Primer ministro de Haití reitera necesidad de diálogo y elecciones
Puerto Príncipe, 20 jul-El primer ministro haitiano, Ariel Henry, reiteró hoy que el país necesita impulsar un diálogo franco, alcanzar consensos políticos, realizar elecciones y combatir la inseguridad.
En una alocución a propósito del primer aniversario de su asunción al cargo, el jefe de Gobierno hizo un llamado a un diálogo esencial que permita construir un proyecto nacional para legar a los hijos y nietos.
Asimismo, aseguró que la misión principal de su administración es crear las condiciones para realizar elecciones «honestas, transparentes y democráticas», aunque reconoció que esto precisa restablecer la paz y la libre circulación de personas y bienes.
«La lucha contra la inseguridad y el restablecimiento de la paz y la libre circulación de personas y mercancías deben lograrse mediante un control estricto en los puertos y las fronteras», dijo Henry, y felicitó las recientes incautaciones de armas y municiones en Port de Paix y Puerto Príncipe, al tiempo que se comprometió ampliar esas acciones en todo el país.
El primer ministro reiteró sus felicitaciones a los agentes policiales que velan y cuidan a la población, en momentos en que los grupos armados son responsables de más de 900 asesinatos y casi 600 secuestros durante el primer semestre de este año.
«Se que la mayoría de nuestros compatriotas reclaman el restablecimiento del clima de seguridad», dijo, sin detallar medidas concretas para combatir el fenómeno.
NO ALCANZA AÚN ACUERDO
Henry asumió el cargo hace un año, dos días después del asesinato del presidente Jovenel Moise y pese a sus promesas aún no alcanzó un acuerdo entre las fuerzas políticas y la situación de inseguridad aleja cada vez más el proceso electoral.
Las pandillas ganaron control en los últimos 12 meses bloqueando los accesos norte y sur de la capital, mientras aumentaron los secuestros y asesinatos en la zona metropolitana de Puerto Príncipe.
Solo de abril a mediados de este mes, organizaciones de derechos humanos registraron unas 500 muertes por los enfrentamientos de las bandas y más de 300 secuestros.
En este contexto la oposición señala que la gestión de Henry es un fracaso y alienta el establecimiento de un nuevo Gobierno de transición que permita reestructurar las instituciones estatales.
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