Cuando el miedo manda
El miedo es un animal perverso. Se instala en las venas y hace perder hasta la condición humana.
Tragamos nuestras réplicas por temor a alejar simpatías, amigos, empleo, la oportunidad de obtener un favor o incluso, un servicio en una dependencia estatal que está obligada a proporcionarlo.
Ante la nefasta posibilidad de reprobar materias, de no lograr un propósito que está al alcance de la mano, aguantamos estoicos, silentes, todo tipo de injusticias, de maltrato de gente a la que no hemos dado motivo.
Nos enajenamos aun cuando sabemos que tenemos razón.
No se nos ocurre pensar en los derechos inalienables como el respeto a la dignidad.
Por ese desconocimiento o ese pavor que nos atrofia evitamos acudir a instancias obligadas a escuchar nuestra voz. Amilanados aceptamos los atropellos como buenos y válidos, con excusas que no nos convencen.
Por complacencia callamos aunque no estemos de acuerdo con imposiciones que creemos absurdas.
Por temor a caer en listas negras de iglesias y organizaciones de la sociedad civil guardamos silencio o peor, nuestros planteamientos en privados son distintos a los públicos.
Por no parecer desfasados o libertinos aceptamos situaciones con las que no estamos de acuerdo y dejamos que se imponga en nuestras vidas un sistema de cosas que no nos convence y en cambio, sí nos angustia.
Por no querer o no poder decir no o sí en momentos decisivos, renunciamos a oportunidades vitales y al honor de ser útiles a causas que nos motivan.
Cuánta gente vive amargada, anclada a lo que pudo haber sido y por miedo no fue. Arrepentida más por las cosas que no tuvo el valor de hacer que por las que hizo.
El miedo es esa fina capa de sellante que nos mantiene pegados a un empleo que nos denigra, a una relación que nos marca de manera atroz, a decisiones forzadas, a profesores que se regodean en el maltrato a sus estudiantes y pasan de generación en generación como los temibles de esta pesadilla recurrente.
Es esa pesada cadena, ese grillete enorme que nos inmoviliza y forma secuencias de alienados que en idéntico ritmo pasa y a veces solo ve pasar por una vida opaca, insípida. Si es que esa caja de angustias es vida.

Trump elige a Susie Wiles como jefa del gabinete en Casa Blanca
Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
El papa pide paz y estabilidad para el Líbano, Palestina e Israel
Navidad bajo ruidos: Caribe en tensión
Aguilas, Gigantes, Toros y Leones en el draft round robin
Sacrificando a media humanidad en nombre de Dios
Dar, gesto de entrega, de promoción y ardid de avivatos
MARYLAND: Dominicana asume presidencia Cámara Delegados
¡Cuánta corrupción! (2)
P. RICO: Exigen más protección para inmigrantes dominicanos
El rebase de los Gigantes y la estrepitosa caída del Licey
Conservatorio Nacional Música evidencia excelencia musical RD












