Una reseña histórica de la calidad
Pienso que la calidad data desde muy atrás en la línea del tiempo, desde el mismo origen del hombre, es decir desde que una entidad espiritual inició a adoptar una de las tantas entidades genéticas de entonces, pues obviamente como idea, la calidad la hacen las personas. Parece que la definición etimológica así nos lo confirma.
Con el origen del hombre y de la civilización, es demostrable que la idea de “calidad” ya tomaba vigencia. Se sabe que los Egipcios (3150 años antes de Cristo) en sus enormes construcciones, ya tenían el concepto de supervisión y por tanto debían tener algún parámetro y debían seguir ciertos pasos para “supervisar” el resultado de esos trabajos.
Como concepto, desde mucho antes de la revolución industrial con mayor preeminencia en Inglaterra (con la máquina a vapor que patentizó James Watt, 1736-1819) va pasando a sus colonias y principalmente hasta América, hoy Estados Unidos.
Estados Unidos avanza en el tiempo gracias a ese impulso de querer mejorar las expectativas de usuarios y consumidores, y avanza de manera diferenciada.
De aquí me atrevo a sostener que, mientras mejor es una economía, más sofisticadas son las exigencias y expectativas sobre las cualidades de los productos, combinado con la parte artística o de diseño, así como la relación con la cantidad. Creo que Abraham Maslow o cualquier autor de comportamiento del consumidor, me dará la razón. Aunque en economías débiles, que lógicamente en sus inicios siempre son meramente agrícolas, las personas exigirán “productos para toda la vida” a cambio de su dinero, sin reparar mucho en el diseño, pues se piensa más en la utilidad.
Vemos que el mismo impulso transferido hasta Estados Unidos se da en el resto de Europa, pero en ésta zona pienso que, ese impulso natural del hombre, que yo llamo calidad, se manifiesta más en las artes y en la arquitectura que en la industria.
EUROPA
Países como Italia, gracias a la influencia del gran maestro y polímata, Leonardo da Vinci (1542 – 1519) y a sus herederos, han combinado bastante bien ambas disciplinas. Muy notoria hoy en día en más de un sector: La moda, la industria alimentaria, la industria automovilística de alto lujo, la aeronáutica, la construcción, la industria mobiliaria, etc. Acá el principal “issue” es el desbalance entre calidad y cantidad, entre oferta y demanda.
El desarrollo industrial de Alemania basado en la calidad fue notable, al punto de querer dominar desde el punto de vista político militar el resto del mundo. Hoy día es muy notable la conocida disciplina alemana en los procesos industriales, como un elemento de la calidad. Elemento importante que le mantiene fuera de la crisis, mientras las demás naciones europeas no levantan cabeza.
Aunque Inglaterra estuvo muy activa en Asia, particularmente en China desde el punto de vista comercial y según reportajes históricos, sobre todo en la lucha por el control del opio, que representaba grandes ganancias, más que cualquier otro renglón, Inglaterra impuso durante un buen tiempo su control, pero no diseminó de manera notoria dicha idea o concepto.
Para despegar de nuevo, Europa y principalmente Italia deben desempolvar estos fundamentos.
JAPON
Es después de la segunda guerra mundial, cuando el fenómeno de la calidad, como concepto, se disemina e impone en Asia, principalmente en Japón y debido a los trabajos de reconstrucción, con el General Douglas MacArthur (1880 – 1964).
Estados unidos envía a uno de sus estadígrafos, quien desde el 1947 trabajaba en el diseño del censo como parte del proceso de reconstrucción: Al joven W. Edwards Deming (1990 – 1993).
Deming, cual profeta fuera de su tierra, empieza a enseñar estos “nuevos criterios y conceptos” como si fueran preceptos filosóficos, que componen la calidad, gracias al enfoque y método sistémico, en contra posición al enfoque lineal del método científico. Hoy día se hace referencia a la Filosofía Deming sobre calidad.
Los Japoneses, con ayuda de Deming adoptan dicha metodología y crean la cultura de la calidad en su industria. Típico de dicha nación en cuanto al respeto a la enseñanza y adoración al conocimiento del gran maestro, cual religión se convierten en los verdaderos monjes de la calidad. El resurgimiento del Japón y su expansión económica es ampliamente conocida dándole la categoría de milagro económico.
Estos conceptos, ya organizados y probados, regresan a Estados Unidos y se expande por el mundo, dando un nuevo empuje a la industrialización de los países que fueron adoptando dichas metodologías. Pienso que Japón fue el gran laboratorio que sirvió como catalizador de ésta metodología, y como concepto propiamente dicho en esta era moderna.
ESTADOS UNIDOS
Mientras Europa, salvo raras excepciones, ha puesto más su atención en las artes, la política, las humanidades, entre otras disciplinas, y no en la Economía, pues es sabido que muchas de las riquezas provenían de sus colonias; Estados unidos ha estado más enfocado en la industrialización, la investigación y la ciencia quienes además acogieron a muchos de los científicos de Alemania y resto de Europa, que fueron atraídos por la promesa de libertad contenida en su constitución, después de la segunda guerra mundial, principalmente.
No es sorpresa que Estados Unidos aún hoy sea una potencia mundial y probablemente lo siga siendo, pues es el país con mayor registro de patentes de invención del mundo. El gran reto es producir con calidad dichas invenciones y en cantidades adecuadas, para suplir las actuales y futuras necesidades de los demás países del mundo.
Hablando de arte y “la calidad” del mismo, EEUU. También se ha enfocado en el así llamado séptimo arte, con gran calidad, siguiendo una línea de innovación continua, incluso a nivel de producciones completamente digitales.
Como país, son los reyes del entretenimiento mundial, de la cultura “pops” y fenómenos “streamlines”, convirtiendo al resto del mundo en “followers” y consumidores de sus producciones.
Hollywood es la verdadera industria del entretenimiento mundial con muy alto nivel de calidad, muchas veces incentivando el consumismo. No han descuido la economía y se han convertido a pesar de su enorme deuda y recientes “cracks” en verdaderos expertos en mantener la rueda económica corriendo.
PAISES POBRES O EMERGENTES
No importa el área de la vida, solo cuando las personas de los países pobres del mundo comprendan el concepto de la calidad, lo interioricen, lo apliquen cómo hizo Japón y el resto del mundo asiático, cuando aún vivían en la más inmunda miseria, solo entonces podrán salir de la así dicha pobreza.
Se podría hablar eternamente de que, se debe educar para salir de la pobreza, se debe invertir más y más en educación, pero si no se educa con calidad no será posible. Pero además a los obreros de esos países pobres o emergentes, se les debe educar en los principios y fundamentos de la calidad, más que imponer las normas de la calidad, ASA, ISO, etc. Entonces podrán cumplir las normas de manera natural, que no es más que ese impulso natural del hombre a superar las expectativas de los demás en sus quehaceres, así sea para un producto o un servicio, con el opropósito de elevar su apreciación o valor.
El arte, como expresión humana, con el propósito de comunicar tiende a ser único y diferenciado. La artesanía tiende a usar el arte como serie para el proceso de reproducción, que bien dependiendo de la etapa histórica ha sido industrial o no.
Podríamos hablar bastante de países como Brazil, que al mejorar la calidad de su sistema de justicia, entre otras medidas en diferentes sectores, atrajo un torbellino enorme de inversión extranjera, como consecuencia de la confianza generada, disparando su economía y sacando de la pobreza a millones en un breve periodo de tiempo.
CHINA
China es un buen ejemplo en la historia reciente, un país enorme, con una mentalidad orientada al respeto de sus creencias milenarias y con grandes dotes gráficas por su idioma, que les obliga a la memorización (no tanto a la creatividad) con una gran habilidad manual donde se observan todo tipo de manualidades, viene capitalizando muy bien sus actitudes y atributos en cuanto a la aplicación del concepto.
En muchas de sus industrias han integrado ese mágico concepto de la calidad (importado con la re-localización de empresas americanas los últimos 30 años). Hasta antes de este proceso de relocalización de empresas americanas, las fábricas en china eran solo centros de explotación humana (muy comunista) y la evidencia de sus avances es ampliamente visible al punto de cambiar, como resultado de la mejora de su economía, no sólo muchos de sus hábitos de consumo, pero también es evidente que literalmente están comprando el mundo (ahora más capitalista como resultado) y a pesar de que comparativamente, debido a su gran tamaño y población, es una gran minoría la que ha integrado este concepto a su “mindset” y forma de vida.
Según avancen en ese proceso educativo, puede que lleguen a ser la primera potencia del mundo, con una economía mixta, más funcional que la anterior, cuando no aplicaban los criterios y fundamentos de la calidad.
EL FUNDAMENTO
Podemos abundar bastante sobre tecnología, productividad y competitividad, pero antes de llegar ahí debemos abordar el fundamento de “La Calidad” y la calidad la hacen las personas.
Cuando se busca que cada pieza creada, o (re)producida en serie, supere las expectativas del usuario, es evidente que ha existido un proceso en la que el producto o servicio pasa a través de una serie de pasos básicos de (1) validación, de (2) verificación y de (3) certificación, intrínsecos al proceso de la calidad del mismo.
La calidad es el proceso final para que un producto sea entregable, o mejor dicho un producto final valioso, que puede ser intercambiado por otros bienes o servicios de la sociedad, entrando a un proceso comercial de la verdadera economía -igualmente otro tema muchas veces mal entendido por la generalidad-.
Para entender el intrincado tema de la economía, de una manera más simple, vale la pena preguntarse: “¿Cómo puedo vivir?”
Decimos “verdadera economía” porque hay una tendencia a creer que usando el dinero como mercancía, para especular, se puede mejorar una economía. Nada más falso. Si no hay producción real con calidad no habrá economía real. Solo crisis!
EL CASO SUIZO
El «Made in Switzerland” es un caso aparte y de clase mundial. Suiza es un caso interesante para el entendimiento del significado de la calidad, como aplicación del fundamento, en el medio de Europa. Un país relativamente pequeño, pero que guarda y conserva casi la mitad de la riqueza mundial.
Aparentemente ha tomado lo mejor de Francia, Alemania e Italia con los cuales comparte frontera, pues el “benchmarking” es propio del proceso de la calidad. De éstas naciones y como resultado de la migración natural de ciudadanos colindantes, y más en tiempos de guerra (con su política neutral), recibió entre otras herencias, una buena parte de su bienestar financiero, que se traduce en lo que es hoy la reconocida banca Suiza, que es un gran pilar en dicha economía.
De Alemania parece haber tomado la disciplina y el significado del buen uso del tiempo, la mentalidad industrial, de Italia la pasión por el arte entre otros elementos, así como de la Francia mucho de los criterios de la banca.
Obviamente los suizos, según puedo colegir de los estudios del Swiss Deming Institute, también se han beneficiado del padre del desarrollo de este concepto, el Sr. Deming y particularmente de las aplicaciones de la tecnología Japonesa. Hoy día es notable la calidad Suiza como marca en si misma.
El “Swiss Made in” es una marca en si misma en la mayoría de los sectores de su economía. Siendo la más notable la relojería que tiene un peso que ronda el 14 porciento de su PIB. Sin dejar de mencionar la industria farmacéutica, y alimentaria ampliamente conocida por su calidad.
Suiza toma muy en serio el tema de la calidad y lo ha integrado a su cultura, así lo atestigua el posicionamiento el primer lugar del ranking de competitividad mundial, el cual conserva por más de 5 años consecutivos.
El respeto a las leyes para mantener su alto estándar en la calidad de vida, el espíritu de su constitución, que sobrepone al individuo por encima del Estado es un buen ejemplo para el mundo de verdadera democracia -Me atrevo a decir de manera categórica, que es un caso del concepto de calidad aplicado a la política-.
Hoy día Suiza es uno de los países con el índice de felicidad más alto, con altos niveles de seguridad. Tiene una de las ciudades más internacionales del mundo, como es Ginebra, cede de las Naciones Unidas, entre otras organizaciones mundiales.
Así como una vez los grandes cerebros del mundo eran atraído hacia EEUU. Muchas de las personas de mayor bienestar económico del planeta, también intelectual y científico, se han radicado acá. Hoy el sector financiero aporta cerca del 50% del PIB de Suiza.
SUGERENCIA A LOS GOBIERNOS Y EMPRESAS
Educación y enseñanza de la calidad para salir de la pobreza, debería ser la principal política, sea ésta pública o privada. Ningún otro concepto es tan poderoso y efectivo para lograr cambios trascendentales en la gente y por tanto en las economías de nuestros países.
Es solo a través de la educación de “la calidad” hacia los empleados, desde el nivel obrero y con una educación integral de calidad hacia los más jóvenes, que seremos capaz de despertar ese impulso natural de mejorar las expectativas de los demás, sean clientes, consumidores o usuarios, lo cual nos permitirá mejorar nuestras economías, para salir de la pobreza y la miseria. No es tan complicado, solo cuestión de enfoque y buena voluntad.