Danilo y los arios del Caribe

Los dominicanos estamos asistiendo a un muy peculiar escenari en República Dominicana, parece haber resurgido una estirpe nórdica o aria que ha defenestrado nuestra característica presidencialista y, en consecuencia, ha relegado a Danilo Medina a visitas al campo, incentivos a los agricultores y tareas educacionales que, forzosamente, lo alejan de incidir en cualquier disposición evacuada por el Tribunal Constitucional (TC). Medina, contrario a otros mandatarios, ha sido condicionado a la entrega de recursos a pequeños productores y a una jornada de alfabetización y construcciones de planteles escolares que, aunque conforman tareas necesarias y prioritarias; lo mantienen muy ocupado y sin poder objetar-si no es parte de una estrategia premeditada-, asuntos tan cruciales como lo es la sentencia 168/13 sobre la desnacionalización de dominicanos descendientes de haitianos indocumentados. Esto muy a pesar de que está embarcado en un anteproyecto de ley (si tiene esa categoría), para buscarle salida a una jurisprudencia tan controvertida. Claro, esa es una tarea de simple apariencia. El mismo Medina, tocando el tema ha dicho que todavía está sorteando como “salir de esa situación”. Evidentemente, Medina, sabía de lo perverso de algunos funcionarios del Partido de la Liberación Dominicana (PLD); pero es dable pensar que nunca imaginó que se la iban a poner tan difícil. Pareciera que, de repente, al margen de razones jurídicas y otros intereses; en República Dominicana se cierne, en estos momentos, la soberbia de una presunta raza aria y, tal parece que al igual a los legendarios nórdicos, tienen mandatos inscritos en una tabla rúnica, pero a la vez son fervorosos seguidores de los evangelios nazis de la época de Adolfo Hitler. No hay que ser erudito para entender a que nos referimos. A parte de que el Cardenal, Nicolás de Jesús López Rodríguez, el Tomás de Torquemada de la región, a modo de “puya” como dice el pueblo, advirtió que ni el presidente puede revertir la sentencia 168/13; el arrogante y prepotente presidente del Senado de la República, Reynaldo Pared Pérez sentenció que la medida hay que respetarla, y es vinculante a todos los poderes del Estado. Para Pared Pérez que es legislador, el artículo 184 y los dictámenes del TC, están por encima de la misma Constitución de la República. Lo cierto es que, al margen de otros problemas que acogotan a los dominicanos, el presidente Medina está cercado por una buena parte de sus funcionarios y por las presiones de la Iglesia Católica representada por López Rodríguez. Es un mito aquello de que conformamos un Estado totalmente laico. Recientemente vimos a Medina participar en la X Conferencia Iberoamericana Constitucional en el país y, lucía como gato escaldado; estaba azorado y parecía quererse esfumar de ese aquelarre o averno, donde había los más diversos cancerberos. En un paneo televisivo, más que sorprendido, parecía asustado y pestañeaba constantemente. En consecuencia, la sentencia de marras que se pretende imponer a como dé lugar, ha hecho que Medina mienta descaradamente, como sucedió en la plenaria realizada por CELAC, hace unos días. Y, aunque el mandatario esté inmerso en reformas educacionales y pretenda alfabetizar a los dominicanos, lo cierto es que recientemente unos niños, hijos de una joven dominicana descendiente de padres haitianos indocumentados; estaban impedidos de estudiar en grados elementales. La negativa al disfrute de esta opción que es un derecho civil; deviene de la funesta sentencia 168/13. Como habíamos dicho anteriormente, estamos asistiendo a una independencia de poderes que, aunque sea lo idóneo en país que se precia de democrático; esta vez se debe a la imposición de una sentencia que, cual que sean sus consecuencias; mantiene al presidente arredrado y obligado a aceptarla. Ojalá y más tarde nos haga quedar mal y se ciña bien los pantalones. Entre tanto, los dominicanos sensatos, tienen que sufrir las embestidas de los nuevos ultranacionalistas, entes superiores, supremacistas y arios del Caribe que tienen una nueva concepción sobre lo que es un traidor a la patria. No sabíamos que gente corrupta que depredan el Estado; comunicadores y periodistas gambusinos y aventureros; individuos que son capaces hasta de negar u ocultar la existencia de un hijo; hombres que les han pegado a su pareja; seres que son capaces de ofender hasta sus vecinos y de matar a indefensos animalitos, tenían la suficiente reciedumbre moral para calificar de traidores a los que se oponen a que se desnacionalicen a dominicanos que nacieron entre nosotros. Si pudiesen, de seguro que, López Rodríguez, Pared Pérez, Ray Guevara y otros; instalarían a la marcha en la República Dominicana, campos de concentraciones para en ellos maltratar y sacrificar a los dominicanos descendientes de haitianos y, por si fuera poco, a los pobres de nuestros barrios que se oponen a sus abusos. Porque realmente, al margen de querer perpetuarse en el poder, éstos otroras atorrantes, beodos y seres insociables, hoy, en el poder; no quieren saber de los pobres ni de sus hacinadas barriadas. En definitiva, sólo quieren robar, robar y robar a sus anchas y sin inconveniente alguno.

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
5 Comments
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios