Detienen en Suiza dominicano acusado de descuartizar español
ESPAÑA.- La Policía de Suiza detuvo a un dominicano de 39 años y residente en Gijón, España, que podría estar detrás de la muerte de Fernando Bernardo Gómez, el gijonés de 38 años que fue descuartizado en Francia y cuyo cadáver fue localizado el pasado verano en la localidad gala de Tarnos.
Los agentes helvéticos arrestaron al dominicano ahora encarcelado cuando intentaba pasar un control de aduanas en Suiza en un vehículo en el que llevaba un kilo de cocaína.
Las investigaciones permitieron relacionar este delito contra la salud pública con el asesinato del gijonés.
Según la prensa francesa, los estupefacientes que llevaba el dominicano en el momento de la detención eran los mismos que Fernando Bernardo Gómez transportaba en su estómago en el momento de su fallecimiento.
El gijonés, utilizado como «mula» para el transporte de droga, murió, de hecho, después de que le estallara en el estómago una de las bolas de cocaína de gran pureza que se había tragado. «Tengo algo grande, si me sale me jubilo», cuentan los allegados que había dicho a sus amigos antes de realizar un viaje del que no regresó.
La principal hipótesis de los investigadores suizos apunta a que en cuanto el gijonés murió de sobredosis, su compinche le sacó la cocaína que llevaba dentro del cuerpo, le cortó las extremidades y escondió el cadáver dentro de una maleta roja que sería localizada días después del suceso en las inmediaciones de Tarnos.
El ahora detenido decapitó el cadáver y arrojó la cabeza del fallecido en un bosque cercano. El objetivo era dificultar la identificación del cuerpo.
El dominicano lo consiguió, al menos en parte. Los investigadores no lo tuvieron fácil. La Policía francesa distribuyó en un primer momento a través de las redes sociales una fotografía del tatuaje que Fernando Bernardo Gómez lucía en su espalda y que mostraba el rostro de su madre. Esta pista llevó a unir la investigación que llevaba a cabo la policía francesa con la que se estaba iniciando en la Comisaría de El Natahoyo.
El hallazgo del cadáver se produjo el 13 de julio, pero por entonces nada permitía unir este hecho con la detención del dominicano cuatro días antes en la aduana suiza de Neuchatel.
La madre de Gómez había denunciado la desaparición de su hijo a finales del mes de julio en dependencias policiales de la ciudad.
Al abandonar el domicilio familiar situado en el barrio de El Llano, el gijonés le había dicho a su madre que regresaría en unos diez días del viaje a Francia que iba a hacer con sus amigos, pero ni la denunciante ni sus allegados habían vuelto a saber nada de él. La ausencia de noticias desató la alarma.
La víctima, que contaba con antecedentes penales por delitos de tráfico de estupefacientes, estaba pasando un mal momento económico, según sus más cercanos. Fue por eso por lo que supuestamente aceptó un trabajo de «mulero» lleno de riesgos.
En España los investigadores tratan de averiguar ahora de dónde vino la droga. Lo que parece claro es que los estupefacientes no pertenecían al gijonés.
Aunque Gómez tiene un hermano residiendo en Colombia, no consta que hubiera viajado a Sudamérica meses antes del crimen.
Algunos periódicos franceses llegan a fijar incluso la ciudad de Burgos como el lugar donde los narcos habrían supuestamente entregado la droga al fallecido, para que la transportara a otro país.
Los policías esperan que las pesquisas les lleven ahora a poder detener y poner ante la justicia a esa tercera persona que se habría reunido con el «mulero» y con su acompañante para facilitarles la cocaína.
Fuente: LANUEVAESPAÑA.es
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