El museo del 11S supera previsiones de visitantes
NUEVA YORK.- Más de 300.000 personas han visitado el museo del 11 de Septiembre desde que abrió hace más de un mes, superando las expectativas, según dijeron esta semana sus responsables.
Se trata de un buen comienzo para el museo de la zona cero, según los organizadores. El centro había causado una cierta polémica en torno a los 24 dólares que cuesta la entrada.
La asistencia total ha superado las previsiones en torno a un 5 por ciento desde que la institución abrió al público el 21 de mayo, con acceso a supervivientes y familiares de víctimas desde seis días antes, señaló su presidente, Joe Daniels.
Joe Lock y su familia visitaron el World Trade Center en un viaje desde Fort Wayne, Indiana, un mes antes de los atentados terroristas de 2001. A su regreso a Nueva York este mes, «esta es una de las primeras cosas que queríamos ver», dijo el martes al salir del museo.
«Te cura un poco», dijo Lock, director de laboratorio de 56 años.
Construido entre el lugar donde se levantaba las torres del World Trade Center, el museo subterráneo está diseñado como un complemento histórico a la plaza monumental y las fuentes de la superficie. En sus salas hay perfiles de las casi 3.000 víctimas, grabaciones de supervivientes narrando su historia y artefactos como una enorme columna de los edificios o zapatos que quedaron atrás cuando la gente huía de las torres en llamas.
Los organizadores han dicho que esperan atraer 2,5 millones de visitantes al año, y Daniels señaló que estimaban unos 1,5 millones de personas desde su apertura y hasta el final de 2014.
Además de servir como una medida del interés por el lugar, el número de asistentes es clave para las finanzas del museo. Las entradas financian buena parte de los 63 millones de dólares al año que cuesta mantener el museo y el monumento (el acceso a la plaza es gratuito). El centro no recibe dinero del gobierno.
Sin embargo, algunas familias de víctimas del 11S han criticado el precio de las entradas, que consideran prohibitivo, aunque otros parientes de víctimas opinan que es necesario para mantener las cuentas del museo saneadas.
jt/am