El comercio agroalimenticio dominicano y ALADI
La Asociación Latinoamericana de Integración -ALADI-, es el mayor grupo latinoamericano de integración económica y comprende a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Nicaragua se encuentra en proceso de adhesión como miembro pleno. Su marco jurídico global constitutivo y regulador es el Tratado de Montevideo de 1980, que establece sus principios generales: pluralismo en materia política y económica; convergencia progresiva de acciones parciales hacia la formación de un mercado común latinoamericano; flexibilidad y tratamiento diferenciales en base al nivel de desarrollo de los países miembros; multiplicidad en las formas de concertación de instrumentos comerciales, entre otros. La ALADI propicia la creación de un área preferencial económica en la región mediante tres mecanismos: la Preferencia Arancelaria Regional, aplicada a productores de los países miembros frente a los aranceles vigentes para terceros países; Acuerdos de Aranceles Regional, en los que participan la totalidad de los países miembros y Acuerdos de Alcance Parcial, en los que participan dos o más países del área pero no todos los miembros. Todos estos acuerdos pueden abarcar materias diversas como desgravación arancelaria, promoción del comercio, complementación económica, comercio agropecuario, cooperación científica y tecnológica así como promoción del turismo y normas técnicas. El tratado de Montevideo está abierto a la adhesión de los demás países latinoamericanos mediante negociación y prevé la posibilidad de suscribir acuerdos con otros países y áreas de integración en vías de desarrollo, tanto de Latinoamérica como del resto del mundo. Da cabida en su estructura jurídica a los acuerdos subregionales, plurilaterales y bilaterales de integración, que surgen en forma creciente en el continente. De esta manera la Asociación sirve de marco “paraguas” institucional y normativo de la integración regional. La mayoría de los acuerdos suscritos y actualmente vigentes en el marco de la ALADI se caracterizan por establecer preferencias arancelarias sobre diversos productos. En general, dichos compromisos abarcan un conjunto amplio de bienes que comprenden, al menos en parte, a los productos agroalimentarios, justamente lo que República Dominicana necesita vender. Las preferencias arancelarias previstas en los acuerdos son un instrumento mediante el cual productos originarios de un país puede ingresar al mercado de un socio exonerado del pago de una parte o de la totalidad del arancel. Así, los acuerdos mejoran el acceso de la población de los países miembros a los productos agroalimentarios producidos en el mercado intrarregional. Haciendo uso de estas preferencias los productos ingresarían al mercado de la ALADI a un precio inferior que en ausencia de estos beneficios. Los grupos de productos que exhiben un mayor porcentaje de rubros específicos libres de aranceles en el comercio intrarregional son pescados, carnes, azúcar , huevos, lácteos y cereales, hortalizas, raíces y tubérculos, frutas y frutos, semillas oleaginosas grasas, aceites y bebidas. De estos productos, nuestro país solo ha podido colocar en Uruguay bebidas -ron y cervezas- y únicamente por medio de terceros países. Las preferencias pactadas se sitúan entre un 8% y el 48% y las listas de excepciones alcanzan aproximadamente entre el 8% y el 30% de los ítems de la nomenclatura de la ALADI, según la categoría del país que se trate. En caso de que República Dominicana ingrese recibiría el trato de país de menor desarrollo relativo, tal como ocurre en la actualidad con Cuba, Nicaragua, Paraguay o como se hará con el Salvador cuando complete su adhesión. Es oportuno señalar que la República Dominicana participa como país observador de este organismo desde 1986. Sin embargo, no decide aún completar su ingreso pleno, a pesar de que se beneficia delConvenio de Pagos y Créditos Recíprocos suscrito por doce Bancos Centrales miembros de este bloque; a través del cual se cursan y compensan durante períodos de cuatro meses, pagos derivados del comercio de bienes originarios y de servicios. De modo que al final de cada cuatrimestre, período compensatorio, sólo se transfiere o recibe, según resulte deficitario o superavitario, el saldo global del Banco Central de cada país con el resto. Ya que la República Dominicana se suscribió al Convenio de Pagos y Créditos Recíprocos de los Bancos Centrales es un desperdicio no ingresar definitivamente como miembro pleno al bloque. Es hora de avanzar al siguiente paso para poder aprovechar de las demás facilidades y colocar nuestros productos en este gran mercado. faustodeleon@gmail.com