Entendiendo el conflicto palestino-israelí

Estos días se libran muchas guerras, materiales, económicas, diplomáticas, políticas, psicosociales y las mediáticas, es por ello que, ayudado de las investigaciones y trabajos de nuestro amigo el profesor Mauricio Meschoulam editorialista del Universal de México, pretendemos, en un ejercicio de varias entregas, arrojar un poco de luz sobre este intratable tema en que se ha convertido el conflicto Palestino-Israelí. A simple vista se podría pensar que este conflicto, así como el árabe-israelí, data de siglos, algo que no es así, pues lo cierto es que empezó a desarrollarse desde hace algunas décadas, obedeciendo su conformación a factores diversos, entre los que podríamos señalar, decisiones tomadas a lo largo de este período de tiempo por actores internos y externos en donde han primado sus distintas visiones, sus aspiraciones encontradas, así como sus enconos acumulados durante estas décadas de guerras y hostilidades, que han asignado a cada una de las partes enfrentadas importantes responsabilidades que convierten a este en uno de los conflictos más intratables de la historia. Por lo general se observa que, los diferentes emisores pretenden convencidos dar fuerza a sus argumentos, para persuadir a sus audiencias, resaltando andanadas de generalizaciones y reducciones, principalmente en asuntos en que ambas partes ya están de acuerdo desde hace tiempo; ejemplo de esto es el derecho del Estado de Israel o del Estado Palestino a existir, que no es algo que actualmente está en debate entre el gobierno israelí y la Autoridad Nacional Palestina. Dado que desde los acuerdos de Oslo en la década del noventa, ambas partes decidieron reconocerse y sujetarse a la alternativa de «dos Estados para dos pueblos», lo cual es avalado por la mayor parte de ambas sociedades, excepto por Hamás y la Yihad Islámica del lado palestino, o los partidos de extrema derecha del lado israelí. Organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconocen la legitimidad de ambos Estados. Por ende, traer esa discusión a los medios como es natural hace imposible abordar otros asuntos relevantes, que no se han podido resolver y al final provocan situaciones de crisis como la que se vive actualmente. En este punto se hace necesario, clarificar de una manera simple, algunos términos que se evidencia son necesarios, que si bien pueden ser conocidos por unos, pueden ser desconocidos por un gran número de personas, para los cuales se pueden tornar bien confusos. Judío es la persona que profesa la religión de Moisés. Israelí es el ciudadano del Estado de Israel. Israelita es quien desciende de las históricas tribus de Israel. Judío e Israelita son términos coloquialmente intercambiables, pero no todos los israelitas o judíos son israelíes ya que no todos son ciudadanos del Estado de Israel. Sin embargo como sucede en cualquier pueblo o nación, no todos los judíos o los israelíes coinciden con el proceder del gobierno del Estado de Israel o con las acciones de todos los ciudadanos de ese estado. Para prueba de ello, puede echar un vistazo a la prensa de ese país y se dará cuenta de la diversidad de puntos de vista en torno a muchos temas. Musulmán es la persona que profesa la religión de Mahoma. Árabe es quien pertenece a un amplio grupo humano multiétnico, que, aunque proviene originalmente de la península arábiga, habita vastas zonas principalmente dentro del Medio Oriente y el Norte de África, pero también fuera de esta región debido a diversas migraciones. Esta amplia población comparte rasgos culturales, idioma, y determinados componentes históricos, entre otros elementos. Los árabes preceden al Islam y Si bien no todos los árabes son musulmanes, tampoco todos los musulmanes son árabes. Palestino es el nombre con el que actualmente se conoce a los árabes que habitan o proceden de las tierras de la Palestina histórica, en parte de la cual hoy en día está establecido el Estado de Israel. Sin embargo, los ciudadanos judíos que habitaban en Palestina antes del surgimiento de ese estado, eran conocidos también como palestinos, los palestinos judíos. Conviene de nuevo hacer hincapié en que no todos los israelíes (ciudadanos del Estado de Israel) son judíos. Hay israelíes que son cristianos, musulmanes o que profesan otras religiones. Hay israelíes que son árabes palestinos, que cuentan con ciudadanía de ese país, que pagan impuestos, votan y tienen representación en el parlamento en Jerusalén. Sin embargo, la mayor parte de los palestinos no habita en territorio israelí, una gran cantidad de ellos vive en Cisjordania y en Gaza, territorios que Israel ocupó desde 1967, y se retiró de Gaza unilateralmente en 2005. Muchos otros palestinos y su descendencia viven en el exilio, entre campos de refugiados, ciudades y aldeas ubicadas en distintos países árabes. Musulmán no es lo mismo que islamista. El islamismo o Islam político busca la implementación de la Sharia o ley islámica como forma de gobierno para un determinado territorio. Algunos islamistas tienen estos objetivos para lugares o países muy específicos y buscan lograrlos a través de métodos pacíficos como elecciones y votos; partiendo de ahí, hay un amplio espectro que llega hasta la militancia radical y que busca esos fines pero mediante métodos violentos. Algunos de estos grupos militantes islámicos buscan establecer un califato global. No todos los palestinos o los árabes en general son musulmanes, ni mucho menos comulgan todos con al islamismo o el islamismo militante radical. Existen cientos de millones de musulmanes en el mundo, y solo hay algunas decenas de miles de islamistas militantes.

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