Desmantelar el andamiaje del Estado centralista

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El autor es periodista. Reside en Toronto.

En varias ocasiones me he detenido a analizar las entrevistas en las que Ramfis Domínguez Trujillo habla de la transformación del Estado y de la eliminación de la estructura gubernamental prevaleciente, construida por Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Esto significa, de acuerdo con sus propias palabras, los gobiernos después de la la caída del régimen de 31 años, se han empeñado en borrar las huellas de Trujillo pero no han desmantelado el Estado trujillista.

El último gran destructor de las obras legadas por ese régimen ha sido Leonel Fernández, para sacar “pingües” ganancias de las obras de Trujillo que pasaron a ser, por decreto del Consejo de Estado, patrimonio del pueblo dominicano.

Leonel hizo “rifas de chivos” con las empresas de CORDE, desmanteló varias centrales azucareras, entre ellas, el famoso Ingenio Porvenir, y regaló, y vendió a precio de vaca muerta, grandes cantidades de terrenos del CEA entre sus correligionarios. Casi todos los que fueron funcionarios de sus gobiernos usufructúan grandes fincas en terrenos del desaparecido emporio azucarero.

Para completar su obra, Leonel cambió por ministerios las secretarías de Estado,  designó como dominicano al Ejército Nacional; la Marina de Guerra la cambió por la Armada Dominicana, para supuestamente “destrujillizar” al país, pero dejó intacto, por tradicional conveniencia, el Estado centralista de Trujillo.

¡Qué manera de ser anti-trujillista, gobernando con el modelo de la administración gubernamental trujillista!

Sin embargo, han sido implacables con Ramfis, acusándolo de querer instaurar un régimen similar al de su abuelo, lo que ha tenido que desmentir, ante la misma pregunta fastidiosa de entrevistadores que, al parecer, no siguen las declaraciones de prensa hechas por el líder político emergente.

Hace apenas semanas, Ramfis fue categórico al decir lo siguiente: “No he venido a gobernar con las botas de mi abuelo”. Un claro mensaje a sus adversarios, que no cambian el discurso.

Por el contrario, para el bien de la historia, están contribuyendo para que las nuevas generaciones se interesen más por conocer lo que fue la “Era de Trujillo de Trujillo”, de la que se habla poco en los foros públicos, pero que se ha tomado desde la pasada campaña electoral como punta de lanza para intentar cerrarle el paso a Ramfis y desacreditarlo inútilmente entre los votantes.

Mientras más se habla con alovosía en contra de Trujillo, más votantes se levantan espontáneamente para establecer comparaciones entre lo que fue su régimen con el desorden instaurado por el PLD en nuestro país, al que han contribuido el PRSC, El PRD y su “hermano separado”, el PRM, por haber hecho alianzas electorales con ese partido de delincuentes en el poder.

Para Ramfis Domínguez Trijillo es un imperativo de su programa de gobierno, eliminar el Estado construido por su abuelo para poder afianzar los verdaderos principios de la democracia representativa, poniendo fin al centralismo que ha permitido a los mandatarios de la República Dominicana mover a su conveniencia los hilos de la administración pública desde el Palacio Nacional.

La permanencia del centralismo creado por Trujillo en 1930 es lo que ha permitido a los gobernantes que le han precedido manejar a su antojo el presupuesto nacional y disponer por decreto de los bienes del Estado, para repartirlos entre sus más cercanos colaboradores y familiares, como quien dispone de una herencia de los abuelos.

El patrimonio colectivo de todos los dominicanos no puede seguir pasando de la mano de un gobernante a otro, porque un día nos dejarán sin nada como consecuencia del centralismo trujillista aún vigente en el país.

Consciente de esa práctica que han aprovechado todos los partidos que han gobernado desde 1961, el nieto de Trujillo quiere poner fin al Estado trujillista.

Trujillo lo creó y un Trujillo lo desmontará, que a nadie le quepa duda, para que sus adversarios no sigan manipulando la conciencia de los electores con el engaño de que Ramfis pretende establecer un gobierno similar al de los 31 años, cuando en el fondo lo que se ha propuesto es desmantelar el andamiaje del Estado centralista del que se han beneficiado los gobernantes dominicanos supuestamente anti-trujillistas.

Ramfis Domínguez Trujillo

JPM

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Luis De New York
Luis De New York
4 Años hace

Como tu vives en un Commonwealth, donde un ciudadano ingle puede ser primer ministro. Tu piensas que R.D. es un Commonwealth de los Estados Unidos. Como tu debes saber, la constitucion Dominicana no permite que un extranjero sea presidente de la Rep. En el caso de Ramfis que le toca la ciudadania por ser hijo de dominicanos nacido, en este caso, en U.S.A. Ramfis tendria que renunciar a su ciudadania y jurar por la de R.D. Ademas,tiene que residir por 10 anos en R.D. Llena Ramfis esos requisitos, para ser presidente? Esto puede ser que tu lo desconoces. La renuncia… Leer mas »

El Indio Hatuey
El Indio Hatuey
4 Años hace

Compadre mi concejo es que se tome un ansiolitico. El muerto no revive aunque le recen. Y como dicen en Venezuela. Deseos no empreñan. Con razón vive en toronto. quedece en su fria caverna que ustedes no vuelven. Y mucho menos con este engendro de dos escorias.