Tamaño del Estado no es el problema
Recientemente el gobierno anunció, a través del titular del Ministerio de Administración Pública (MAP), Sigmund Freund, la ejecución de un amplio programa de reestructuración del Estado, que incluirá la fusión de varios ministerios y la eliminación de ciertas direcciones.
Según lo expresado por el Ministro del MAP, con esa acción se busca un “Estado más pequeño y eficiente, por lo que algunas instituciones que han cumplido su rol serán eliminadas”.
Refirió que “desde el primer gobierno del PRM, el Presidente Abinader siempre ha tenido la idea de reducir el tamaño del Estado dominicano.”
La verdad es que si partimos del hecho de que en los últimos cuatro años la nómina gubernamental ha presentado un descomunal incremento porcentual de un 64%, esto podría llevarnos a pensar ciertamente que el tamaño del Estado llegue a niveles de crecimiento histórico y alarmante.
Podemos ver entonces que el Estado ha crecido considerablemente y no parece extraño que éste haya alcanzado hoy su mayor tamaño en toda la historia del país.
Realidad
De pronto, la burocracia del Estado es hoy enorme, y la misma es, por demás, ineficiente y parasitaria. Esto sitúa a la República Dominicana como el país con mayor crecimiento de la nómina gubernamental en la región.
Sin embargo, si comparamos el tamaño del Estado dominicano (como el monto total del gasto en relación porcentual al PIB) con el promedio de la OCDE, entonces no tenemos un Estado relativamente tan grande.
Dicho de otra manera, el tamaño del Estado en Suiza es de un 32,4% del PIB y el de Irlanda un 25,3%; el de Argentina un 38,8% y el de los EEUU un 38,7% del PIB, mientras que el de República Dominicana, apenas es de un 18.7% del PIB.
Sin embargo, un informe de la OCDE (Fournier y Johansson 2016) que estudia la relación entre el tamaño del Estado y las perspectivas de equidad y crecimiento, establece que, si bien existe una relación aparente entre Estados más robustos y una tendencia a reducir las desigualdades y mejorar el crecimiento económico, ambos efectos positivos parecen depender, más bien, de la eficiencia y eficacia burocrática por medio de la que se proveen los servicios públicos.
Así, encuentran que un mayor peso del gasto público no afectaría al crecimiento si el Estado que lo promueve transmite confianza a los ciudadanos, si dicho Estado regula adecuadamente, si descentraliza las decisiones de políticas públicas, si muestra estabilidad institucional y garantiza una mejor calidad de vida e inclusión a la población.
O dicho al revés, reducir el tamaño del Estado sería positivo sólo si en el país el gobierno cumpliera con los requisitos de eficacia y eficiencia, garantizara inclusión y calidad de vida a los ciudadanos.
Independientemente de cuál sea el efecto del tamaño del gasto público el crecimiento económico a largo plazo será mayor si se dedica un mayor esfuerzo a mejorar la educación y a elevar la inversión pública
Contrariamente a lo que ocurre con la educación y la inversión pública, un mayor peso en el gasto público en subsidios, pensiones y clientelismo, sí reduce el crecimiento económico a mediano plazo.
Modernización
Ante los apremiantes desafíos sociales que tenemos por delante, resulta imprescindible que el Estado dominicano, más que ocuparse de tu tamaño, se modernice, para convertirse así en un catalizador eficiente del desarrollo económico y de mejora de la calidad de vida de la población.
No vaya a ser que un “achicamiento” de un Estado abultado, pero ineficiente y distante, se convierta en la causa principal de nuestros problemas y nos conduzca, de manera inevitable, a una contrarreforma difícil de superar a mediano plazo.
jpm-am
– la participación ciudadana: ¿cómo influye la participación ciudadana en la toma de decisiones y en la rendición de cuentas?tú artí**** es interesante, podrias analizar estos factores adicionales, así podríamos obtener una comprensión más completa de por qué el estado dominicano funciona de la manera en que lo hace y cuáles son las barreras para su mejora.
podrías explorar otros elementos que influyen en el desempeño del estado como – la calidad de las instituciones: ¿son transparentes, estables y democráticas? – el nivel de corrupción: ¿cuál es el impacto de la corrupción en la eficiencia del estado? – la capacidad del estado: ¿tiene el estado la capacidad técnica y administrativa para llevar a cabo sus funciones
presenta un argumento sólido en contra de la reducción del tamaño del estado como una solución única para los problemas de eficiencia y eficacia del sector público. aunque enfatizemos en la importancia de la calidad de los servicios públicos y la inversión en áreas claves, se podría beneficiar de un análisis más profundo de los factores que influyen en el desempeño del estado y de las posibles alternativas a la reducción de su tamaño