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Opinión: Desilusionando a los ilusos de la política dominicana
Los desilusionados debería ser un segmento mucho más importante para lo que resta de la oposición. Ellos son peledeístas y no peledeístas de todos los niveles sociales, pero sobre todo aquellos que no han recibido algunas de las migajas que los gobiernos suelen dejar caer a pesar de las famosas rifas, nominillas, pemes, renoves, licitaciones, o cualquier otra modalidad creativa buscando evadir la etiqueta de populismo y corrupción.
Los desilusionados son un segmento estratégico, muchos de ellos refugiados en lo que algunos llaman: El mito de la sociedad civil.
Si el presidente Medina tiene un porcentaje de popularidad tan alto, estando en el poder, ésta doble condición puede significar que ningún otro candidato tiene la más mínima oportunidad o esperanza de asomarse por la Av. México en el 2016.
Es estúpido pretender ganarle a Medina las próximas elecciones con denuncias torpes, que apenas pueden tumbarle un 1 porciento al mes, que a 8 meses de las elecciones podría perder menos de 10 puntos. Es un manejo muy iluso. Observamos improvisación estratégica, desenfoque y demás falencias resultado de la falta de “Know How”.
La oposición tenía una oportunidad –una calva y otra con bigotes- y la han dejado escapar debido a su eterna torpeza y falta de inteligencia política. En verdad creo deben retirarse y volver a las escuelas o a los libros a estudiar estrategia. O bien dejar la tacañería, poner dinero sobre la mesa y contratar verdaderos y experimentados estrategas que saben como ganar elecciones y hacer presidentes –si aún confían en su candidato-.
Intentar desmeritar a Miguel Vargas y el pacto PRD-PLD es un otro indicador de la falta de inteligencia política y de la torpeza histórica de la oposición, pues éste ya les ganó la partida, perdiendo la oportunidad que tenían para dar una señal fuerte y clara de fortaleza contra el casi imbatible candidato del PLD, pero la falta de capacidad de negociación, el yoísmo y las personalidades “titiwiti” pudieron más.
Miguel Vargas, sin mucha bulla resultó ser el más hábil de la oposición, cuya jugada le proporcionará las herramientas necesarias para hacerle un «Leverage» importante a la marca PRD; siempre que Medina cumpla la palabra empeñada, que la dirigencia haga lo necesario para hacer respetar dicho acuerdo y la militancia mantenga la moral en alto. Se sabe que esos objetivos no se logran a control remoto ni a mano pela’.
Luis Abinader, que siempre ha sabido la importancia de saber esperar en política, sin dejar de trabajar, no debería pretender pasarse de listo, a estas alturas, haciendo un show al echar un pleito, sin tener las herramientas para ganar, “brushando” su futuro. Puede parecer descabellado, pero lo más práctico y económico para él, sería sumarse al «Connubio» y dejar que Danilo Medina cumpla con su juramento ante Dios.
Los candidatos de los demás partidos si fueran más inteligentes esperarían al 2020, como han hecho el PRD y el PRSC que son los partidos tradicionales del sistema. ¿O es que Miguel Vargas y Antún Batlle son dos “scemos” ilusos ? ¡Lo dudo!
¿Pero sabrán estos señores que es un «Connubio»? Tendrían tal nobleza o la simple inteligencia política para entender por qué todas las fuerzas políticas de una Nación a un cierto punto histórico deben unirse en pro del bienestar común?
Para ganarle al Presidente Medina, no es pichándole huevitas.
Deben poder ser capaz de tumbarle al menos 5 puntos mensuales para una perdida de popularidad acumulada de 40 por ciento en 8 meses, pero que a estas alturas es algo muy irreal, pues para ello deberán organizar una verdadera guerra civil, patrocinada y apalancada en los desilusionados de la política, incluida una gran mayoría de la clase empresarial a la cual no se les permite saborear el biscocho del presupuesto Nacional.
Solo que Medina ya aprendió el arte y la esencia práctica de la política: Sumar, multiplicar restar y dividir. Que todo tiene que ver con (1) la personalidad, (2) la inteligencia y (3) la actitud del leader, más los recursos disponibles. Sobre estos elementos es que se debe trabajar y enfocar la estrategia para desarrollar y tener un producto político confiable.
La oposición reprobó esta materia -con muy mala calificación- que el maestro de la política dominicana, el Dr. Joaquín Balaguer enseño por más de 50 años, gobernando 20 de ellos, mientras el Profesor J. Bosch solo 7 meses y Peña Gómez ninguno, aunque jugó varios roles importantes.
Los herederos y la generación de relevo de estos lideres deben aprender la lección para conquistar y retener el poder. Los que mejor la aprendan gobernarán durante más tiempo. ¡Esos son los hechos! ¡Esa es la realidad! Ese es mi humilde consejo. Lo pueden ignorar bajo su propio riesgo.
jpm
