Acción del robo con violencia
Después de los caracteres del robo ordinario, debemos citar las formas agresivas de robo que se traducen por la rapiña. Tal cual es reverenciada por el Código penal italiano, concerniente al robo calificado en nuestro derecho.
Ese tipo de ladrón es ante todo un sujeto predispuesto a los delitos contra la propiedad. Pero, en razón de su personalidad particular, su tendencia se ejerce con el empleo de la violencia.
Según los maestros Kraft-Ebing, Havelock-Ellis, Bloch, Laignel-Lavastine y otros autores, en ciertos criminales, el robo se acompaña del acto erótico, en otros actos sanguinarios. Esas formas de conducta criminal son conocidas con el nombre de rapiña.
Se trata de sujetos que tienen a la base de su actividad criminal una predisposición al robo en general. Pero la dinámica de sus crímenes está ligada a las anomalías psíquicas particulares o a los síntomas mórbidos de una importancia considerable en la perspectiva criminológica.
Existen igualmente violadores que son arrastrados al crimen bajo la influencia de concepciones aberrantes donde se encuentran ideas de persecución, reivindicación o de reforma.
Entre los violadores de ese género se encuentran fanáticos, que, en ciertas circunstancias, se convierten jefes de bandas organizadas; sujetos que quieren lucirse con su mentalidad histérica y que, por tanto, con el único objetivo de llamar la atención o capturarlos capaces de heroicas hazañas, son llevados al pillaje.
Individuos que se creen autorizados a cometer robos para reparar injusticias, defender a los débiles y oprimidos, y traducir ideas en contraposición a la realidad y formas de prestigio e incluso heroísmo más o menos paradójico.
Los violadores a veces logran el crimen a través del gusto por el riesgo o el placer que experimentan cuando pueden degradar o herir a su víctima, ya que obtienen extraños sentimientos de dominación o poder.
No es raro que estos mismos sujetos sientan la necesidad de golpear a su víctima hasta el punto de sangrar, ya que la vista de la sangre les provoca una especie de embriaguez y un estado general atractivo de exaltación, de naturaleza sádica.
Es superfluo recordar que incluso estos violadores, que son predispuestos al robo con violencia, están fuertemente influenciados por las relaciones interindividuales, las sugerencias del entorno en el que viven, las toxinas, etc., y todo lo que pueda actuar sobre ellos.
La actividad delictuosa contra los bienes de otro es practicada por ciertos criminales empleando sobre todo los desvíos, el engaño, el fraude. En ellos, también, encontramos en cierta medida la raíz de actos en un inclinado a la apropiación de manera ilícita, antisocial o criminal.
Existe una diferencia, sin embargo, entre los estafadores y los otros ladrones; los primeros son temas que se agravan por medios fraudulentos como la astucia, el artificio, el engaño, porque estos métodos corresponden mejor a sus aptitudes y características psíquicas.
Las más frecuentes de dichas características son una imaginación e invención exuberantes, una excesiva buena opinión de uno mismo, una codicia más o menos pronunciada, una tendencia a ser importante, una facultad crítica insuficiente, una débil sensibilidad moral, etc.
jpm-am