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Tasas más bajas, un respiro con limitaciones (OPINION)
POR JAIRO DE JESUS ESPINO
La reciente decisión de reducir en 0.25 puntos porcentuales en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) es una estrategia que, aunque modesta, tiene a tener repercusiones significativas importantes para economías que están estrechamente vinculadas como la dominicana con los Estados Unidos.
El primer impacto positivo se observa en el costo del financiamiento externo. Con tasas más bajas en el mercado internacional, la República Dominicana puede acceder a créditos y emisiones de bonos a condiciones más favorables.
Esto supone un alivio parcial para el servicio de la deuda pública, una de las mayores presiones sobre las finanzas nacionales. Cada ahorro en intereses representa un margen adicional para sostener la estabilidad fiscal.
En el plano monetario, el Banco Central podría encontrar espacio para flexibilizar su política. Una reducción prudente de la tasa de referencia local contribuiría a abaratar el crédito interno, estimulando la inversión privada y el consumo.
Sin embargo, cualquier ajuste debe considerar los riesgos inflacionarios, pues la experiencia demuestra que la relajación monetaria en términos de la alta liquidez puede desestabilizar el mercado doméstico de los precios.
En tal sentido no todo son beneficios
La depreciación del dólar, previsible tras la medida de la FED, afecta la capacidad de compra de las remesas que envía la diáspora, un ingreso que supera en promedio los 10 mil millones de dólares anuales y que sostiene de manera directa a miles de familias dominicanas.
Asimismo, un dólar más débil encarece el destino dominicano para los turistas estadounidenses y reduce la competitividad de las exportaciones hacia ese mercado como destino primordial.
El final es claro al concluir con dos reajustes más al final del año la decisión de la Reserva Federal otorga un respiro, pero de corto plazo. El reto para la República Dominicana consiste en aprovechar este ajuste o recorte externo favorable para fortalecer la disciplina y estable
una política más efectiva hacia el aumento de la recaudación fiscal, diversificar sus fuentes de crecimiento y reducir la exposición a variables que no controla. Depender de lo que ocurra en Washington no es sostenible como estrategia de largo plazo.
En términos reales, la baja de tasas de iteres en Estados Unidos abre una ventana de oportunidad, pero también recuerda la vulnerabilidad estructural de la economía dominicana frente a los movimientos de mercados internacionales.
Convertir este alivio transitorio en estabilidad duradera exige responsabilidad en la gestión económica y en la política económica monetaria del gobierno dominicano.
jpm-am
