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Análisis sobre Crimea
La reciente situación de secesión de parte del territorio de la República de Ucrania, antiguo país de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), la primavera Árabe y como parte de esta última, la victoria del régimen Sirio del presidente Bashar Al-Asad hacen pensar y confirman que el poder de los Estados Unidos de Norteamérica bajo la la presidencia de Barack Obama, ha disminuido considerablemente frente a China y Rusia como potencias emergentes. El hecho más significativo de esta afirmación es la reciente maniobra político/militar rusa en el conflicto interno Ucraniano que dio al traste con la adjudicación de la península de Crimea tras la celebración de un referéndum al que parte de la comunidad internacional ha considerado ilegal y que por vía de consecuencia, se han anunciado sanciones que en nada perjudican a la Federación Rusa. Ahora bien. ¿Que importancia geopolítica tiene Crimea para los intereses de Vladimir Putin como presidente de Rusia? R. La importancia es de tipo militar, ya que Estados Unidos como país líder de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ha querido durante la última décadas instalar un escudo anti misil nuclear, hazaña que afecta directamente la capacidad ofensiva de los misiles rusos sobre la base de la extensión de las fronteras de la Unión Europea que aglutina a gran parte de los países que formaron la URSS. A este respecto, el gobierno ruso considera a la Unión Europea (UE) mas bien como un bloque comercial que políticamente obedece a los intereses políticos y militares de los Estados Unidos (USA), hecho que facilita a sus enemigos estar a las puestas de sus fronteras y ahí, justo ahí es donde está el meollo de la crisis que ha dado al traste con declaración de independencia unilateral del gobierno de Cremia respecto a Ucrania donde la población se mostró dividida sobre un acercamiento a la Unión Europea (pro europeos) y los que preferían seguir bajo el protectorado de Rusia (pro rusos) Lo primero que debemos recalcar sobre el referéndum del domingo que aprobó la adhesión a Rusia de la península de Crimea, es que en la practica la Unión Europea, Japón y el propio Estados Unidos no pueden en nombre de la comunidad internacional sancionar a Rusia por esta maniobra, ya que su condición de miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unida (ONU), le garantiza el poder de vetar cualquier intento de resolución en este sentido, como a propósito ya hizo con la intensión de la misma de declarar ilegal dicho referéndum. Por esta razón, cualquier medida al respecto, serian de carácter unilateral que en poco a nada afectaría los grandes interés políticos y estratégicos obtenidos por el ex espiá del famoso KGB (servicios secretos) y hoy presidente Ruso Vladimir Putin Dicho lo anterior, es más que evidente que la tibieza y el carácter pasivo de Barack Obama como presidente del país mas poderoso del planeta, ha mermado en aumentar las expectativas y las ambiciones de sus rivales naturales como la propia China, quien impidió el año pasado la intensión de Estados Unidos de acabar de una vez con el régimen Sirio del presidente Bashar Al-Asad, quien ha matado cerca de trescientos mil ciudadanos y ha provocado el desplazamiento de aproximadamente nueve millones en un conflicto interno que lleva tres años. En esta ocasión China hizo uso de su poder de veto junto a Rusia para evitar el uso de la fuerza multinacional o fuerza de paz, razón que forzó a Estados Unidos replantearse el asunto y no llevar a cabo una incursión militar unilateral junto a sus aliados como ocurrió el Iraq en la era de Sadam Husein. En tal sentido, la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado que dirige John Kerry deberán trazar una estrategia que detenga esta reducción de poder mediático y efectivo del gran coloso del norte, pues de lo contrario la derrota del partido demócrata estadounidense es crónica de una muerte anunciada, ya que los republicanos se han caracterizado por una efectiva e imperante política exterior a través del uso de su poderío militar y diplomacia moderna.
