El Día del Trabajo: desempleo, sueldos bajos e inflación

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EL AUTOR es Master en Gestión y Políticas Públicas. Reside en Santo Domingo

El 1 de mayo se celebra el Día del Trabajo o día del trabajador. Se trata de un día festivo nacional que conmemora los avances sociales obtenidos por los trabajadores desde finales del siglo XIX. Este día conmemora la gran manifestación que ocurrió en la ciudad de Chicago, Estados Unidos el 1 de mayo de 1886, cuando se reclamaba la máxima de “ocho horas de trabajo diarios, que antes eran 12 horas, el 1 de mayo de 1886 cuando se convocaron 307 manifestaciones a las que se unieron 88.000 trabajadores en Chicago, en ese momento – la segunda ciudad más poblada del país- donde 8 personas fueron detenidas como responsables del suceso y 5 de ellas fueron condenadas a muerte. Son los conocidos como ‘Mártires de Chicago’.

En esa época los trabajadores luchaban para que les fueran asignadas 8 horas de trabajo, no 12 horas como era la norma. Pero ¿Por qué los trabajadores sólo pedían la rebaja del horario de trabajo? El siglo XIX fue una época del desarrollo de las grandes industrias y había suficientes empleos y los trabajadores eran medianamente remunerados a diferencia de este siglo XXI donde los trabajadores devengan salarios que no les da para comer.

El Dia del trabajo se conmemora hoy con  altos niveles de desempleo, bajos salarios, perdida en el poder adquisitivo, el alto costo de los combustibles, con una inflación alta de los productos de la canasta familiar y el impacto del Covid-19, en la parálisis de la economía, lo que causado grandes despidos de trabajadores, la multiplicación del pluriempleo informales sin seguridad social, la disminución del poder de las centrales sindicales para la negociación y la escasez de técnicos independientes que ofrezcan servicios de calidad.

Hoy, los trabajadores se encuentran sumergidos en una etapa caracterizada por una crisis económica, causada por los efectos de la pandemia covid.19 que ha impactado de manera negativa en las pequeñas finanzas de los trabajadores, familias enteras que han perdido sus trabajos, las personas mayores no han podido llevar a cabo su tratamiento médico, los niños y los ancianos han sufrido el encerramiento, el sistema educativo ha afectado a los pobres porque estos no disponen de acceso a internet y no disponen de suficientes espacios físicos en sus hogares. Se sabe que el covid.19 aún no ha pasado y que las calamidades están presentes.

 «El consiguiente aumento de los precios de los alimentos y la energía está generando un alto costo humano y económico, y probablemente frenará los avances en la reducción de la pobreza. La subida de los precios de los productos básicos exacerba las presiones inflacionarias, ya elevadas en todo el mundo». Según Ayhan Kose, director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial. Se prevé que este año los precios del trigo aumentarán más del 40 % y alcanzarán un máximo histórico en términos nominales.

El avance de la tecnología, la robótica, la automatización, la internet de las cosas y la inteligencia artificial han cambiado de manera radical la ocupación de los trabajadores y estas han sustituido la mano de obra, dejando aquellos países que se debaten entre crecimiento y desarrollo, sobre todo con poco desarrollo sin empleo y fomentar una economía de subsistencia que produce cada vez más desempleo y por ende más pobreza.

En este nuevo contexto de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, donde miles de trabajadores son sustituidos por unos pocos que trabajan en la oficina o desde sus casas, se necesita de un cambio en el modelo educativo que dé el salto en la formación de nuestros trabajadores en las áreas de tecnologías y que estos puedan integrarse a los  nuevos engranajes que dispone el sistema y que es vital para poder estar interconectado con el nuevo Orden Mundial y con las demás naciones.

La conmemoración del Día del Trabajo se presenta con muchos retos, pues el siglo XXI nos trae la cuarta revolución industrial, que si se aplicara en su totalidad la mano de obra será sustituida en más de un 50% y el estado deberá idear políticas públicas de protección  para aquellos trabajadores que hayan  sido desplazados por el desarrollo tecnológico y crear un mínimo de subsistencia como compensación a desempleados que no están aptos para entrar como piezas en el nuevo engranaje del sistema.

Sabemos que el Covid.19 maltrató demasiado a la clase trabajadora, si se puede hablar de clase, eso pues más qué clase trabajadora debe hablarse de clase desamparada, aquellos que fueron sacados de sus empleos por culpa del Covid.19 y aun a dos años de pandemia se encuentran desempleados porque las empresas hicieron el cambio para adaptarse a una tecnología que le permite tener menos trabajadores.

El gobierno no se puede quedar indiferente frente al declive que ha tenido la clase trabajadora y hay que crear políticas públicas que logren recuperar los empleos perdidos en la pandemia y crear nuevos empleos para seguir dándole oportunidades a esos trabajadores que el único sustento son sus brazos y su aliento y la responsabilidad de mantener una familia, valores suficientes para seguir luchando y no perder la condición de trabajadores. ¡Felicidades a los trabajadores en su día!

of-am

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