La ausencia de valores

Un mundo humano vacío de valores ha llenado la tierra, donde la irresponsabilidad es muy común, en toda conducta humana. Salir a las calles de cualquier ciudad es suficiente para darse cuenta de las inconductas sociales. Si los motoristas no cumplen leyes de tránsito, de igual manera lo hacen los que conducen vehículos de cuatro gomas.

No hay formas que permitan corregir estas violaciones a las leyes, pues los semáforos son como si no existieran; las vías y contra vías no existen en los diccionarios mental.

La pandemia del Coronavirus, se expande más y más con brotes y rebrotes, porque sus víctimas no quisieron usar mascarillas ni distanciamiento social y mucho menos la higiene requerida. Decirle a alguien que use mascarilla, es como insultarlo.

Este mal comportamiento no solamente se ve en los jóvenes, sino también, en todas las edades. Es penoso, que una persona de edad avanzada, no entienda que hay normas sociales que cumplir.

Los valores no brillan, porque para muchos no existen. El caos es más apreciado que el orden; el dinero, más que la buena conducta y; el placer, más que la vida. El hombre y la mujer han dejado la jerarquía de las cosas, como se puede observar, pues, se le da más importancia al gusto de alimentos, que a la vida; más, a la forma de vestir que a la dignidad y; más, clase de bebidas que a la salud.

La falta de valores se observa fundamentalmente, cuando se hacen leyes que no son justas, sino interesadas, puesto que existe una gran porción de la población que no se toma en consideración para las leyes, en el sentido del beneficio, sino, para que ésta las cumpla en su detrimento, mientras favorecen a otra porción más pequeña. De ahí que, se habla de la deuda social, reconocida, promocionada, pero nunca pagada.

Se necesitan leyes inclusivas que permitan que el universo social de cualquier país, se beneficie de ellas. No es posible que alguien gane millones en un año, mientras que otros no llegan a una décima parte de un millón en el mismo período.

No hablamos de la igualdad económica, porque esta es irreal, pero sí hablamos de oportunidades. En ese sentido, la igualdad es justa, en el precio por el mismo trabajo, tanto para hombres como para mujeres.

Los valores son frenos de las conductas, si algo es malo, incorrecto no importa que no haya leyes, el individuo tiene una moral que lo responsabiliza. Usted demuestra su valor moral en su actuación. Mas se sabe, que hay un conflicto entre los valores y las conductas; pues, se carece de ética. Esta Ultima, debe dirigir el accionar de toda persona de bien. Frenar la conducta, es principalmente responsabilidad personal, y no únicamente social.

No se puede decir que la falta de valores es una situación nueva, pues en el siglo I, cuando el pueblo de Israel, prefirió a Barrabás y no a Jesús, indicaba ausencia de valores; el mismo, Poncio Pilato, representante del Imperio Romano, claudicó al satisfacer al poder civil y religioso de Israel, sabiendo que por envidia lo habían entregado.

«Nada es nuevo debajo del sol,» pero ésta se ha agravado, pues el mundo va de mal en peor. Jesús profetizó que la maldad se iba a multiplicar, lo cual causaría el enfriamiento del amor.

Un mundo sin el valor amor, es como un río sin agua. Este es la razón para la existencia y vivencia de todos los demás valores. Amor, no es sólo debe estar presente en la actividad sexualidad, sino que es la causa de toda interacción social.

Por tanto, volver a amar al prójimo, es demostración de sabiduría. Es interesante, que por éste surgen la lealtad, fidelidad, honradez, sinceridad, puntualidad, entre todos los valores restantes.

Volver a los valores, es volver a la familia, a la convivencia barrial, campesina, es volver a vivir. Es poner a la persona, como el único bien principal, después de Dios. Como en la filosofía, en la política y en la teología la felicidad del hombre es el motivo de sus presencias.

En fin, los valores son la justificación de las tres antes mencionadas, y una ruta segura para el bienestar general y una convivencia sana.

Un ejemplo a seguir lo es Jesucristo, pues en su persona, y en sus doctrinas están enmarcados todos los valores que el hombre necesita. De ahí que, sirve de Camino, Verdad y Vida, y un ayudante hacía la vida celestial.

JPM
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ASURBANIPAL
ASURBANIPAL
3 Años hace

Hoy se tiende a afirmar que el agnosticismo y el relativismo escepptico son la filosofia y la actitud fundamental correspondiente a las formas politicas democraticas pero estas ideas no son fiables desde el punto de vista democratico ya que no aceptan que la verdad es determinada por las mayorias .Si no existe una verdad ultima entonces las ideas y convicciones humanas pueden ser facilmente instrumentalizadas para fines de poder .

ASURBANIPAL
ASURBANIPAL
Responder a  ASURBANIPAL
3 Años hace

Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto como demuestra la historias

Elna Rizon Orate-cipayo
Elna Rizon Orate-cipayo
3 Años hace

Y el «milagro» para cuando?. La misma blabladera. El mismo libreto para seguir viviendo del cuento del negocio de la «fe».