Twitter, el nido de la rebelión contra Trump y su política migratoria
Donald Trump le ha declarado la guerra en Twitter a todo aquel que se pronuncie contra él, pero esta red social ha resultado ser un arma de doble filo para el presidente de EE.UU., ya que en ella también se está gestando una fuerte corriente de resistencia contra sus políticas, especialmente acerca de cuestiones migratorias.
Mientras que su cuenta personal arde en justificaciones sobre sus medidas migratorias y critica a la Justicia que se pone en su contra, entre los últimos en sufrir su cólera están, ni más ni menos, que otro republicano, Arnold Schwarzenegger, quien tras recibir varios ataques de Trump por su baja audiencia en El Aprendiz, le ha propuesto en Twitter intercambiar sus roles para que los estadounidenses puedan «dormir tranquilos».
Trump ha utilizado Twitter como un pajar donde prender su ira, contestando duramente a artistas como Madonna o Meryl Streep, a quien calificó sin tapujos como una de las «actrices más sobrevaloradas de Hollywood».
Twitter se moviliza contra Trump
Y mientras el magnate no para de tuitear desde su cuenta personal en esta red social, como si sus palabras no tuvieran nada que ver con su recién estrenado cargo de presidente, Twitter ha donado más de un millón de dólares para luchar contra las medidas de Trump.
Se trata del dinero que han recaudado unos 1.000 empleados de la compañía (500.000 dólares entre todos) más lo aportado por el CEO Jack Dorsey y el presidente ejecutivo, Omid Kordestani. Un dinero que ha sido aportado a la Unión Americana de Libertades Civiles para luchar contra las medidas que consideran discriminatorias, especialmente por motivos raciales.
«Twitter está construida por inmigrantes de todas las religiones. Estamos para y con ellos, siempre», publicaba la cuenta oficial de la red social el pasado sábado en referencia a los vetos migratorios de Trump.
Mientras, los gigantes tecnológicos estadounidenses están preparando una carta abierta al presidente exponiendo su preocupación sobre esta medida, ya que cientos de empleados podrían verse afectados por ella. “Estamos enfadados con el impacto de esta orden y con cualquier otra propuesta que pueda imponer restricciones a los ‘Googlers’ y sus familias”, explicaba el CEO de Google, Sundar Pichai.
Alianza rebelde científica
La comunidad científica es otra que se propone resistir a los embistes del magnate, especialmente tras sus expuestas dudas sobre el cambio climático.
La NASA, el Servicio Forestal, la Agencia de Protección Ambiental, el Servicio de Parques Nacionales, la Agencia de Alimentos y Medicamentos y hasta el staff de la Presidencia, entre otros organismos, han creado cuentas no oficiales para crear un «equipo de resistencia» ante las políticas de censura del nuevo presidente, como se presenta la cuenta no oficial de del Servicio Forestal.
Todas estas cuentas llevan el prefijo «rogue», que en inglés significa pícaro y que hace un guiño a la última película de la saga Star Wars: Rogue One. También se han referido estas cuentas no solo al ámbito que les atañe, sino a la discriminación migratoria.
«Sí, cuidamos de los árboles, pero también sobre nuestros amigos musulmanes que han sido detenidos y deportados. Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas», reza uno de sus tuits.
Los judíos rechazados por EE.UU. durante el holocausto
A raíz de las controvertidas políticas del nuevo presidente, la corriente antiTrump en Twitter ha tomado distintas formas. A finales de enero, el mismo día de la aprobación del veto de Trump contra refugiados sirios y de otros países, nacía la cuenta @Stl_Manifest, que recuerda a los refugiados judíos que fueron rechazados por Estados Unidos durante el Holocausto.
En 1939 más de 900 refugiados judíos que huían de los nazis cruzaron el océano en el barco Saint Louis, pero fueron rechazados por EE.UU. en la frontera y forzados a regresar a Europa, donde 250 de ellos murieron en los campos de concentración.
La cuenta fue creada por Russel Neiss y Charlie Schwartz, dos divulgadores judíos estadounidenses y colaboradores del Museo Memorial del Holocausto de Estados Unidos, para recordar que los refugiados y migrantes son personas con nombres y apellidos. Por eso, publican una a una las fotografías de aquellos refugiados de la II Guerra Mundial, con su historia y dónde murieron.
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