Dos fiebres; la del fútbol y la Chikungunya
La República Dominicana ha sido sorprendida por una avalancha de fanatismo futbolístico, en la que nos hemos involucrado de tal forma que parecería que
estamos bien representados en el Mundial de Futbol 2014, deporte del cual no conocemos «ni
papa», obviamente porque no tenemos tradición del mismo.
Los organizadores de este torneo, considerado el más popular
del mundo, han dado testimonio del éxito de esta fiebre deportiva. El evento, que se produce cada 4 años, se está celebrando en Brasil.
Aparentemente todo ha sido fruto de un bombardeo publicitario [marketing] que
ha permeado todos los estratos sociales, llevando entusiasmo a cada
rincón de nuestro país. Estamos tan imbuidos en este certamen que nos hemos
olvidado de lo que podría estar sucediendo con algunas de nuestras
representaciones deportivas. Para sorpresa nuestra, el equipo de baloncesto de la República Dominicana acaba
de clasificar para el Mundial de Baloncesto 2015, evento que tendrá lugar en
Grecia. Como por arte de magia, el mundial nos ha robado parte del
protagonismo, haciendo que esta transcendental victoria pase sin pena ni
gloria.
Pero no solo le ha robado el show al baloncesto; también ha
hecho que pensemos menos en los estragos de la Chikungunya, enfermedad que, de
acuerdo a los pronósticos, afectaría a más de 125 mil personas, siendo los
niños, ancianos y
embarazadas los de mayor posibilidad de contagio. Hay que resaltar que tanto el Ministerio de Salud Pública como legisladores, empresarios, ayuntamientos, juntas de Vecinos y grupos religiosos se encuentran de la mano
haciendo jornadas y operativos con el objetivo de tratar de eliminar los
criaderos del mosquito transmisor
del virus, el Aedes Aegypti.
Ojalá que luego que pase la fiebre del futbol tratemos de involucrarnos en
la fiebre del Chikungunya, que seguirá metiendo goles, ganándonos la
competencia en cualquier cancha o estadio del país, quien sabe hasta
cuándo. Aburrr…Rumiante.