Debilidad en la defensa del imperio celeste

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LA AUTORA es abogada. Reside en Italia.

Los países más ricos no son, necesariamente, siempre los más civilizados, pero no siempre los más civilizados son los más avanzados tecnológicamente, al menos en el ámbito de las armas donde es posible que una sociedad civilizada prefiera no invertir cuando hay otras prioridades. Pero las naciones, como los hombres, deben saber y poder defenderse de probables agresiones.

Un aspecto fundamental en la creación de estrategias de parte de una nación, como de un adulto, es el conocimiento realista que tiene de sí mismo, de sus debilidades y de sus fortalezas, así como de la realidad del entorno que lo rodea, para comprender cuales podrían ser los peligros a lo que es expuesto y cuales serian los mecanismos de defensa.

En el pasado histórico, lo que sucedió con China y su imperio celestial en el siglo XIX es una demostración de cómo el no estar preparado para defenderse de las agresiones de otros pueblos puede tener consecuencias trágicas.

A inicios del siglo XIX el PIB de China era siete veces superior al del Reino Unido. Desde hacia mil años dicha nación tenía una estructura burocrática formada por intelectuales que debían pasar un concurso para ser aceptados en la misma.

Era un imperio que producía todo lo que necesitaba y exportaba a los países de Europa sus productos sin importar los productos de esos países, o sea exportaba pero no importaba, creando un déficit en la balanza de pago de estas naciones respecto a China.

Situación que comenzó a ser mal vista por los países europeos, sobre todo Inglaterra, que desde hacia tiempo ambicionaba un libre comercio y un sistema de intercambio diplomático con el imperio chino.

Mientras China estaba en la torre de marfil de su prosperidad, las sociedades europeas “denominadas Bárbaras por la elite china” habían creado nuevos métodos industriales y científicos que esta elite desconocía. De repente “estos barbaros” habían superado tecnológicamente al imperio celestial.

La máquina de vapor, el ferrocarril y los nuevos métodos de fabricación aumentaron enormemente la productividad en estas naciones, así como, estos nuevos conocimientos, permitieron un mayor desarrollo tecnológico en el campo naval y armamentístico.

En el libro de Henry Kissinger “China”, éste narra cómo en una misión británica, realizada entre 1793 y 1794, a la corte imperial, con el objetivo de atraer el interés chino para la compra de los productos europeos más sofisticados, fruto de sus últimos avances científicos, fueron recibidos con desdeño e indiferencia por el Emperador y sus burócratas. “El emperador no había captado el alcance de la ventaja tecnológica británica”, ni calculó, debido probablemente a incomprensiones culturales del carácter resolutivo y de exploración de las estrategias occidentales.

“Donde los estrategas occidentales reflexionan sobre la forma de reunir más poder en el punto decisivo, Sun Tzu aborda los medios para crear una posición política y psicológica dominante, de forma que el resultado del conflicto pase a ser una conclusión previsible”.

La estrategia en la cultura china era flexible y psicológica, minando la moral o neutralizando la fuerza del enemigo. Por ello China trataba a occidente con superioridad en un juego también psicológico, pero en la realidad concreta esta superioridad no era real.

El hecho es que esa actitud intransigente y de superioridad y, sobre todo, el déficit en la balanza de pago, motivó a los ingleses a exportar opio a China. Producido en la India, entonces colonia británica, la droga tuvo

tal éxito (creando muchos adictos) que en 1830 se exportaban toneladas de opio dando un vuelco en la balanza de pago y creando una grave crisis social. Esto llevó al gobierno chino a prohibir la venta del opio y a incautarla en manos extranjeras en el puerto de Canton. “Los británicos consideraron el asedio a la comunidad británica en Cantón como una ofensa intolerable. Los que ejercían presión por el comercio con china pidieron al parlamento una declaración de guerra”.

Humillación

Así comienza la primera guerra del opio y la época de la grande humillación china. La superioridad militar inglesa forzó a China a rendirse y a ceder la isla de Hong Kong a los ingleses y a abrir al comercio de Occidente varios puertos de China. Siguieron otras guerras del opio, “la buena sociedad occidental veía el comercio del opio como una vergüenza pero los mercaderes, por su parte, no estaban dispuestos a perder un comercio tan lucrativo”.

Con la primera guerra del opio inicia la decadencia del imperio. La debilidad en la defensa los hizo vulnerable a otros ataques. A Gran Bretaña sólo le interesaba el comercio pero otros países como Japón (que a diferencia de China se había abierto a occidente y modernizado en el ámbito bélico e industrial) eran interesados a apoderarse de territorios chinos.

Usando sus estrategias de usar “barbaros contra barbaros” los chinos buscaron la protección Rusa para defenderse del Japón pero esta protección, a la larga, costó también concesiones de territorio a Rusia. La Rusia logró una posición dominante en Manchuria y con esto, en una época caracterizada de pugnas hegemónicas, provocó el que otros países de Europa, por cuestiones geoestratégicas buscaran concesiones. Alemania ocupó Qingdao en la península de Shandong y Francia obtuvo un enclave en Guangdon y consolidó su poder sobre Vietnam.

En fin, en su orgullo, al emperador y la elite china, con sus hombres de letras, se les olvidó de aplicar la enseñanza de Sun Tzu; “conoce al enemigo, conócete a ti mismo y tu victoria nunca se verá amenazada”. No habían visto al enemigo, sus recursos y su cultura, y habían desconocido sus debilidades frente al enemigo.

Enseñanza

Esta es la enseñanza de este acontecimiento histórico, valioso para cualquier cualquier nación; la importancia de conocer sus fortalezas y debilidades. Asimismo, el de evitar concentrarse solo en su propio mundo y en sus problemas, sin observar el mundo exterior con detenimiento. Esta de más decir lo importante de buscar constantemente y de conocer a fondo las tecnologías y las leyes más avanzadas (aplicables a nuestra realidad) para usarlas para mejorar la economía y el funcionamiento social, administrativo y educativo. Manteniendo siempre una actitud crítica y propositiva.

Los gobernantes de un Estado deben conocer que sucede en el mundo, en la paz no son las armas sofisticadas los mejores instrumentos para defenderse. Hay leyes explicitas e implícitas que regulan las relaciones internacionales, la economía y los movimientos sociales e migratorios. Buscar conocer las luces y las sombras de una sociedad en continua transformación y analizar el impacto de las relaciones de sus diferentes realidades.

Conocer la Tecnología, biotecnología de vanguardia, sin descuidar los avances en las disciplinas humanísticas como el derecho, historia, sociología, filosofía, pedagogía, cuyos elementos nos ayudan a entender el mundo y al ser humano y sus comportamientos, y son, a la vez, eficaces herramientas para la diplomacia, que en países como el nuestro, son el principal instrumento de defensa.

Y como hemos visto, este mundo no es celestial ni angelical, en el reino de este mundo hay que saber defenderse de las posibles agresiones de los enemigos ya que no siempre la resistencia pasiva tiene buenos resultados

jpm-am

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