OPINION: Un reflejo de las finanzas gubernamentales

A medida que el Gobierno Dominicano se endeuda mas y mas para cubrir los déficits fiscales que cada ano generan las finanzas publicas debido a su mala administración  en ese mismo ritmo  las finanzas personales, familiares y empresariales  exhiben similar situación.

No es un secreto para nadie  que el dominicano más vulnerable, el de a pie, el que si esta laborando lo que percibe mensualmente es a penas RD$5,000.00 o RD$10,000.00 por más de ocho horas de trabajo en condiciones infrahumanas,

Ingresos que no le permite llevar una vida decente pues arriba de ello el dominicano no tiene ni la menor idea de cómo se debe administrar el dinero ya que carece de una mínima cultura financiera producto de las pocas orientaciones que reciben en sus hogares y escuelas básicas que es donde debería recibir los fundamentos del buen manejo  del dinero.

Recuérdese que el problema no es tanto el nivel de ingresos que se tenga sino en cómo se administran los gastos, pues todo depende del estilo de vida que se lleve o nivel de vanidad o exigencias que imprima una persona a su vida.

A medida que una persona o humilde, de baja o ninguna formación financiera escucha  que el gobierno central para poder solventar sus gastos operacionales necesita cotidianamente endeudarse sin que este pague las consecuencias es el peor consejo  para un pueblo que carece de los elementos fundamentales para poder vivir.

De ahí que la mayoría de los dominicanos tengan que recurrir para vivir mínimamente al financiamiento oneroso o aquellos prestamos cuyos costos están por encima de los exiguos o pírrico sueldos que estos perciben.

Por ello que muchos dominicanos al comenzar un nuevo año tienen que empeñar la futura compensación de sus vacaciones, la regalía, los posibles bonos o incentivos que estos percibirán haciendo de sus vidas un verdadero infierno.

Esto así ya que no pueden resolver ni la mínima las exigencias de su diario vivir y arriba de ello el tener que lidiar con el alto costo de la vida que casi todos los días experimenta nuevos aumentos.

De manera que al cabo de cada año el ciudadano más vulnerable por sus bajos salarios que recibe y los altos costos de los bienes y servicios que se necesitan para poder vivir tiene que hacer malabares para poder darle una vida decente o mínimamente aceptable a sus familiares o dependientes.

Es por ello que al final de cada año el pueblo más humilde tiene que disponer del  sueldo número trece o cualesquiera  ingresos extraordinarios para poder disminuir sus compromisos de deuda que cada día y cada año van en aumento teniendo entonces que endeudarse con el prestamista informal o el colmadero que le facilita los bienes de primera necesidad para poder alimentar a sus familiares.

Es triste saber que el dominicano más humilde o el que se encuentra en la línea de la pobreza para poder subsistir tiene que hacerlo en base a deudas y más compromisos u obligaciones que debe solventar con lo poco que gana.

De ahí que no obstante recibir dos o tres pesos adicionales de lo que regularmente recibe en el año estos no les alcanzan viéndose en la imperiosa realidad de tener que vivir endeudado para mínimamente cubrir sus obligaciones.

Como consecuencia de esta situación a pesar de que el dominicano es alegre por naturaleza este tiene que vivir aquejado por el fantasma de una cultura deudora para poder subsistir. Es duro saber que el dinero no le alcanza y que el único camino que le queda es recurrir a más endeudamiento pues las autoridades le han condenado vivir en tales condiciones por los bajos salarios que estos perciben y por los altos precios que estos tienen que pagar para adquirir los bienes y servicios necesarios

Es penoso ver cada año como el dominicano más humilde tiene que recurrir a una cajita o fundita de golosinas para poder llevarle algo  de que comer a sus familiares debido a los tantos compromisos que este tiene que enfrentar con los bajos salarios que este percibe y los compromisos financieros que este tiene que hacer frente día por día, año por año.

Es por ello que a días de haberse entregado la regalía pascual o salario número trece no se vea casi movimiento económico en el mercado local y escucharse con frecuencia de parte de los comerciantes  que no hay suficiente circulante que les permita incrementar sus ventas.

De manera que lo que se percibe es el poco movimiento en las actividades económicas  producto de los tantos compromisos financieros del dominicano común como un reflejo de la situación financiera negativa que presentan las finanzas del país debido al mal manejo que hacen de ellas las actuales autoridades de la nación y que hasta que no se cambie el actual modelo económico de administrar el país a base deudas y mas deudas los dominicanos humildes  seguirán transitando por igual camino de endeudarse para poder mal vivir.

felix.felixsantana.santanagarc@gmail.com

jpm

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