El Estado ciudadano (1 de 5)
El presente artículo es el primero de una serie de (5) trabajos a publicar respecto al tema del Estado ciudadano. El Estado es una de las instituciones que menos ha evolucionado, lo cual no significa que no haya crecido. Es tiempo, ya, de presentar el modelo de Estado, ciudadano, para la sociedad del siglo xxi. Organización Es una estructura social entramada al logro de metas a partir del talento humano. Tareas, proceso y gestión dan carácter, y operatividad sistémica a la organización. La visión, la misión y los objetivos a superar conforman el cuadro estratégico filosófico. Burocracia Es un modelo operativo de gestión articulado a partir de las normas administrativas, la estructura de dirección, la teoría de la división del trabajo, la jerarquía, los recursos humanos y las relaciones interpersonales. La organización y la burocracia son ejes transversales del sistema de encuadramiento jerárquico del Poder. Es el sistema de mando superior y de subordinación, o modelo de puesto, que organiza y ordena tareas y a los recursos humanos, o al conjunto de instituciones, en un sistema administrativo cerrado. El Estado Es una organización de derecho, social, y de carácter político, soberana, creada por el constituyente, y con el Poder, para regular la vida de una comunidad nacional asentada en un territorio determinado. Estado de derecho referido al imperio de la ley que lo consagra, la teoría de la división del trabajo en el contexto de la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) constituye el paso más trascendente en lo que podemos caracterizar como la evolución presente en términos históricos. Es importante destacar la trascendencia del territorio, el poder y la población en calidad de ejes transversales del Estado. Atributos del Estado El Estado se caracteriza a la vez que diferencia de otras organizaciones por poseer funcionarios estables y una burocracia con miras a garantizar la gestión pública (gobierno); el monopolio fiscal (de cara a lograr los recursos para financiar el desarrollo y sostener su estructura burocrática); un ejército permanente (para cuidar y velar por la seguridad interna y externa); y el monopolio de la fuerza legal (lo que le permite asegurar el orden interno, crear el marco jurídico que lo erige en tanto lo legitima). De igual la soberanía (facultad que lo instituye de poder a lo interno y externo); el territorio (limite geográfico donde opera y ejerce sus facultades y poderes); la población (con constituye la sociedad sobre la cual se ejerce el poder soberano). Origen y evolución del concepto de Estado En la antigüedad no es posible pensar en el Estado, aunque si identificar el interés manifiesto y presente por algún modo de organización de los pueblos en un reduccionismo antehistórico. Desde esta perspectiva es el instinto de autoridad, innato en el hombre, que va configurando la necesidad creciente del Estado, como entidad rectora de la vida y los pueblos en el devenir histórico. El Estado si se quiere viene a dar validez al instinto de autoridad y poder interiorizado en el hombre y el resto de las organizaciones sociales. Sin embargo es la civilización griega la que aporta la noción de estado en el contexto de los diálogos de Platón. Aquel aporte, de los griegos, viene caracterizado por el modelo de organización política de la ciudad, polis. Allí, en la polis, coincidía el interés ciudadano respecto a la seguridad y al sentimiento identitario que bien define la teoría de las instituciones, hoy día, como el interés nacional. El termino Estado, con la connotación presente, en la Edad media, con Maquiavelo, que aparece por vez primera.
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