The Economist disparó las alarmas

Las enseñanzas de un buen maestro son muchas veces como sentencias que por más tiempo que pase, no dejan de ser efectivas y conminatorias; escuché una vez decir a Don Juan Bosch, casi en tono recriminatorio, “compañero, en política, una cosa es lo que usted desea con toda su alma, y otra quizás muy diferente, es lo posible”.

Cuando el ex presidente Hipólito Mejía declara la muerte política del Dr. Leonel Fernández, viola dos principios de su propia procedencia; los campesinos, cuando nos referimos a los muertos primero decimos, “que estas palabras no pesen en su alma”; además, en nuestras creencias está grabada la idea de que el descanso eterno debe ser respetado.

The Economist, la importante publicación inglesa, disparó las alarmas en casa del Ing. Hipólito Mejía; solo esto explica su última reacción, porque aparentemente los datos que le suministró un socio, viejo amigo suyo y brujo de Santiago de los Caballeros, él no los consideró muy veraces, porque creía que su amigo se estaba mercadeando.

Hablamos de The Eonomist, porque la advertencia del amigo de Santiago es vieja; él es alguien que quiere un puesto privilegiado en el nuevo PPH, pero es un socio caro, cuyos servicios tienen que ser pagados sin importar la lealtad política.

Ahora bien, la pachotada amenazante del ex presidente Mejía, sobre seguir lanzando excrementos sobre la figura del Dr. Leonel Fernández, es una jugada política hacia lo interno del PRM; en ese conglomerado político, hay un alto porcentaje de miembros que les encanta esa forma de ataques y expresiones; y él (don Hipólito) va en busca de ese favor que había cambiado un poco hacia la beligerancia de Luis Abinader.

Bueno, ya el ex presidente Mejía hizo la promesa a su nicho electoral más duro de una bacinilla de desechos sobre el Dr. Fernández; cumplirá esta promesa, porque de esa manera sucia pretende relanzar su precandidatura y desplazar a Abinader en las preferencias internas del PRM; además, Hipólito sabe que el morbo no debe hacerse esperar, y necesita sus efectos para sus titulares.

Después de la chicana “quirinosa”, de la que el presidente Leonel Fernández se repuso sin levantar sus armas para defenderse, a su armadura reluciente y desafiante, le resbalan las ofensas gratuitas e inventadas; nos parece, que también Hipólito Mejía perderá su tiempo y su vergüenza en este intento.

Compártelo en tus redes:
ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
guest
0 Comments
Nuevos
Viejos Mas votados
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios