A Dios rogando y con la hoz y el martillo dando
En el mundo del reino animal, existen unos especímenes de nombre «Camaleón», los cuales son una especie de saurópsidos que viven de manera muy abundante en Africa. Son poseedores de unas característica muy particulares como es la de cambiar de color de acuerdo a las circunstancias, mover los ojos de manera diferentes del uno al otro y tener una lengua muy rápida con la cual captura a sus presas. Es una especie muy parecida a ciertos tipos de personajes de la política que usan esa ciencia social para engañar, pervertir, manipular o castrar social, política o económicamente a toda una nación.
De igual manera, esos políticos que actúan como el camaleón, usan o adoptan un lenguaje social o posturas religiosas, que se identifican en gran manera con el pensar de las mayorías, para mediante esa estrategia mediática y sicológica, captar el fervor y/o la simpatía a sus causas, las cuales nunca identifican con honestidad hasta después de tener o alcanzar los objetivos políticos buscados, como sería el poder. Un ejemplo de ello -para solo citar uno de tantos- fue cuando el entonces guerrillero Fidel (Hipólito) Alejandro Castro Ruz bajó de las montañas de Sierra Maestra con un «rosario y un crucifijo» en el cuello, algo que concitó la admiración y aceptación de un pueblo santero y religioso como lo es el cubano.
Hago este introito en este humilde aporte, para referirme a lo expresado recientemente por la persona que en Venezuela se conoce con el mote de «Toripollo» ( Cuerpo de toro y cerebro de pollo, tal y como lo explicara en uno de sus artículos el Dr. Manuel Núnez Asencio), el cual funge como Presidente de la República , después de regresar de su gira pedigueña sin lograr nada, y presentar ante la Asamblea Nacional Venezolana su «Memoria y Cuenta 2014 a la Nación», algo que había pospuesto en dos ocasiones.
Al no tener ninguna solución que ofrecer y, mucho menos, poder justificar el desastre que se inició con su «padre putativo» y que él por su incapacidad y actos corruptos ha profundizado aún más la crisis total por la que atreviesa la nación, selló su desastrosa y ridícula exposición con la siguiente frase» Dios proveerá». Obviamente, dando con esa expresión una clara y contundente demostración de que él y su camarilla corrupta que han desbancado al país, no tienen la más mínima solución para resolver la crisis.
Pero, aparte de esa expresión , es cuesta arriba escuchar esa frase de un individuo que viajó a la India junto a la «Primera Combatiente» para venerar como si fuera un «dios’ a un gurú indú de nombre Sathya Sai Baba ya fallecido, que yo pienso más que todo, que su supuesta «divinidad y santidad» viene a ser una extensión que le hace honor a su apellido.
Me voy a permitir en este artículo que gentilmente me permite escribir este periódico, utlizar parte del mismo para transcribir íntegramente, por considerarlo una joya, un escrito del prestigioso periodista y humorista venezolano Laureano Márquez titulado «Carta de Dios a Maduro». Este periodista ha sido acosado y perseguido por su fino humor satírico de corte político, desde los tiempos del «Comandante Eterno y Galáctico hasta el «Toripollo» actual. En dicho artículo Laureano se refiere a la frase «Dios proveerá» dicha por el írrito mandatario en su «Memoria y Cuenta 2014» a la Asamblea Nacional Venezolana. Leamos:
Mi muy querido y predilecto hijo pródigo:
Sabes que por ser Dios me encuentro en todas partes. Me calé completico tu discurso de memoria y cuenta, cumpliendo con mi deber de ser omnisciente. En un determinado punto -frente a las adversidades que se le avecinan al país por la crisis de los precios del petróleo- te oí decir, haciendo uso de tu libre albedrío: «Dios proveerá».
Mi pequeña y hermosa criatura: Yo ya te proveí. Es que acaso no te has dado cuenta? Te explico, mi estimado moldeado del barro primigenio:
El día que creé a Venezuela la coloqué en la zona tropical, para que los rigores del invierno y las nieves no les acosaran y el sol brillara todo el año. Sin embargo, les puse los Andes con nieves perpetuas para que los maracuchos tuviesen donde pasar frío y usar guantes y gorritos tejidos con orejeras. Las tierras de que los doté son fértiles casi todas. Los llanos son propios para una buena ganadería. En las selvas costeras tienen el mejor cacao del planeta y donde cultivan un excelente café. Les dí tierras productivas en el sur del Lago, en los Andes, en toda la zona central. Muchos ríos les hice, para que nunca les faltara el agua. Es más, puse dos bien caudalosos uno a lado del otro, para que usaran uno para producir electricidad y el otro-navegable- para que saquen los productos de exportación mineral, que además los coloqué al ladito del río para que no hagan mucho esfuerzos en sacarlos. Les dí playas maravillosas para que lleven turistas: Margarita. Los Roques, Morrocoy y la Gran Sabana con su salto Angel para que se sintieran maravillados y orgullosos de los que son. En el subsuelo les puse las reservas petroleras más grandes del planeta. Tienen también oro, aluminio, bauxita, diamantes y tantas cosas más. Hijito bello: les mandé mensajes, les mandé personas, les envié inspiración: Bello, Bolívar, Vargas, Miranda, Gallegos, Raverón, Picón Salas, el Maestro Abréu, Zapata, Andrés Eloy, Soublette, Convit, Cabré, Davadillo, Lauro, Simón Díaz, Dudamel…(La lista es larga y mis caracteres no son eternos) y hasta Uslar con un mensaje: transformen el petróleo en otras formas de riqueza: siémbrenlo
Tesoro hermoso de mi corazón:
Como si lo anterior fuese poco. Les acabo de enviar 15 años de la bonanza petrolera más grande que ha conocido la humanidad. Multiplica, bebé: dos millones y medio de barriles diarios X 100 X 30 X 12 X 15. el resultado es el dinero que les envié, para que convirtieran a Venezuela en un Paraíso Terrenal de abundancia y progreso.
Les di todo, Nicolás del alma mía, hijito tierno de mi corazón: Cómo te atreve a decirme «Que Dios proveerá?Mira, si en algún proyecto tenía yo esperanzas, era en Venezuela. Les va a costar mucho que yo entienda como convirtieron una de mis mejores obras en esta ruina.
Lo siento, hijo, tengo que decirte que tu petición a las finanzas celestiales también han fracasado.
Mira, te doy un consejo, así de panita: sienta en una mesa a Pedro Palma, Adrúbal Olivero, José Guerra, Orlando Ochoa y a Luis Vicente León al que tanto mientas, y diles que te den una lista de 10 acciones urgentes para salvar el país de la debacle que le sobreviene y párale bola, que te lo digo Yo, que ya veo lo que viene y no por ser Dios, sino por puro sentido común.
A pesar de todo, te amo.
Dios.
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