ESPAÑA: Desaparece uno de los acusados del asesinato de un joven dominicano

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Por MIGUEL ÁNGEL ZAMORA

ESPAÑA.- La desaparición de Hoover C.V., uno de los cuatro acusados de la muerte del dominicano Dawry Vilorio Almonte, cuyo juicio debería reanudarse esta mañana, ha obligado a la paralización momentánea de la vista, que se ha tenido que reanudar con dos horas de retraso y sin su presencia pese a que la Policía Nacional busca al súbdito colombiano al que se atribuye el papel de conductor del vehículo usado para llevar a la víctima a la escena de su muerte. Hoy no se ha presentado al juicio.

Hoover tuvo serios problemas en la jornada de ayer para hacerse entender en el interrogatorio de su abogada y se mostró especialmente nervioso durante la sesión. Esta mañana no se le ha podido localizar y se ha decidido seguir el juicio sin él.

El procesado negó ayer haber formado parte del plan para acabar con la vida de la víctima, a quien el autor confeso, Erasmo, atribuía un robo cometido en su casa la mañana del crimen. Según la versión de la fiscal, por la tarde concertó una cita con Dawry, a la que le llevó en coche Hoover acompañado por los otros dos sospechosos, Amaurys y Jonatan.

Fueron con él a Villavente y allí Erasmo acabó con su vida de un disparo. Luego se fueron del lugar y volvieron para recoger la cartera de la víctima. El cuerpo apareció dos días después y tras la investigación, en la que llegó a haber catorce imputados, se llegó al juicio de hoy.

Amaurys y Jonatan niegan tener constancia de que se iba a cometer el crimen y aseguraron ayer que no lo denunciaron por miedo a Erasmo: «Nos apuntó con la pistola y amenazó con matarnos a nosotros y a nuestras familias».

La vista se ha retomado con la testifical de los dos guardias civiles que acudieron en primer lugar tras el aviso de la aparición del cadáver. «Los autores tenían que estar familiarizados con la delincuencia porque se cuidaron de hacer desaparecer el móvil y la documentación de la víctima», explicaron en sala los agentes de la Benemérita. «Con eso se consigue retrasar la identificación».

Pese a que algunos testigos manifestaron la existencia de dos disparos, la Guardia Civil solamente encontró un casquillo, el que tenía el fallecido en la cabeza. «La primera persona que nos apuntó al sospechoso fue la novia de Dawry. Nos dijo que él había concertado una cita con Erasmo». El autor confeso del crimen había borrado los mensajes de whatsapp de su última conversación con la víctima y despertó las primeras sospechas.

Hubo numerosos investigados al principio «porque se trataba de un paraje muy apartado de Villavente y sin embargo había numerosas personas vinculadas al tráfico de drogas que habían estado bajo la cobertura de la antena de telefonía móvil en aquellas horas», señalaron los agentes.

«Tenía toda la pinta de haber sido una ejecución», explicaron los guardias. «Por la zona y por la herida en la mano, que demostraba que la había puesto delante, a modo de defensa, antes del disparo». Una explicación gráfica: «A este chico le hicieron una croqueta para eliminarlo».

La banda de rodadura de las ruedas del vehículo de Hoover permitió identificarlo como primer investigado. «La grabación de las cámaras demuestra que su coche subió a Villavente con cinco personas y volvió solo con cuatro. Lo detuvimos y el relato de los hechos que nos dio cuadraba totalmente con los datos de las antenas de telefonía. Hizo una cronología completa de los hechos y las pruebas que teníamos la corroboraban plenamente», aseguraron los agentes.

«Erasmo tenía un plan para matar a Dawry, en el que Hoover era el taxista y no podríamos precisar si Amaurys y Jonatan fueron por voluntad propia o amenazados», resumieron los investigadores.

También han testificado la hermana y la madre del fallecido.

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