El legado de un Presidente

Es bien sabido por todos los lectores, que el Colegio de Abogados de la República Dominicana (CARD), es una entidad corporativa de Derecho Público y con carácter autónomo, administrativa y financiera, que posee personería jurídica y su estructura se compone de profesionales del derecho regulados, que ejercen la actividad jurídica conforme las normas legales establecidas; con un control deontológico sobre el ejercicio de la profesión jurídica en el marco de un ejercicio prístino enmarcado dentro de la ética jurídica.

Siendo esta la principal función de la entidad, es preciso señalar que el mismo, se encuentra bajo las premisas del fortalecimiento institucional, con la implementación de su Ley orgánica 3/19,creando nuevas instituciones como es el Consejo Nacional de los Abogados, verdadero cogobierno, que descentraliza y empodera en las tomas de decisiones a la Abogacía Nacional, y tomando en cuenta a las seccionales, recibiendo por primera vez los recursos financieros por mandato de la ley.

Otro aporte que trajo esta nueva norma es la creación del Instituto de Previsión Social del Abogado, que vino a llenar una falencia, en la asistencia social del abogado, dirigido en estos momentos por el mejor amigo de los abogados el DR. DIEGO BABADO TORRES, dándole significado al título de esta columna, El LEGADO DE UN PRESIDENTE.

En ese orden, es preciso señalar la destacada labor al frente del mismo, que ha venido desempeñando el DR. Miguel Surun Hernández, quien se ha preocupado por hacer ondear en alto la bandera del compromiso social, que implica el ejercicio de una función como la dirección del Colegio de Abogados en el país.

Surun Hernández en sus distintas gestiones se ha esforzado por invocar toda la clase jurídica nacional, sin importar el área de especialidad, simpatías partidarias o cualquier otra acepción relativa a género, raza o color.

Sus empeños por fortalecer el gremio, han sido tan notorios que pueden observarse en el impacto que ha generado a nivel nacional, el funcionamiento de la Escuela Nacional del Abogado (ENA) la cual a pesar de existir desde hace un buen tiempo, permaneció “dormida y apagada” ante la luz pública, hasta ser rescatada bajo la gestión del actual Presidente y la coordinación de notables juristas, como es el caso del Dr. Víctor Céspedes Martínez,

 quien funge como su actual Director a nivel nacional; denominándola en la presente gestión como Escuela Nacional del Abogado Dr. Ramón Pina Acevedo Martínez, en honor al connotado jurista dominicano.

Otro de los aportes que han generado un impresionante impacto, ha sido la iniciativa de establecer contacto directo con los distintos Ministerios y Direcciones estatales, así como con entidades del sector privado, a través de quien se implementó el modelo de acercar el CARD al pueblo y poner a disposición de cada entidad el programa académico del mismo, con la intención de renovar y transformar, actualizando en conocimiento, a todos los abogados y abogadas a nivel nacional.

Fruto de estos esfuerzos, una serie de Cursos, Talleres y Diplomados han sido ofrecidos con facilidades para los abogados y abogadas dominicanas, al punto de contar en múltiples oportunidades, con enseñanza gratuita, como es el caso del Curso-Taller sobre Derecho Constitucional y Administrativo, ofrecido recientemente por el Prof. Español Francisco Masso Garrotte académico de la Universidad Castilla La Mancha, solo por citar uno de los tantos casos sobre el particular.

En tal sentido, se hace necesario poner a conocimiento de esta clase jurídica, que impecable disponibilidad de una estructura plenamente remodelada, ha sido la visión del actual Presidente, con la finalidad de que todos los abogados y abogadas a nivel nacional, puedan disfrutar de un nuevo Colegio de Abogados, donde pueda encontrarse esparcimiento, paneles de discusión, amplitud suficiente y adecuada para el desarrollo de actividades propias del derecho, así como la dotación de artículos y materiales modernos, como muebles, computadoras y sistematización de los servicios, llevando al CARD por sencillos, pero a la vez impactantes nuevos senderos.

El manejo adecuado de los recursos asignados, ha permitido ver crecer la entidad y fortalecer la planta física, como lo fue la gran inversión por valor de unos VEINTICINCO MILLONES DE PESOS DOMINICANOS CON 00/CENTAVOS (RD$25,000,000.00), que se entregara en el presupuesto de entonces que contemplada las partidas suficientes para la compra y remodelación del nuevo local nacional, proyecto que terminó en la adquisición de un inmueble financiado por demás, razón que no impidió pudiera remodelarse la casa vieja de la Ciudad Colonial, donde por varios años se vienen juramentando en ceremonia solemnes miles de abogados por el Presidente Miguel Surun y su junta directiva, llenando de orgullo y honor a los noveles abogados que se integran a la mejor profesión del mundo, ser abogado.

Sin lugar a dudas que el mejor LEGADO que EL PRESIDENTE, está construyendo en la conciencia de la abogacía nacional es su indeclinable defensoría que ejerce permanentemente en el foro nacional de los intereses de la clase jurídica, llámese jueces, fiscales, defensores públicos y sus más de 70 mil hombres y mujeres de la toga y el birrete.