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Cuidado con acusar al médico de homicidio involuntario
Lejos de ayudar al desarrollo de la medicina y a la búsqueda del bienestar para el enfermo, acusar al médico, en ejercicio de su profesión, de homicidio involuntario puede ser más perjudicial que beneficioso para el usuario del sistema de salud.
Se supone que el médico ejerce con la intención de resolver problemas de salud y no de crear situaciones que la deterioren. Parece que estamos retornando a los tiempos del Código de Hammurabi, donde el galeno podía hasta perder la vida por una complicación de un paciente que atendió con todo el empeño de resolver una enfermedad. Si esto sucede se dejarán de hacer muchos procedimientos por este profesional de la salud temer a las consecuencias de que un tratamiento no salga bien en una situación de emergencia. Aunque, por suerte, todavía el Código Penal de la República Dominicana, promulgado el 19 de diciembre del 2014, no contempla el homicidio involuntario.
Está establecido que algunos enfermos se compliquen aunque el facultativo realice el procedimiento correcto y no podemos plantear por esto que crucifiquen a este profesional. No todas las personas responden igual a un tratamiento o manejo determinado, hay casos en que la respuesta no es la esperada y esto pone al médico en aprietos y en riesgo de ser sometido a la acción de la Justicia.
Ahora queremos ser más estrictos que las sociedades desarrolladas, con las sanciones para un profesional que su única intención es ayudar a sus congéneres. Sin embargo, no somos tan drásticos con los delincuentes comunes y los vemos que salen libres de los juicios con mucha frecuencia en casos de asesinatos grabados por cámaras de seguridad. También quedan impugnes los crímenes de adueñarse de las áreas verdes y a los defensores de la vida y propulsores de la Justicia parece que esto no les preocupa, a pesar de atentar contra la existencia de los humanos, plantas y animales.
En muchos países con índice de desarrollo humano muy alto, se amputan órganos sanos de manera equivocada, mueren pacientes como consecuencia de medicamentos mal usados, quimioterapia aplicada a personas que no tenían cáncer y en muchos de estos casos los médicos no son acusados de homicidio involuntario.
Estamos de acuerdo con los que luchan porque no muera una sola persona más en la República Dominicana por falta de atención de salud en una emergencia; pero no es el médico el responsable de esta lamentable realidad. Lo que se debe hacer es garantizar la atención al enfermo que es llevado a una emergencia de un establecimiento de salud público y privado sin importar que tenga o no dinero para pagar los servicios que necesita. Mientras se le quiere cargar el dado a los médicos, muchos centros de salud, exigen, de manera administrativa, el depósito de una exorbitante suma de dinero para iniciar el manejo del afectado. Eso no es culpa del facultativo, es producto de la pérdida de la sensibilidad humana en los servicios de salud y la anteposición del dinero a la vida.
jpm