San Cristóbal, como su reloj público: no camina

San Cristóbal, como su reloj público: no camina
Corren los días y, como protagonistas de nuestras propias vidas, hemos actuado en diversos escenarios; unos gratos y placenteros, otros desagradables y dolorosos que, como es natural, dejan surcos y estigmas con los que solo el […] [...]

¡Cuánta corrupción! (1)

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Nuestro trabajo es un despojo de emociones que nos satisface y que ni fiscal, ni juez mucho menos comentarista, radial o televisivo.  Somos investigadores de las ciencias criminal... Leer más