Entre lo legal (ser) y lo legítimo (deber ser)

El caso del Sr. Eddy Olivares, activista político del PRM, ex miembro de la JCE y quien por un tiempo actuó como vocero de Hipólito Mejía y que ha solicitado una licencia partidaria para volver a aspirar a conformar una vez más el pleno de ese tribunal, mantiene enfrentado a una gran parte de la opinión pública con la clase política, ésta última reclamando que son los miembros de los partidos políticos los que deben conformar el pleno de la Junta Central Electoral, y los primeros exigiéndole al propio partido del Sr. Olivares cumplir con la promesa de campaña del hoy presidente de la República Luís Abinader, que no fue otra que despolitizar todos los órganos extra poder, escogiendo para su conformación personas sin vínculos partidarios.
 
Se trata de una lucha entre lo legal (que acompaña al Sr. Olivares en su aspiración) y lo legitimo (lo ético, lo que prometió y está sustentando la propia dirección del partido y el mismo Luís Abinader durante la pasada campaña electoral), es decir, una contienda entre el ser (lo que es) y el deber ser (lo que se aspira a ser), entre lo óntico y lo ontológico, entre lo dogmático y lo orgánico.
 
Juan Domingo Perón siempre decía, que la única verdad es la realidad (El ser). Y Eugenio Raul Zafarroni siempre ha defendido que lo que debe ser es porque no es (la aspiración).
De modo que en el caso del Sr. Olivares, está de su lado El Ser (la realidad), el cual al ser descriptivo, lo que hace precisamente es que describe una realidad, de tal suerte que, para el Sr. Olivares, nada legal impide que éste opte una vez más por conformar el pleno de la JCE, máxime cuando todos entendemos, que lo que no está prohibido es porque está permitido.
 
Para sustentar lo anterior, podemos citar el nepotismo que practicó el ex presidente Danilo Medina en sus ocho años de gobierno, que como no está criminalizado en ninguna norma (ley), y basado en que lo que la ley no prohíbe lo permite, el de Arroyo Cano ubicó a una gran cantidad de sus familiares más cercanos en los mejores puestos de la administración.
 
Sin embargo, en lo relativo al deber ser (lo aspiracional), es importante destacar, que la ley, así no establezca un ámbito de lo prohibido ni imperativo (ni aún lo permisivo), es una norma de moral social, la cual es entendida como un instrumento de libertad, y esta última, concebida como una suficiencia de necesidad.
El deber ser es prescriptivo, pues está basado en un juicio de valor (puro subjetivismo), de modo que puede que sea correcto o incorrecto, por lo tanto nunca ha de aspirar a erigirse en verdad absoluta.
 
Así las cosas, de lo que se trata es que el Sr. Luís Abinader y su PRM, basaron su campaña en El Cambio, una especie de promesa de convertirse en la antítesis de las prácticas del pasado gobierno, es decir, basar su accionar en lo esencialmente ético (deber ser), que fue lo que al parecer no entendió el pasado gobierno del PLD, y que hoy lucha contra un altísimo cuestionamiento en la opinión pública.
 
De manera que la aspiración del Sr. Olivares no está en modo alguno sometida a ningún tipo de cuestionamiento legal (es legal), sin embargo la dirección de su partido, el propio Luís Abinader y una buena parte de la sociedad dominicana, se inclinan por el deber ser, que no es otro que (para el PRM y Luís Abinader) cumplir con su promesa de campaña, e iniciar una nueva era en la que los órganos extra poder estén en bajo la dirección de personas sin historial partidario.
 
Eddy Olivares tiene todo el derecho a aspirar, pero como decía en una ocasión el célebre José Martí, hay momentos en que un hombre verdaderamente honrado, ante situaciones no deseadas, prefiere subordinar su derecho (ser) por su deber (deber ser).
Si finalmente es escogido, habrá triunfado el ser (la realidad). En cambio, si no lo es, se habría alzado con la victoria el muy subjetivo deber ser; habrían cumplido Luís Abinader y su PRM con una cuestión tan esencial en la que se basó su campaña política, y la propia sociedad dominicana, que tiene décadas esperando algún vestigio que la encamine finalmente a la consagración de un país más institucional.
 
Sea usted el jurado!
 
edagrm@yahoo.com
 
JPM
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Sertero
Sertero
5 Años hace

Entonces yo le hago una pregunta a Usted,
El que fue designado en la Suprema Corte de Justicia fue legal aún perteneciendo a un partido político?
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Por eso es que este país está jodido.

Edgar
Edgar
5 Años hace
Responder a  Sertero

Lo de Henry Molina fue tan legal como que usted, si no está casado, puede contraer matrimonio con quien usted decida (pues no comete bigamia). Sin embargo, la pregunta es: Siendo ese señor un ex activista político del PLD (al igual que el Sr. Olivares del PRM), Era prudente (deber ser) escogerlo para ser miembro de la SCJ? Y lo que es peor, Presidente de la SCJ? Son dos casos muy similares. Dos ex activistas políticos aspirando a una función.

Manuel Fernández
Manuel Fernández
5 Años hace

Me voy con la frase de ese gran José Marti,hay momentos que un hombre debe demostrar HONRADEZ es lo que ha faltado en la mayoria de nuestros politicos.

El Doliente de los Pensadores
El Doliente de los Pensadores
5 Años hace

Es cierto como usted plantea, que hay un aspecto deontológico en la candidatura del Dr. Eddy Olivares, pero mantengo mi tesis de que también el dilema es de RAZONABILIDAD a la luz de los artículos 69.2 y 74.2 de la Constitución.

El Doliente de los Pensadores
El Doliente de los Pensadores
5 Años hace

Es decir: Si se pueden escoger miembros idóneos de la JCE que no sean militantes partidarios, es RAZONABLE escoger militantes activos y destacados de Partidos y de corrientes políticas, necesitando la nueva JCE mucha credibilidad?