El nuevo color de la esperanza

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EL AUTOR.

El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) está inmerso, en los actuales momentos, en un proceso de auscultación interna con el propósito de examinar y desterrar de su práctica política, todos aquellos vicios que en los últimos años han afectado su dinámica y han paralizado su acción, hasta el punto de perturbar su desempeño electoral. Los bajos niveles de aceptación ciudadana se ha traducido, de manera recurrente, en una evidente falta de confianza y, esa circunstancia, nos mantiene postergados en la estima popular. Nuestro posicionamiento ha sido anémico, hemos participado en procesos electorales en los cuales nuestra votación ha sido pobre, incluso, por debajo del 5% que establece la ley como mínimo para conservar la personería jurídica. ¿Qué debemos hacer para cambiar ese panorama sombrío y para abrirle la puerta a la esperanza? Lo primero es marcar un cambio de rumbo, no podemos esperar resultados diferentes si hacemos las mismas cosas. Nuestro partido tiene que modernizarse y eso implica, no solo el uso te la técnica y la ciencia en la gerencia política, sino fundamentalmente el cambio en nosotros, en los recursos humanos que habremos de poner en práctica las acciones diseñadas, las que nos van a permitir recuperar nuestra posición de vanguardia frente al electorado. Quique Antún está trabajando activamente en lograr esos designios. Está formando los cuadros en cada área mediante la celebración de talleres y seminarios diversos, todo con el propósito de dotar a los reformistas de las herramientas teóricas imprescindibles que les permitan un desempeño eficiente en la mecánica política. La política hoy en día se hace con un sentido matemático, todo se somete a estudio, todo se mide, nadie improvisa, por esa razón no podemos quedarnos a la zaga, si es que aspiramos a avanzar y convertirnos en una auténtica opción de poder. Nuestro país está en una situación de pobreza como nunca, no obstante el crecimiento experimentado en los últimos años, crecimiento que solo ha beneficiado a un núcleo muy selecto de la sociedad, especialmente a la burocracia estatal. . Vivimos en una sociedad de gente excluida, insegura, insalubre, con grandes carencias educativas, falta de viviendas y de servicios básicos elementales como son la energía eléctrica y el suministro de agua, nuestros jóvenes están desempleados, los ingresos se reducen a consecuencia de la inflación, no tenemos protección ante la ambición de los especuladores. Estamos alarmados por los hechos de violencia, corrupción, impunidad, en fin, vivimos en una sociedad marginada y con un elevado índice de insatisfacción, no obstante los ingentes esfuerzos que hace el presidente Danilo Medina por cambiar ese panorama. El PRSC tiene la obligación de cambiar ese panorama y de llevar bienestar a los dominicanos sin distinción alguna. Quique está aceitando la maquinaria, está haciéndole los ajustes necesarios para que podamos lanzarnos al ruedo en pos de la victoria, y alcanzarla con la ayuda de Dios y de todos los reformistas. Lo primero es que tenemos un nicho tangible para crecer, tenemos que trabajar con las mujeres y los jóvenes, claro está, sin olvidarnos de los mayores. Es que en la mujer y los jóvenes está la fragua donde habrá de gestarse nuestro triunfo. La mujer ocupa el 52% de nuestra población, el 61% de la población tiene menos del 37 de años, y la edad predominante está entre los 20 y24 años, lo que indica que este es un país de gente joven, la cual ha dado muestras de desencanto e indiferencia por la actividad política. Lo importante es que hemos identificado nuestro blanco de público, sabemos con cual segmento es que podemos emprender la acción, a quien dirigir nuestro mensaje, para que podamos avanzar. Pero, ¿Cuál mensaje? Es obvio que no podemos continuar con los mismos mensajes tradicionales, debido a que la sociedad hace tiempo que cambió. Ya la gente tiene otras expectativas, otros anhelos, otras esperanzas. Descifrar ese código es nuestra tarea para poder influenciar en la gente y ganarnos su confianza. Estamos en esa etapa, hemos partido de cero, vamos a construir un partido poderoso entre todos, sin exclusiones, con la participación de todos. Tenemos que depositar nuestra confianza en Quique, el presidente del PRSC es un hombre maduro, superado en su formación, con una vasta experiencia política y, lo más importante, está inspirado en el propósito de hacer un gran partido, un recipiente político de envergadura, para servir al país y a todos los reformistas. Nuestra meta inmediata es la de concurrir solos a las elecciones del 16, con esa decisión estamos interpretando el sentir de los reformistas de todo el país. Y, posteriormente, clasificar para que podamos concurrir a una segunda vuelta, esa no es una meta imposible de lograr en el actual contexto político, si logramos ese objetivo inmediato, vamos a ganar las elecciones, porque ningún partido en el país tiene la capacidad del reformismo para concertar acuerdos, ni modula la generosidad de nosotros para cumplir con lo pactado. Por eso es que el reformismo es el nuevo color de la esperanza. sergioacevedo_08@hotmail.com

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