Agua: dependencia indispensable
Una verdad incuestionable es la necesidad indispensable del agua para la vida. Desde el vientre de la madre la criatura necesita ese preciado líquido, para poder desarrollarse en ese ambiente. Desconocemos muchas cosas de la existencia humana, pero nadie puede negar que el agua y el oxígeno son indispensables para toda forma de vida sobre la tierra. Por eso, en la formación molecular del agua, hay dos hidrógenos y un oxígeno, H2O.
En el principio de la Creación, el agua era parte fundamental, todo era agua. «y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas».
Mientras que la tierra estaba sumergida en las aguas, no había ninguna otra cosa creada, por lo tanto, reinaban las tinieblas y el desorden. Ante tal situación, Dios interviene para ordenar nuestro mundo sideral, y crear al hombre a su imagen y semejanza; tomando el agua como fundamento de todo lo creado.
Dios separa las aguas de las aguas mediante una expansión, que consiste en alejar una porción de agua de la otra parte creando así, un espacio sin agua. «Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión Cielos» Gén. 1:6- 8a.
La parte de abajo de los cielos estaba compuesta de aguas y de tierra, pero no ordenada. El Poder y Sabiduría de Dios, hacen posible la existencia de lo seco, llamado Tierra, y de la reunión de aguas les llamó Mares. «Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas, Mares» Gén. 1:9, 10a.
Las aguas tienen un papel importante en muchas cosas creadas. Dios utilizó ese recurso que tenía a su disposición, para un mundo material. Por eso, «Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y de todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie» Gén. 1: 20, 21a.
Cuando Dios hizo al hombre, creó también un huerto, en el cual estaban los árboles frutales para el hombre alimentarse. En ese huerto del Edén, la vida del hombre dependía de un vapor de agua que subía sobre la faz de la tierra, el cual regaba toda la faz de ella. Por eso Dios, utilizó un río que salía de Edén, para regar el huerto, el cual se repartía en cuatro partes: Pisón, Gihón, Hidekel y Eufrates. Dios dio responsabilidad al hombre para que labrara y guardese el huerto.
Uno de los grandes males que hoy confronta la humanidad es la escasez de agua, hasta se ha hablado de posibles guerras por causa de este líquido. El hombre no ha sabido administrar la creación dada bajo su mayordomía y ha afectado los océanos, mares, ríos, entre otros. La contaminación ambiental, la desforestación y el uso del agua para llenar los vacíos dejados por los pozos petroleros ha disminuido la disponibilidad de las aguas.
El agua es indispensable casi para todas las cosas que existen, tales como: Las plantas, los seres vivos terrestres y acuáticos. El que más la necesita es el hombre, quien además de los usos naturales, le da otros usos, debido a la modernidad de la vida. Producir energía, para los vehículos, para los jardines, lavado de ropas, bañarse, cocinar, el cultivo de plantaciones alimenticias, para descarga del agua negra, entre otros.
Los cristianos debemos estar ocupados orando a Dios y llamando a la gente que aprendamos utilizar el agua, «el agua es vida». El bautismo es indispensable para la salvación, el cual debe realizarse con suficiente agua, pues es obligatorio sumergir totalmente a la persona en el agua. Por tal razón, Juan el Bautista y Jesucristo (sus discípulos) bautizaron en los ríos. «Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían y eran bautizados» Jn. 322, 23.
El bautismo es esencial e indispensable para la salvación. Felipe bautizó al etíope, como dice: «Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondió: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó» Hch. 8:36- 38.
cuántos molondrones e ignorantes hablando cosas sin saber!!! dios tenga misericordia de ellos
el agua es vida, no la desperdicies…pedro justiniano polanco.fausto piña dice»el bautismo es esencial e indispensable para la salvación», si eso es verdad mis tres hijos no se salvan porque no están bautizado, pensé que era injusto bautizarlo sin su consentimiento, ya adulto me dijeron que fue la mejor decisión, soy un disidente de los religioso, religión es el opio del pueblo, nada de lo que escribe el articulista tiene sustentación científica
en esa foto, el articulista se le nota que tiene una endrogaa
y….creó el hombre a dioses y luego dios para vivir del cuento…..
ahora fue que descubrio el disparatoso este que el agua moja?