo con ninguna capilla. Se imaginan una misa, un culto , o como se llame de los evangélicos, gritando a toda garganta, como ellos acostumbran a hacer, en el medio de un hospital.

Maria Belén Chacón
Maria Belén Chacón
4 Años hace

En los EEUU todos los centros hospitalarios tienen capillas sin ninguna denominación o especificación religiosa. Allí acuden desde los cristianos hasta los ateos.

Francisco Alvarez
Francisco Alvarez
Responder a  Maria Belén Chacón
4 Años hace

Así es. Incluso tienen horarios para las ceremonias de las diferentes religiones, y horas donde no se celebran ninguna, durante las cuales esas capillas se convierten en áreas tranquilas para aquellos que simplemente quieren hacer sus reflexiones en paz.