Correr riesgos

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LA AUTORA es sicóloga. Reside en Santo Domingo.

Por KATIUSKA SUAREZ DE VARELA

Muchas veces nos encontramos en momentos de nuestra vida donde no sabemos qué camino seguir. Donde no sabemos qué decisión tomar frente a alguna situación. O simplemente tenemos miedo del cambio.

En ocasiones, se nos presentan enfrente oportunidades, desafíos, que requieren de que tomemos un camino o una decisión. El miedo nos frena. El temor a lo desconocido. La comodidad que nos da lo seguro. Nuestra zona de confort nos impide dar el paso.

Hoy les comparto esta historia, que nos ilustra brevemente pero de manera magistral, lo que nos puede suceder cuando le permitimos al miedo, al temor, ganarnos la batalla.

Cuenta el relato que dos semillas estaban juntas lado a lado en la fértil tierra de la primavera. La primera semilla dijo:

– ¡Quiero crecer! Quiero impulsar a mis raíces fondo dentro de la tierra que está bajo de mí, y expulsar mis brotes a través de la corteza de la tierra que está sobre mí. Quiero desplegar mis tiernos brotes como banderas que anuncian la llegada de la primavera. Quiero sentir el calor del sol sobre mi rostro y la bendición del rocío matinal sobre mis pétalos.

Y creció.

La segunda semilla dijo:

– Tengo miedo. Sí impulso mis raíces dentro de la tierra que está debajo de mí, no sé lo qué encontraré en la oscuridad. Sí me abro paso por la corteza dura que está sobre mí, puedo hacer daño delicados rebrotes. Y ¿si al dejar que mis brotes se abren, un caracol intenta comérselos? Y si abro mis capullos, un niño pequeño podría arrancarme de la tierra. No, será mejor que espere hasta que no haya peligro.

Y esperó.

Una gallina de corral que buscaba comer afanosamente entre la tierra de comienzos de primavera encontró a la semilla en espera y rápidamente se la comió.

Y así nos pasa a aquellos de nosotros que nos negamos a arriesgarnos a crecer, podríamos ser engullidos por la vida.
Darle paso al temor, a la duda, puede provocar que nunca avancemos, que no logremos aquello que tanto deseamos, culpando a la suerte o a la vida de lo que nos sucede, del fracaso que puede acompañar al miedo.

Vence tus miedos. Siempre se puede avanzar. Correr riesgos trae consigo nuevas oportunidades y nuevos retos. Un crecimiento personal y espiritual posiblemente.
Convierte tu crecimiento personal en una oportunidad de lo profundo, lo que realmente te sanará será la expansión de tu Conciencia.

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