Encauzamiento de las pensiones
El Comité Ejecutivo Nacional del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), sometió hace ya más de 7 meses al Poder Ejecutivo; y a través del Instituto de Previsión y Protección del Periodistas (IPPP), un listado de aproximadamente 160 periodistas, miembros del gremio, los cuales solicitaron ser pensionados debido a que padecen de serias enfermedades y el gobierno presidido por el presidente, Luis Abinader se ha mostrado apático e invidente ante las peticiones de esta camada de profesionales que por años sirvieron a la sociedad y pagaron cientos de miles de pesos por concepto de impuestos.
Las pensiones de los periodistas calificados y no calificados, están encausadas, engavetadas en los más recónditos archivos de la Dirección General de Pensiones o quizás en el Palacio de Gobierno y a la espera de que al presidente le toquen las venas de la solidaridad.
Es preciso recordar que dos meses después de celebrarse el “Día Nacional del Locutor” (18 de abril 2023), el presidente Abinader, a través del Poder Ejecutivo, “dispuso la pensión de 98 locutores dominicanos y reajustó las pensiones de otros 10 profesionales del micrófono, mediante el Decreto 256-23, (portal del gobierno, 16 de junio 2023), con una subvención mensual de 35 mil pesos.
¿Qué está pasando con Aurelio Henriquez (presidente del CDP), Olivo de León (presidente del IPPP) y Luis Abinader (presidente constitucional? ¿Será que ya no están comiendo en el mismo plato? ¿Será que los gremialistas no responden a las avenencias del ejecutivo? o ¿Será que la propuesta de las pensiones es fraudulenta?
Los gobiernos y los políticos les han perdido el respeto a los periodistas y, por ende, a los medios de comunicación, a pesar de que son usados para promover sus campañas políticas y sus desafueros en la administración pública. Periodistas y comunicadores convergen con el sistema y cada cuatro años se convierten en el réquiem de denuncias y acusaciones por actos de corrupción y el mal manejo de los recursos del estado mediante el cabildeo de ministros, funcionarios y políticos con poder adquisitivo que buscan ser favorecidos cada cuatro años.
El país está segmentado por millones de personas convalecientes, desgastadas físicamente, entre ellos, periodistas y comunicadores que tienen años enfermos, con expedientes engavetados, polvorientos, en espera de que el gobierno apruebe las pensiones. La mayoría de esas personas, muchos de ellos fallecidos, otros en el ocaso de su vida, han sidos rechazados por este asqueroso y putrefacto sistema político-partidista, lo que significa que estamos jodidos producto del desenfreno, la dejadez y la corrupción administrativa.
De acuerdo con la Ley No. 379-81: “Se establece para el beneficio de una pensión a funcionarios o empleados civiles, un tiempo mínimo de veinte (20) años de servicio en cualquier institución o dependencia del Estado y haber cumplido sesenta (60) años de edad”. La dirección de pensiones tiene engavetadas solicitudes de pensiones de ciudadanos que trabajaron más de 30 y 40 años en los sectores público y privado sin recibir ninguna respuesta. El gobierno se ha encargado de incumplir la Ley y violar la Constitución.
Es cierto, los gobiernos son culpables del descalabro existente en el país, claro, no se puede dejar de soslayar el compromiso que tienen los periodistas y los medios de comunicación cuando el sistema se muestra fallido ante las causas siderales del pueblo. Los periodistas también son culpables por someterse a las ideas ajenas, deponiendo las propias.
El gobierno tiene la obligación de aprobar las pensiones de todos los ciudadanos dominicanos que cumplen con el mandato de la Ley. Para lograr esta iniciativa, es preciso que los medios y sus empoderados (los periodistas) cambiemos el modelo de ejercer un periodismo barato, sin ambiciones, sin compromiso social, sin influencia, sin ética y sin dignidad.
La estructura reeleccionista, dictatorial y oportunista del CDP, se ha dejado doblegar por el sector político. Le solicitamos que cambie y permita que otra generación se abra paso a nivel dirigencial.
jpm-am