El monstruo populista que nadie puede detener

Las dos corrientes políticas dentro del PLD con posibilidades de sentar su gente en las elecciones municipales de febrero  2020, no presentan un plan económico que le haga ver a los alcaldes y regidores cómo los ayudaran y si contarán con recursos de la Liga Municipal. Ya están cansados de promesas. Lealtades están divididas.

Por la otra parte, la gente del Cambio insiste con que esa será una elección de carácter aliancista porque se ponen en juego derechos municipales tan importantes como la libertad de manejo presupuestario de estos y propicia las alcaldías a subordinación al Ejecutivo y a la Liga con su poder político para tener un control absoluto tipo Dictadura disfrazada de democracia.

En definitiva, no es otra cosa que establecer una autocracia vía el voto, como ya ha ocurrido tantas veces en la historia de la humanidad.

No cabe dudas que el peledeísmo siempre ha tenido fuertes inclinaciones autocráticas, personalmente tuve que soportar esa arrogancia, ellos son los únicos que tienen la verdad y todos los datos.

Así que no tengo dudas de la importancia de los derechos municipales que se ponen en juego en esta elección. Sin embargo, apelar a ese argumento para ganar la elección, no me parece que sea la mejor opción.

Los populismos autoritarios apelan al argumento de decir: Ud. es pobre y la pasa mal porque aquel otro es influyente frente a presidencia, y es rico. La riqueza de unos es causa de la pobreza de otros reza el credo populista.

El paso siguiente es expoliar impositivamente con tasas municipales al que progresó trabajando y arriesgando su capital para repartirlo entre los que menos tienen, todo en nombre de la justicia social y solidaridad comunal.

Tanto el candidato a presidente como una posible candidata a vicepresidente del pld acaban de afirmar que los que más tienen deberán aportar más, como si trabajar y progresar fuera un pecado que merece ser castigado.

El resultado de estas políticas es el desestimulo para producir porque la gente siente que el fruto de su trabajo se lo quita el Estado para dárselo al que no produjo.

Al desestimular la producción baja la inversión, los puestos de trabajo y crece la pobreza.

En definitiva, si llegamos a esta debacle tan grande es porque gobierno tras gobierno se encargaron de expoliar a los sectores productivos.

Ahora bien, si se acepta esta visión, lo importante de las próximas elecciones es que se ponen en juego los derechos individuales, pero se gana por la economía: el recontra repetido slogan de campaña de Clinton:

Ahora bien, de cara al futuro, las dos fuerzas políticas con mayores posibilidades de ganar no presentan un plan económico que le haga ver a la gente un futuro, porque si bien es cierto que hay un voto castigo, también es cierto que el voto castigo fue quien sostuvo que la emisión monetaria era una opción disponible para financiar el déficit que dejó Hipólito con Baninter. Eso y pavimentar el camino a la hiperinflación es lo mismo, considerando que nadie quiere tener un duarte peso, sino muchos dólares.

¿O acaso piensa el BCRD que alguien demanda pesos en el sentido de atesoramiento?

Peso que tiren al mercado, peso que se va a la inflación y consumo.

Las bocinas, dicen paciencia, miren,  hay crecimiento económico en RD, pero nadie ve su bienestar a menos que esté en la cúpula. Ese humo de gradualismo ya se lo vendieron a Danilo Medina y terminamos en el desastre actual.

Darle el pésame por la muerte de su padre en estos 9 días, es loable, justo y solidario, espero ahora entienda que llevar las cosas despacio trae muerte, hay que actuar rápido para salvar vidas dominicanas.

Miren: Es imposible crecer con un sector público consolidado que aplasta al sector privado con un gasto del 47% del PBI. Y menos se puede crecer sin moneda y con intenciones confiscatorias de los ingresos diciendo que los que más tienen más tienen que pagar al tiempo que se mantiene una legislación laboral con liquidaciones por cesantía, que espantan a cualquier empresa de contratar personal.

Es tal el problema económico que hemos acumulado a lo largo de décadas de populismo que las principales fuerzas políticas se niegan a enfrentar la realidad y por eso formulan propuestas sin sustento como: hay que ponerle plata en el bolsillo a la gente para reactivar el consumo interno, de esto se sale con crecimiento (como si se creciera por decreto), todos los días estamos un poquito mejor y cosas por el estilo.

Nadie formula una propuesta completa de reforma del estado, del sistema tributario, de la legislación laboral, monetaria y financiera. Todos creen que pueden toquetear las variables haciendo sintonía  fina cuando por delante tenemos un gigantesco problema económico.

R.D. está en un serio problema económico y ninguna de las fuerzas políticas ofrece una solución.

Y aquí llegamos a un punto crítico. Considerando que la democracia se ha convertido en una competencia populista y teniendo en cuenta que todos los meses pasan por la ventanilla del Estado 1.9 millones de personas a buscar un cheque, mientras que solo 4,5 millones trabajamos en blanco en el sector público y privado.

En otras palabras, seguir con el discurso populista. Unos porque lo ven como un negocio político, otros porque dicen que no se puede cambiar porque te incendian el país, lo cierto es que la cultura de la dádiva ha crecido tanto en nuestro país que se ha transformado en un monstruo que nadie quiere enfrentar.

Infinidad de planes sociales, millones de empleados públicos que son desocupados encubiertos y millones de jubilados que poco aportaron y reciben una jubilación son un peso muerto que impide crecer.

Si uno propone comenzar a arreglar este problema, la respuesta inmediata es: ¿y qué hacemos con toda esta gente, la dejamos morir de hambre?

Pero nadie piensa en los 6,5 millones de personas que todas las mañanas, con tapones, calor, lluvia, piquetes y demás problemas se levantan para trabajar cada día y son sometidos a un sistema de cuasi esclavitud fiscal para sostener a la gran masa de votantes que está en los 1.9 millones que todos los meses pasan por la ventilla del estado a llevarse un cheque.

Los políticos dominicanos han creado un monstruo populista al que nadie se le anima. Pero ese monstruo no para de crecer y, de seguir así, terminará de destruir a la R.D.

Por eso ninguno se anima a hablar. Nadie quiere enfrentar al monstruo populista que está haciendo trizas….

johnsanchez44@hotmail.com

JPM

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