El indio fue por lana y salió trasquilado

Siempre he manifestado a través de mi  humilde opinión escrita por este medio digital, que si bien entendemos que la política es una ciencia noble, excelsa y en busca del bien común, no pensamos lo mismo en relación a  los pérfidos líderes que en ella incursionan,   buscando sus propios beneficios e intereses personales y en aras de aviesas intenciones ideológicas y/o partidarias.
   En ese tenor y en busca del poder, el dinero, la fama, mandar y gobernar, es que vemos incurrir en esa actividad a corruptos, dictadores, cínicos, hipócritas, malévolos, traidores y, sobre todo, a los oportunistas políticos.
Pero, qué es el oportunismo políticos?  Bueno, eso lo podemos definir diciendo que: es la manera de responder a las oportunidades  presentadas, la cual conlleva a priorizar el interés propio relegando al mismo tiempo valores éticos para obtener objetivos o metas propuestas. Veamos en consecuencia con esta definición, a un oportunista político que las cosas les salieron como él no pensaba.
Sinopsis de un triple enfrentamiento
 
   El pasado 23 de febrero del año 2019,  justamente  se cumplía un aniversario más de la pérdida del territorio que le daba salida al mar a Bolivia, cuando hace más de un siglo, perdió el mismo en la Guerra del Pacífico  sostenida entre Chile, Perú y Bolivia, resultando vencedora la tierra de Bernardo O’ Higgins.
   Ese enfrentamiento (1879-1884)  tuvo sus orígenes,  cuando el gobierno de Bolivia impuso un gravamen por quintal al salitre que exportaba Chile mediante un contrato privado de exportación. Este acuerdo comercial establecía que Bolivia no incrementarían los impuestos sobre el salitre por un período de 25 años, osea,  hasta el 1889 ya que dicho acuerdo fue establecido  en el 1874. Al Chile verse afectado mediante esa violación al pacto comercial establecido, decidió invadir a Bolivia generando un enfrentamiento que arrastró al Perú.
   Fruto de esa guerra, Chile le arrebató a Bolivia unos 120,000  kilómetros cuadrados de territorio,  así como también unos 400 mil kilómetros de costa a Bolivia. Por su parte, al Perú le fue desmembrado unos 59 kilómetros cuadrados, los cuales comprendían el Departamento de Tarapacá y la provincia de Arica, que hoy forman parte del territorio chileno.
   Fruto de muchas negociaciones entre las partes, se firmó un Tratado en 1904 que estableció la delimitación territorial actual, en donde se disponía que Chile extiende su soberanía hasta la frontera con Perú y la de Bolivia no alcanza hasta llegar al mar.  En otro aspecto del mismo Tratado, se estableció como una especie de compensación a Bolivia, que ésta nación tuviera a perpetuidad un amplio derecho a tránsito comercial por territorio chileno y acceso a los puertos del Pacífico. Estableciéndose por igual, que Bolivia tiene acceso libre de impuestos al norteño puerto chileno de Arica con La Paz. Amén de disfrutar también del ferrocarril que enlaza Arica con La Paz construido totalmente por Chile.
El oportunismo político del Indio Aymara
 
   Como buen izquierdista que es, siempre pensando en mantenerse en el poder al ellos considerar que son los únicos llamados a gobernar eternamente  e irrespetando la voluntad de los pueblos, como fue el caso de Bolivia que mediante un referéndum celebrado el 21 de  febrero 2016,  el pueblo boliviano votó  con un  «NO» la decisión de Evo Morales de postularse de nuevo para los comicios del 20119.
   Pero esos resultados no amilanaron  al  eterno aspirante  y maquinando siempre  a su conveniencia y esperando el momento propicio, Juan Evo Morales Ayma quiso hacerse el gracioso al ignorar el Tratado de 1904 y soslayando de forma aviesa lo que es la continuidad del Estado y querer obtener rédito político frente a su deteriorada imagen en Bolivia, al demandar a Chile frente a la Corte Internacional de La Haya en Holanda, a fin de que ésta nación le devuelva el territorio conquistado en la citada Guerra del Pacífico y obtener con ello su salida al mar.
   Con un resultado de 12 jueces votando en contra y sólo tres a su favor de un total de 15 jueces,  el Indio Aymara tuvo un serio revés frente a la citada Corte de manera irrevocable, contundente  y que echa por el suelo sus pretensiones electorales que iban  a tener un gran respaldo y elevar su figura ante el pueblo si  obtenía un  veredicto a su favor.
   Las confrontaciones entre naciones deben siempre motivar a los gobiernos a tratar de evitarlas al máximo, pues como sabemos, las mismas suelen ocasionar pérdidas de vidas humanas, dislocar  la economía de los países envueltos en el conflicto, destrucción de ciudades,  escasez de alimentos y, lo que es muy común: pérdidas de territorios que  casi siempre se anexa el vencedor.
   Es obvio entender la estrechez mental de este ex pastor de ovejas,  la cual no le permite comprender que los Tratados entre naciones se respetan, que existe entre las relaciones de países y pactos comerciales  que se amparan bajo  la continuidad del Estado, porque de lo contrario, todo se tornaría en un desorden internacional y que los vencedores en una contienda bélica entre naciones, su premio son las conquistas territoriales obtenidas así como los beneficios que de ella se derivan.
    Como bien lo señalara el presidente actual de Chile Miguel Juan  Sebastían Piñera Echenyque cuando dijo: «El presidente  Evo Morales de Bolivia ha creado falsas expectativas a su pueblo» y continuó diciendo: «También ha creado grandes frustraciones a su pueblo». Más adelante señaló: «Morales  ha perdido cinco años valiosos  en las sanas y necesarias relaciones que debe tener Chile con todos los países vecinos, incluyendo a Bolivia». (cierro la cita).
   La opinión que hoy se tienen en Bolivia en torno al resultado de este fallo, es un desconsuelo total y consideran que el gran culpable de esta debacle frente a la Corte de La Haya, es solamente Evo Morales Ayma. Ante esta situación de total frustración colectiva, el expresidente boliviano Víctor Hugo Cádenas Conde manifestó lo siguiente: «Morales es el culpable del peor fracaso histórico sufrido por la aspiración marítima boliviana» y continuó diciendo: «Su agresividad, su incontrolada locuacidad y su incomprensión del tema marítimo nos condujo al fracaso» (cierro la cita).
   Yo pienso que ese proceder del Indio Aymara, no es más que un grave lapsus mental, al pensar que desde La Haya él iba traer mucha lana para sus propósitos electorales y su permanencia eterna en el poder para imitar a sus canchanchán como los Ortega en Nicaragua, los Castro en Cuba y al cucuteño que de manera írrita ocupa el solio presidencial de Miraflores en Caracas.  Pero, como dice el conocido refrán: «Fue por lana y salió trasquilado»
   Este paso ridículo que dio frente a la Corte de La Haya Juan Evo Morales Ayma,  tratando con ello  de despertar el chauvinismo político en los bolivianos y encausarlos a su favor con miras a las próximas elecciones y  sus intentos de perpetuarse en el poder, al tratar de revivir algo que  su fracaso ya estaba sellado por la contundencia de los hechos históricos, fue algo pueril, estúpido y cursi desde el punto de vista político. Y esto me hizo recordar la frase que dijera el poeta, dramaturgo, novelista y científico alemán que tuvo una influencia inmensa en el Romanticismo Johann Wolfgang von  Goethe cuando dijo:
   «Eres, al fin y al cabo, lo que eres. Aunque te pongas una peluca con miles de risos,  aunque te pongas tacones con  un codo de altura, seguirás siendo lo que eres»
 
   Y Juan Evo Morales Ayma lo que realmente es, es un pastor de oveja de las alturas andinas; como conductor de autobús lo es  el lugareño de Cúcuta que ha llevado a la ruina a Venezuela y como   pederasta, dictador, asesino, corrupto y ladrón los es el sempiterno presidente de Nicaragua José Daniel Ortega  Saavedra.
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