Agitación y confrontación en USA
La llegada al poder en los Estados Unidos de Norteamérica del magnate de los bienes raíces, Mr. Donald Trump ha dado inicio a un escenario hasta ahora desconocido en la historia de esta gran nación. La forma tradicional de ejercer el poder ha sido cambiada de la noche a la mañana.
Donald Trump había hecho una campaña sobre la base de una propuesta anti política en la cual prometía hacer las cosas totalmente diferente a como se habían venido haciendo desde tiempos inenarrables.
Mucha gente creía que eso era solo campaña y política, pero resulta muy difícil hacer y ganar una campaña para luego hacer lo contrario, ya que se corres el riesgo de quedarse sin base de apoyo.
Como presidente de Estados Unidos Donald Trump ha firmado una gran cantidad de decretos en pocos días, más que lo que ningún otro presidente había hecho en tan corto tiempo. De seguir esa proyección podría romper el límite de la cantidad de decretos que un presidente puede firmar.
La cantidad de decretos que ha firmado el presidente no es lo que preocupa a muchos sino el contenido de dichos decretos. Rechazar la ley de cuidados médicos, vetar la entrada de inmigrantes de 7 países de mayoría musulmana y eliminar el ingreso de refugiados a territorio norteamericano son medidas que atentan contra la naturaleza incluyente de este país.
Trump se propone incrementar grandemente el presupuesto militar, que había sido congelado por Barack Obama, para supuestamente hacer a estados unidos grande otra vez en un mundo donde la guerra es económica y comercial.
La reacción no se ha hecho esperar y hemos visto protestas y marchas en diferentes partes de los Estados Unidos de Norteamérica. Muchos legisladores del partido demócrata han desafiado las decisiones del Presidente Trump y hasta se han unido a las protestas populares.
En base a lo que hemos visto y escuchado lo que se avizora es que habrá mucha confrontación y agitación durante los próximos cuatro años de gobierno de Trump. Las fuerzas liberales y democráticas no están dispuestas a permitir que se les pase por encima y quedarse calladas.
Es difícil poder predecir lo que podría pasar en un escenario de agitación y confrontación pero hemos de apostar a que las instituciones jueguen su rol para obligar a las partes a ponerse de acuerdo mediante la negociación y la concertación.
El gran problema es que los Republicanos tienen todo el poder a nivel nacional y estatal, ya que controlan el Senado, la Cámara de Representantes y también la Suprema Corte de Justicia, lo cual impide que haya balance.
Si se maneja todo ese poder de manera excluyente entonces el único escenario para los sectores excluidos sería la protesta y esto significaría la “tercermundialización” de los Estados Unidos de Norteamérica.
En realidad la sociedad norteamericana está enferma económica, social y políticamente desde hace muchos años, por lo que se necesita de una política de rectificación en todos esos órdenes. El problema es qué se va hacer para resolver los problemas que agobian a este país.
Siempre he creído que la reducción del gasto militar es un elemento clave ya que con esos recursos se pueden resolver grandes problemas en el ámbito económico, pero lo que vemos es que ahora el mismo se va a incrementar significativamente.
Estados Unidos ha perdido competitividad económica en su territorio ya que la globalización ha promovido la migración de los capitales a otras latitudes, y la automatización ha afectado la mano de obra industrial dentro de USA.
Actualmente este país ha sido transformado en un gran centro de consumo a donde se traen productos de todo el mundo mientras que su economía interna se convierte en una economía de servicios, y eso no es sostenible en el largo plazo.
Lo que no podemos entender es que Donald Trump pretenda resolver esos problemas incrementando el gasto militar y promoviendo la exclusión y la división interna en esta nación; eso solo traerá conflictos que en nada ayudarán a superar la crisis.
Estados Unidos necesita de una revolución económica y cultural que le permita competir y superar a sus adversarios, pero lo que Donald Trump se propone es una anti revolución que elimina conquistas y reformas que han contribuido a mejorar las condiciones de vida de las minorías y de los más necesitados.
Por las razones antes expuestas es que el Presidente Obama ha roto su silencio y ha llamado a apoyar las protestas para defender las conquistas del pasado y los valores que sustentan a los Estados Unidos de Norteamérica.
Lo que viene es más confrontación y agitación en la patria de George Washington en los próximos cuatro años.
jpm