El general en su laberinto
Es mejor que te respeten porque te quieran y no que respeten porque te teman.
No exijas que te nombren por el título que tú has conquistado con tu esfuerzo. No ponga distancia, no te deshumanice. Acércate a los demás. Los títulos y los rangos tienen su utilidad práctica, pero pueden prestarse a la insania y al despropósito. Úsalos para bien.
La ley nos hace iguales. Con frecuencia, nosotros hacemos mal uso de ella. Podemos usar la ley para garantizar el orden que permite relacionarnos con dignidad, decoro y respeto con los demás, o la usamos para enajenar sus designios e intentar imponer nuestra voluntad particular.
Los cargos, los rangos y los títulos están concebidos para lo primero, para desde un concepción clara y humana de ley facilitar su aplicación y promover el orden que deriva de ella. Cuando usamos la ley para imponer nuestra voluntad particular pervertimos su propósito.
Dejó mucho que desear ver un general solicitando con insistencia un gesto de reverencia, mientras él transgredía una norma ciudadana. Su autoestima se mostró resentida. Más que como ciudadano y persona, él insistía en que lo reconocieran como general.
Aunque en su afán de reconocimientos y reverencias, no se perfiló como una mala persona, no dejó de ocultar un manejo personal errático con la ausencia de comedimiento, de tacto y sabiduría. Esta situación presionante permitió ver un autoritarismo decadente que se debate en medio de una crisis de autoridad. No es extraño que estos dilemas repercutan en conflictos de personalidad, en confusión de roles individuales y colectivos relacionados al orden social.
El general se vio atrapado en su laberinto viviendo una confusión, un dilema entre su rango y su deber ciudadano. Todo era innecesario Por su vestimenta, por la forma de hablar y hasta por el vehículo en que andaba, símbolos de prestancia y poder en sociedades como la nuestra, no hay dudas, que el ciudadano en cuestión no necesitaba enrostrarle su rango a estos dos agentes para establecer una relación empática y persuasiva que facilitara los procedimientos de lugar.
Los dos agentes de la Digesett tenían claro su rol, la confusión entre ciudadanía y rango la tenía el general. Pero su prioridad, su necesidad era hacer sentir su jerarquía militar. Su preocupación no debía ser su rango, probablemente digna y merecidamente alcanzado, su actitud inmediata debía ser acogerse a la norma con cortesía y asentimiento de su falta.
Es hora de comenzar a comprender que las imposiciones particulares y los individualismos en una sociedad plural que avanza en su democracia están de pasada. Como sociedad tenemos que definir propósitos.
Con uniforme militar o sin él, ese joven general tiene la suficiente prestancia y la capacidad de persuasión necesaria para manejarse con dos sencillos agentes de tránsito que cumplían con su deber y ante los cuales no había que apelar a títulos para distraerlos de sus obligaciones.
El general, cortésmente, podía aparcar bien su vehículo, asumiendo una actitud ciudadana correcta, y seguía siendo general. El momento no demandaba un general, sino un ciudadano cortes apegado al orden que la ciudad consigna en su ordenamiento.
JPM

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Conclusión un Jeneral sin tropas no es general sin importar la institución esos analfabetos Policias no están preparando para tratar suidadano si uniera indentificado como general le dan un tiro como paso con el Coronel
Excelente no comentarios
EXCELENTE COMENTARIO SIN DESPERDICIO ESE SEÑOR DIJO 16 VECES QUE EL ERA UN GENERAL PARECE QUE NI EL MISMO SE LO CREE
Tomasito: La policia no es militar,pero si le hace el saludo a un ,militar es por cortesia,pero no obligatorio aun asi si el general hubiese pertenecido a La policia Nacional,el caso fuera diferente,pues si estaba en la obligacion de rendirles el saludo tan pronto se identifica, incluso no se si recuerda cuando Soto Jimenez ordeno que se quitara del Palacio de la Policia Nacional lo letreros que decian zona militar, con eso le envio un mensajes
2)bien claro de que ellos no son militares, el policia en cualquier partes del mundo esta por encimas de las personas que detienen cuando estan en ejercicio de sus funciones no importa quien seas,yo vivo en Estados Unidos y es vistos como se han detenidos Jueces y Policia a los cuales le han aplicados la ley igual que a los demas. Tomas Un saludos a tu familia, recuerda yo trabaje en la gasolinera de tu padre Don Tomas Gomez Checo,felicidades 21)
Háganle llegar este artículo al prepotente general de m..rda
Exelente articulo. Felicitaciones.
Totalmende de acuerdo
QUE CARAY ES UN GENERAL SIN UNIFORME, PREGUNTALE A FACUNDO CABRAL
Correcto
Las academias criollas, al parecer entrenan los militares para que sean arrogantes, cuando lo que debieran es enseñarlos a ser ciudadanos correctos. Se dice que en cada dominicano se esconde un trujillito.
Jose Novas. No generalice, tu sabes que hay mucho dominicanos que no tienen esa actitud, incluyendo militares, y que odian esa actitud neotrujillista.
José todos esos militares son de la academia de Trujillo, analiza bien el asunto y te darás cuentas que es así, ese general no estuvo en la academia en la Hera de Trujillo, pero si casi seguro que quiene lo entrenaron a el si y le transmitieron esa odiosa dotrina