Hacer periodismo en Haití sigue siendo extremadamente peligroso
PUERTO PRINCIPE.- Dos reporteros muertos y otros siete heridos es el balance de un ataque pandillero, lo cual ratifica que hacer periodismo hoy en Haití sigue siendo extremadamente peligroso.
El hecho ocurrió hace pocas horas en las cercanías del Hospital General, el centro asistencial más grande del país, en el que se espera su reapertura según anunció el ministro de Salud Pública y Población, Duckenson Lorthé.
Algunos medios mencionaron a Markenzy Nathoux y Jimmy Jean como los comunicadores baleados e informaron que los pandilleros -con el control de más del 80 por ciento de Puerto Príncipe- dijeron que no habían autorizado la apertura del nosocomio.
Recientemente el jefe de la coalición de pandillas Vivamos Juntos, Jimmy Chérizier, alias Barbecue, amenazó a varios reporteros.
Durante una transmisión en directo en la plataforma TikTok, los periodistas Guerrier Dieuseul, Johnny Ferdinand, Loucko Désir y Essaue César fueron intimidados por Barbecue.
El expolicía le pidió a su colega Vitelhomme Inocent, otro influyente líder de banda, que apunte específicamente a Dieuseul y Ferdinand por su postura contra Vivamos Juntos.
Sin arrepentimiento, Barbecue admitió estar detrás del secuestro de Lucien Jura, un experiodista, precisó el medio digital Kominotek.
El mensaje de Barbecue a la prensa muestra la creciente audacia de las pandillas en Haití, que ya no parecen temer presentarse públicamente para intimidar a quienes los denuncian.
Haití afronta el riesgo de convertirse en una zona de silencio mediático, a causa de los ataques a la libertad de prensa y a las trabas que hoy impiden a los periodistas realizar su trabajo.
Tal situación trae graves consecuencias para el acceso a la información de la ciudadanía y del mundo.
De acuerdo con el diario digital Haití Libre, los periodistas alarmados huyen, reducen su cobertura mediática o abandonan la profesión por completo.
Desde enero de 2022, 13 trabajadores de los medios de comunicación fueron asesinados, otros sufrieron heridas y varios reporteros vivieron la amarga experiencia de ser secuestrados.
Todos esos elementos convierten a Haití en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo.
Las pandillas también atacan y saquean las sedes de la prensa, tal es el caso de los diarios Le Nouvelliste y Le Moniteur.
Según una encuesta de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, divulgada por el rotativo haitiano, el 76 por ciento de los periodistas sufrió amenazas relacionadas con su profesión y el 62 fue blanco de acoso verbal y en línea.
Detalla la pesquisa, que 30 por ciento fue víctima de amenazas físicas y 54 indicó que el asedio tuvo impacto en su trabajo.
arc/joe