OPINION: Navieras y shipping, un caso complejo que se debe resolver (1 de 3)
Las secuelas de la «COVID-19» han dejado marcas en todas las áreas de la economía y sin precedente en el área de la trasportación de contenedores alrededor del mundo.
Uno de los mercados más afectados está relacionado a la carga del dominicano en el exterior que mantiene la economía de la República Dominicana a través de envíos de cajas y tanques realizado por las embarcadoras y los shipping.
Estos factores son también dramatizados en las áreas que suplen, las navieras, los puertos, las aduanas, los aduaneros y la dinámica del servicio lo que llaman entregas de puerta a puerta.
Recientemente me llamó la atención durante episodios de esta industria para mantener a flote los envíos hacia la República Dominicana, la relación que existe entre navieras y los llamados shipping, estos que mantiene una operación informal de pequeñas empresas que se nutren de los dominicanos que a diario envían a sus familiares.
Ellos se reúnen en grupos a consolidar carga para enviar a costo de oportunidad llenando contenedores semanalmente, de esta manera así pueden cubrir los costos de los envíos generando un mercado de envíos inigualable en Latinoamérica principalmente hacia la República Dominicana.
Claro como en todo hay desventajas en la competencia y las empresas grandes que se benefician de las pequeñas, es interesante notar que las pequeñas empresas de embarque hacia República Dominicana se calcula que son aproximadamente, casi el 75% de toda las embarcadoras hacia República Dominicana.
No siempre fue así, en la décadas de los 70 y los 80 solo unas cuantas empresas dominaban el mercado conocidas estas como Dominicana Shipping, La Rosa del Monte, y la Flor de Mayo, pioneras de la industria.
También han existido un sinnúmero de navieras que han estado presente en el conglomerado de los envíos globales por décadas como la son, la Seaboard Marine SeaLand, CMA, NYK, muy conocidas, entre otras desaparecidas.
Gobalmente esta es una industria con efectos y defectos, aunque las pequeñas empresas generan millones de dólares a las navieras y en caso los shipping también a la Republica Dominicana aportan un significativo aporte de empleos a los Estados Unidos y un exponencial aporte al Producto Interno Bruto PIB en combinación con las remesas hacia Dominicana que hacienden a los novecientos mil millones de dólares.
Con todo lo que las shipping aportan a la industria y lo generan a la creación de empleos, estas pequeñas empresas no cuentan con el apoyo ni el respeto de las grandes corporaciones navieras.
Los millones de dólares pagados por dominicanos para envios, muchos de ellos van a las arcas de las navieras a traves de los costos de renta de contenedores, chasis, parqueos en puertos y demás ajustes gubernamentales.
Según fuentes describen que, contendores desde la china que solían costar cuatro mil dólares el flete, hoy se aprecian por 20 mil dólares reduciendo la velocidad de entrega de los productos entre países y aumenrando los precios de los productos exportados a cada pais.
Sin excepcion para las shipping hacia la Republica Dominicana han representados alzas de hasta mil cuatrocientos dolarles por cada contenedor, lo cual significa alzas en los envíos de las cajas y tanques y las operaciones de estas pequeñas empresas.
Claro está, para las empresas que tiene una presencia más horgada en términos de su operación, representa solo una reducción en sus entradas anuales lo que significativamente solo impactan su operación, mientras las pequeñas empresas son estranguladas con costos impositivos que dejan las operaciones con déficit semanales, y falta de capital para continuar operando.
Lo más significativo en estos menesteres económicos globales es que las navieras aunque se benefician de toda operación no toma liderazgo en incluir medidas que puedan asegurar que la industria no colapse dentro de su propio peso, y a gran escala.
Recientemente la SeaBoard Marine entre otras, ha llamado a sus reuniones peculiares con embarqueros que rentan contenedores, para difundir sus alzas y cambios de la industria, pero como todo emporio ajeno a las necesidades de aquellos que mantienen el mercado, la Sea Board líder entre New York y la República Dominicana hace ejercicio de una estricta selección de compañías para reunirse con unas cuantas empresas que solo aportan un pequeño porcentaje a las cuantiosa suma millonaria de sus beneficiós anuales.
Sin embargo, es todavía más interesante que las navieras no aceptan reunirse con los pequeños empresas embarcadoras para dialogar hacerca de la situación de supervivencia, las necesidades y soluciones, es irónico y hasta seudo hipócrita que empresas corporativas se beneficien del conglomerado desorganizado de las pequeñas empresas y le nieguen el derecho a verse la cara y enfrentar las crisis.
El pez grande se come al pequeño.
No hay un reglamento que diga que pequeños empresarios y las navieras no se puedan reunir a colaborar por una mejor industria más cuando una que genera la materia prima, cajas y tanques le da soporte a una que envía contendores.
Mientras tanto espérenos que el Covid regrese todo a su normalidad, tendremos la bacteria, y la economía y juntas generaran la próxima década de crecimiento aunque sea sin reunirse para mejorar el control de la trasmisión del virus a través de sus contenedores.
Hable tambien de los robos que hacen los trabajadores a las caja que envian los dominicanos
Son saqueadores profesionales, yo misma he sido victima de esos robos. chequean las cajas a traves de rayos X ycuando ven algo interesante se lo roban asi como ropas y latas de comida. Las agencias de envios no creo que sean responsables pero los inspectores y trabajadores de aduana si lo son.