Grandes retos del PRM
Por NELSON LUCIANO
Hace poco tiempo que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) terminó exitosamente el proceso de elección interna, y ya se perfila como una agrupación puntera de la oposición política dominicana, con miras a las venideras elecciones del 2016.
Para que esta agrupación pueda colocarse a la cabeza de un frente opositor capaz de desplazar de la dirección del Estado, al Partido de la Liberación Dominicana, dependerá de varios factores, de los cuales señalaremos los dos más importantes:
a)La elaboración inmediata de un programa de gobierno creíble con propuestas para la solución de los problemas más acuciantes, y que como idea principal contemple el cambio de los modelos políticos y económicos, considerados como la fuente de todos los males que ha venido arrastrando la sociedad durante las últimas décadas.
b)La delegación de autoridad en lo mejor de sus dirigentes para llevar a cabo la difícil tarea de la concertación, con los sectores políticos y sociales a favor del bien común, y no de los intereses políticos, con el propósito de ganar las elecciones y hacer un gobierno de unidad que cambie la dirección por donde hemos sido conducidos en los últimos 50 años.
Atendiendo al método empleado para el entendimiento entre las partes, más que al contenido de la oferta electoral, podíamos tener una idea de la clase de partido a que pertenece el PRM, si será un instrumento de la nueva clase política a favor de las mejores causas, o si por el contrario pasaría a formar parte de los partidos del sistema.
Del PRM que lo mucho que sabemos es que surgió de las entrañas del PRD por las luchas de intereses de sus dirigentes principales, vive junto a su candidato y líder un buen momento político por el resultado de su convención, mientras que a lo interno de la organización, luce indefinido sobre cual camino avanzar; si por el que conduce a la concertación con las nuevas fuerzas en base a los principios, o por el que apunta a las viejas organizaciones en función de oportunismo y clientelismo.
Esta organización considerada por algunos como partido base del frente opositor, tendrá que jugar su rol de conciliador, rompiendo la disgregación y fortaleciendo la unificación, reconociendo que un PLD en el poder no es tan fácil de vencer, y aunque muestren división, “son como aves del mismo grupo, en el día separados y en la noche duermen juntos”.
Este partido que ha sido colocado por el azar en una posición determinante en el difícil momento histórico que vive el pueblo dominicano, tendrá que colocarse a las alturas que demandan las circunstancias, ya que la sociedad esta atenta al accionar de la nueva clase política, esperando soluciones y cambios que no sólo sean de caras, o el famoso “Quítate tú pa’ ponerme yo”.
Quiero terminar haciendo la siguiente precisión, para el PRM lograr el éxito de la concertación las decisiones tienen que ir alineadas con los deseos de la población, para salir del engaño y la frustración, que han representado los gobiernos del Partido de la Liberación.

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