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El cristianismo como bendición
Durante el Imperio Romano, y bajo el Emperador Augusto César, nace Jesucristo, el Hijo de Dios, para traer al mundo una bendición anunciada a Abraham, de que «serán benditas en ti todas las familias de la tierra». Treinta años más tarde, y siendo Emperador Tiberio César, es cuando Jesús de Nazaret, inicia su ministerio en Zabulón y Neftalí, en la Galilea de los gentiles. Esas realidades del nacimiento e inicio de su ministerio, hacen que sea el Imperio de los Césares quienes dominen todo el escenario del Cristo, aun dándole muerte, bajo la sentencia dictada por Poncio Pilato, gobernador y juez romano.
Cristianismo es un derivado de Cristo, nombre que se le da al conjunto de creencias, promesas, profecías de Jesucristo dentro de la religión cristiana. En ese entonces, ya había otras religiones en el mundo, entre ellas el judaísmo, durante la cual nace el cristianismo. Este, no es el descubridor de su Dios, sino que la veracidad del Dios de los judíos, es el que planifica la nueva religión, la que no es una continuidad de la primera, sino que en profecías el cristianismo fue anunciado primero, aunque manifestado durante la religión de los judíos. En verdad, no vendría a ser una religión única de los judíos, como lo era el judaísmo.
El cristianismo como había sido profetizado, constituía una bendición para todas las naciones. Esa era una razón suficiente para que los judíos persiguieran tenazmente al cristianismo, puesto que ésta nueva religión no sólo confrontaría su religión, demostrando su ineficacia, sino que trascendería las fronteras de Israel, conquistando los corazones de aquellos a quienes los judíos no trataban. Era y es una nueva religión que afectaría la discriminación racial, y aún más proyectaba hacer hermanos a todos los hombres del universo. a ciencia cierta, era difícil para los judíos aceptar tal abertura social.
El apóstol Pedro, a los pocos días del inicio de la iglesia, y por ende del cristianismo, dijo a los judíos: «Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable; y toda alma que no oiga a aquel profeta, será desarraigado del pueblo. Y todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han hablado, también han anunciado estos días. Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra» Hc. 3: 22- 25.
El cristianismo es una bendición para todas las naciones, que muchos no lo han entendido. El cristianismo es un tesoro de valores espirituales, de promesas alcanzables, de recursos intelectuales por su profundidad, de integración social, de derivar falsos argumentos y sobre todo de vinculación con el Creador. Si tan sólo una persona se apegara al cristianismo para vivir, a pesar de negar la existencia de Dios, sería grandemente favorecido. Sin duda, que el humanismo se ha beneficiado del cristianismo, pues éste surge en los últimos siglos, sin duda como la religión cristiana sin Dios. Esta filosofía, se enriquece y se confunde con el cristianismo.
Uno de los apóstoles, Pablo, quien había sido educado conforme a la cultura helénica, y bajo la secta más rigurosa del judaísmo, el fariseísmo, es quien fue tomado por Dios, como el apóstol de los gentiles. Este debía llevar el evangelio por todo el mundo conocido de su época. El dominaba a perfección la religión judía, el helenismo griego, y sin duda lo concerniente al Imperio, pues era judío de ciudadanía romana. El apóstol Pedro escribió de él: «Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición» 2Ped. 3:15, 16.
El evangelio como manifestación de los actos de muerte, sepultura y resurrección de Cristo, constituye una verdadera bendición para la humanidad. No es un misterio, pues ya fue revelado que Dios está salvando al hombre a través de Jesucristo, mediante su muerte en la cruz. Pablo escribió a la iglesia en Roma, diciéndole: «Y sé que cuando vaya a vosotros, llegaré con la abundancia de la bendición del evangelio de Cristo» Rom 15:29.
El cristianismo, como religión envuelve todo lo concerniente a Cristo a favor del hombre. Pablo escribió a los gálatas: «Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (como está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. Hermanos, hablo en términos humanos: un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo» Gál. 3:13- 16.
El evangelio, las doctrinas, la iglesia y Cristo mismo son la evidencia eficaz y fundamento de lo que llamamos cristianismo. En cada una de estas vertientes, podemos afirmar que tenemos la bendición de Dios dada a Abraham para nosotros (todas las naciones) mediante Jesucristo. «Bendito el que viene en nombre del Señor». Jesucristo es nuestra bendición, pues en él somos bendecidos.
JPM
una pregunta para ese descerebrado articulista, donde está la bendición?abraham dejó un problema en el medio oriente que dos milenios después aun persistedonde está la bendición? pandemia, corrupción, dictadura, esas son las bendiciones?
esta gente escribe cosas que ni ellos mismos creen. despotrican fabulas como queriendo escribir historia.jesucristo es un cuento que los mismos judios niegan haya existido, los ****res del cuento del dios monoteista y el plagio llamado biblia la cual es copia de otras leyendas egipcias. del tal jesus no existe ni siquiera una letra escrita por el. vividores de incautos