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Una colecta para Sonia Mateo
Sugiero a los “honorables senadores, diputados, alcaldes y regidores” de la República Dominicana, disponer de sus valiosos esfuerzos y como una sola fuerza indomable, hagan el montaje de un tele radio maratón, donde puedan colectar dinero suficientes para ayudar a saldar las deudas, pagarle el apartamento y comprarle, por lo menos, cinco o seis paquetes de agua semanal a la senadora, Sonia Mateo, representante de la provincia de Dajabón, porque actualmente se muere de la sed y no tiene donde descansar cuando viaja al congreso.
Cosas veredes de una mujer insaciable, surgida de la nada y enganchada a la política, que además de los beneficios que obtiene por visitar el congreso para legislar, el pago de combustibles, el sustento del barrilito, los gastos por concepto de alimentación, la asignación de un vehículo, el pago de chofer, el presupuesto para el pago de botellas, lo que se busca por debajo, para aprobar los anteproyectos de leyes y el jugoso salario mensual que recibe, a modo de burla también arguye que su sueldo no le alcanza ni para tomarse una botella de agua.
Lo de Sonia Mateo es la crónica de una mujer surgida de un paraje denominado la Cimarra, en la provincia de Dajabón, que llegó al congreso en chancleta samurái y pantalones Jean de cinco pesos, sin embargo, hoy viste trajes y chaquetas de la más costosas marcas, cuando en su ciudad natal su vida nutricional era a base de yuca con salami y al medio dio día, el denominado plato «la rubia» (arroz con huevo frito), por no disponer de recursos suficientes para adherirse una diestra alimentación.
Ante esta burda realidad que hoy corrompe la política dominicana y estremece las más recónditos esferas del mundo, ¿cuál sería el pensar de los hijos de machepa, como los policías, los guardias y empleados del sector público que devengan salarios de miserias y no tienen acceso a una botella de agua, porque su salario no les alcanza ni para alimentarse adecuadamente?. Sólo una senadora con la cabeza hueca, sin eminencia gris, carente de capacidad intelectual, como Sonia Mateo, puede expresarse en esos términos, ante un país carente de servicios públicos eficientes.
La práctica desmedida de los legisladores, alcaldes y regidores, tiene como base de sustento la corrupción administrativa de un gobierno que ha merced del poder pone en bandeja de plata los recursos del estado para que ministros y funcionarios los utilicen antojadizamente, sin reportes sustentados en proyectos de utilidad, bajo una administración pública objeto de críticas, donde no puede demostrar el uso transparente de los recursos públicos.
Juntos somos dinamitas y a lo que nada nos cuesta hagámosle fiesta, dirán; y quizás por eso ni siquiera el presidente acota sus ideas en base a las decisiones insoluble puesta en su despacho por los abanderados de la corrupción política dominicana.
Los países no se desarrollan a cuenta gotas, mucho menos poniéndolo en manos de legisladores, alcalde y regidores ineptos, que por tener las leyes en sus manos abusan del poder para beneficiarse en lo absoluto de los recursos de la nación, sin hacer esfuerzo alguno para ganárselo, a pesar de todos los beneficios que reciben por cada legislatura y a través de negociaciones absurdas que a la postre no dejan visos de culpabilidad.
No hay manera de que los legisladores puedan transparentar los cientos de miles de pesos que reciben de la administración pública, si lo analizamos desde el punto de vista de las supuestas inversiones que hacen en las provincias del país y apuesto peso a morisqueta que durante su gestión como senadora de la República Dominicana, Sonia Mateo, no ha sometido un solo proyecto de Ley que sirva de beneficio para la provincia de Dajabón.
jpm