Bahía de las Águilas, mina de oro del Sur
A cada región de la República Dominicana Dios le dio sus riquezas para que les sirvieran de base a su desarrollo. Todos sabemos de las múltiples riquezas de la exuberante región del Cibao, así como también las que tiene la región Este del país.
El Sur no podía ser la excepción y por tal razón Dios también le dio sus riquezas. Una de ellas son sus playas, su clima y sus recursos naturales prósperos para el ecoturismo. El problema es que se había esperado demasiado para explotar ese tesoro escondido, que todo el mundo sabe dónde está.
Ahora sucede que para poder elevar el número de visitantes al año a 10 millones, la única alternativa que tiene el país es abrir otro polo turístico que tenga nuevos atractivos además de los que tienen las demás regiones del país. Ya los intereses que se han opuesto a la explotación del turismo en el Sur no podrán encontrar más argumentos que dilaten o pospongan lo que a la vista del mundo es impostergable.
Definitivamente, como dijo el Presidente Danilo Medina recientemente, llegó la hora del Sur; y dentro del Sur, Pedernales representa el núcleo de ese nuevo Polo Turístico. Para tales fines el gobierno se apresta a realizar las inversiones básicas necesarias para que los inversionistas puedan hacer las grandes inversiones necesarias para el arranque definitivo del turismo en el Sur y particularmente en Pedernales.
Recientemente estuve de visita en mi natal Pedernales y pude comprobar las grandes expectativas que aguardan los habitantes de esa empobrecida provincia. La gente espera que esta vez no sea una simple promesa de campaña sino que se haga realidad ese sueño colectivo que representa la esperanza de un mejor vivir para los habitantes de dicha región.
Falta aún por concluir el litigio por los títulos de 45 millones de metros cuadrados de tierra en donde se desarrollará el más importante proyecto eco-turístico del país. Este proceso deberá terminar en septiembre fecha en que la justicia fallará definitivamente sobre ese asunto.
Los promotores e inversionistas sólo esperan la decisión de la justicia para empezar a construir los proyectos habitacionales ya que esta requiere que los terrenos estén libres de litigios y que los títulos estén libres de gravámenes.
Por supuesto que se espera también que una vez la justicia falle definitivamente a favor del estado, este proceda a realizar la compensación necesaria a los perjudicados que califiquen para tales fines. De esa manera se cerrará un largo litigio y que las partes queden aunque sea medianamente satisfecha y que el turismo pueda arrancar en Bahía de las Águilas.
El estado recibirá miles de millones de dólares por la venta de esos terrenos a los inversionistas con los cuales se pagarán las grandes inversiones que este ha de hacer en infraestructura básica para facilitar las inversiones de los promotores. De igual manera se deberán usar una pequeña parte de esos recursos económicos para las compensaciones que procedan.
Esperamos que el gobierno use además una gran parte de esos recursos para implementar una política social que beneficie a los habitantes de esta empobrecida provincia que hasta este momento no se han beneficiado de las riquezas de su provincia.
Sabemos que se generarán muchos empleos y oportunidades económicas para los habitantes de esta provincia, pero el estado debe intervenir directamente para asegurarse que la explotación del turismo en esta provincia genere bienestar y no más pobreza e injusticia social que la que se tiene.
En fin, al Sur le ha llegado su momento y Bahía de las Águilas será el centro del nuevo escenario turístico que se creará en el país. Los líderes de esta provincia deben mantener los ojos bien abiertos y estar prestos para exigir y reclamar la parte del pastel que le corresponde a Pedernales para que no pase lo mismo que pasó con la Bauxita y otros recursos naturales que se han explotado por muchos anos, pero que no han generado el nivel de desarrollo que pudieron y debieron haber producido.
jpm