Designación injusta por el Defensor del Pueblo

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EL AUTOR es médico y abogado. Reside en Santo Domingo

La Defensoría del Pueblo estableció un premio con el que busca reconocer organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la defensa de los derechos humanos.  Dicho premio, al que se denominó Julio Ibarra Ríos “busca destacar y fortalecer el papel fundamental de las organizaciones de la sociedad civil en la construcción de un Estado social, democrático y de derecho”, según expresiones del Defensor del Pueblo, Lic. Pablo Ulloa.

Particularmente, considero valiosa la iniciativa encabezada por el Defensor del Pueblo. Discrepo con él en el sentido de que no solo pueden ser organizaciones de la sociedad civil las que se preocupen por contribuir con la construcción de un “Estado social, democrático y de derecho”. También pueden hacerlo, y de hecho así ha sucedido, ciudadanos de manera independiente, tal como sucedió en Estados Unidos, con Martin Luther King, y en nuestro medio, con muchos héroes conocidos y anónimos.

Pablo Ulloa

La Defensoría del Pueblo decidió rendir homenaje, poniendo al premio, el nombre del destacado abogado, historiador y patriota, Dr. Julio Ibarra Ríos, quien defendió los derechos humanos, sobre todo de los presos políticos y las personas de mayor vulnerabilidad, resaltando sus valores éticos y labor humanitaria.

Al Dr. Julio Ibarra Ríos lo conocí en San Cristóbal, mi ciudad natal, siendo yo apenas un niño y él un joven estudiante del bachillerato. Llegó a la ciudad junto a su familia en la época en que Trujillo estableció la sede de la Secretaría de Agricultura en San Cristóbal y designó a su padre como Sub-Secretario de Agricultura. Por la diferencia de edad no tuve mucho trato directo con él en ese entonces, pero sí lo hicieron mis hermanos, que también cursaban el bachillerato.

Con el paso de los años, las veces que nos encontramos, siempre me dio un trato afectuoso y el mismo tipo de trato lo brindó a mis demás familiares, cada vez que tuvo oportunidad de hacerlo, independientemente de la posición que ocupara en ese momento dentro del tren judicial dominicano.

Es indudable que el Dr. Julio Ibarra Ríos tuvo grandes méritos como ciudadano, abogado y defensor de los derechos humanos y políticos, lo que lo hace merecedor del reconocimiento de la sociedad, que bien pudiera designar una calle de la ciudad con su nombre y establecer algún otro tipo de reconocimiento, que asegure que su recuerdo y nombre permanezcan inalterables con el paso de los años.

Rojas Nina

Pero en mi criterio, la designación de su nombre a un premio que busca reconocer a quienes trabajan en favor de la defensa de los derechos humanos no fue la más acertada. Y no lo fue, porque ignora que si alguien luchó durante toda su vida por el respeto de los derechos humanos, y muchas veces en circunstancias muy adversas, ese fue el Dr. Domingo Porfirio Rojas Nina.

El Dr. Rojas Nina se enfrentó con valentía a funcionarios, fiscales y jueces defendiendo los derechos humanos de todos, pero en particular, de aquellas personas que careciendo de recursos económicos y renombre social, no tenían quien diera la cara por ellos y reclamara el respeto de su dignidad. Y lo hizo siempre de manera desinteresada, sin reclamar ni aceptar ningún pago por su accionar como Defensor de los Derechos Humanos. Por eso murió siendo pobre.

Domingo P. Rojas Nina

Todavía hoy en día, a 7 años de su muerte, cuando se habla de derechos humanos, el nombre que sale a flote de inmediato en la mente de todos los dominicanos es el de Domingo Porfirio Rojas Nina, no el de ninguna otra persona. Por eso considero injusta la decisión del Defensor del Pueblo de no colocar su nombre a  un premio con el que se procura reconocer a instituciones luchadoras por el respeto de los derechos humanos.

No me parece sensato solicitar al Defensor del Pueblo que cambie el nombre del premio por el del Dr. Domingo Porfirio Rojas Nina, pero sí hago un llamado al Ayuntamiento y al Presidente de la República para que en reconocimiento de los grandes méritos del Dr. Rojas Nina y en desagravio a su nombre, se asigne su nombre a una calle de la ciudad y al local que aloja la Defensoría del Pueblo. Y como dicen los abogados: ¡Es justicia la que se os pide y se espera merecer!

jpm-am

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3RA.TANDA
3RA.TANDA
1 hora hace

Dos titanes de derecho,y la defensa de los derechos humanos de los dominicanos.HONRAR HONRA.